Bandas en playa del noroeste de México salen victoriosas tras quejas por ruido
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Las bandas con trombón y tambora que tocan en las playas de la ciudad turística de Mazatlán, en el noroeste de México, parecen haber salido victoriosas esta semana después de que las quejas por ruido amenazaron con silenciarlas.
Pero quienes planeaban presenciar el eclipse del 8 de abril en silencio probablemente quedarán decepcionados. Mazatlán, en la costa del Pacífico, será el primer lugar de América del Norte en donde se podrá ver el eclipse en su totalidad.
Debido a las quejas de los turistas extranjeros disfrutan de observar las puestas de sol en paz o con un poco de música suave en este destino turístico, el dueño de un hotel local sugirió limitar el tiempo o los lugares en donde las bandas podían tocar. Las bandas suelen andar por las playas, pidiendo unos pocos dólares por canción.
Su música difícilmente propicia la reflexión o la relajación: Piense en una polka a ritmo rápido con muchísimos metales y tambores, lo que les valió a las bandas el sobrenombre de tamboras.
Pero después que una marcha de protesta de los músicos se convirtió en una violenta trifulca con la policía la semana pasada, los intentos por limitarlos parecen haber quedado de lado.
“La gente está muy consciente y está defendiendo sus derechos”, dijo el lunes el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. “Los músicos se opusieron porque de eso viven, y también porque es una tradición de hace mucho tiempo… por eso se movilizaron y lograron que se diera marcha atrás”.
“Lo que no está bien es la violencia, eso no, la violencia no”, señaló Obrador. “Pero de que las bandas de Sinaloa o los músicos de las bandas de Sinaloa protesten, están en todo su derecho”.
Si bien parece que nunca hubo una prohibición en toda la ciudad, al menos un hotel colocó carteles que prohibían a las bandas ofrecer sus servicios a los bañistas.
Los vídeos de las riñas entre los músicos y la policía se volvieron virales la semana pasada, y en ellos se podía ver a algunos de los músicos que golpeaban a la policía con baquetas. Los tambores se convirtieron en armas.
Rubén Rocha, gobernador del estado de Sinaloa, donde se encuentra Mazatlán, escribió el jueves en sus cuentas de redes sociales: “No comparto la idea de prohibir a los músicos de Mazatlán desarrollar su trabajo digno y honrado, con el que llevan el sustento a sus familias”.
El problema llegó a un punto crítico cuando el operador hotelero local, Ernesto Coppel, publicó un video en el que pedía que se limitara dónde y cuándo se podía ofrecer música de banda.
“Son un desastre en las playas mazatlecas, no dejan descansar a la gente”, dijo el empresario. “Yo tengo muchas quejas de cientos de turistas americanos que me dicen ‘no vuelvo a Mazatlán por el escándalo, el ruido’”.
Las ideas aparentemente incluían designar ciertos espacios en la playa para los músicos, en lugar de tenerlos deambulando por la arena, tocando para personas sentadas en sillas de playa frente a los hoteles.
Sinaloa, hogar del cártel de la droga del mismo nombre, no es precisamente conocido por su moderación. Allí se ha incautado un número inusualmente elevado de animales exóticos como leones y tigres, las mansiones ornamentadas son la norma y la principal atracción turística de la capital del estado es un cementerio con suntuosas tumbas de narcotraficantes.