El papa no acude al vía crucis para conservar su salud antes de la Pascua, dice el Vaticano
ROMA (AP) — El papa Francisco no acudió a la tradicional procesión del Viernes Santo en el Coliseo de Roma para proteger su salud, informó el Vaticano, en una decisión de último momento que se suma a las preocupaciones sobre su frágil estado durante un periodo litúrgico especialmente ajetreado.
Se tenía previsto que el pontífice presidiría la procesión del vía crucis, en la que se recrea la pasión de Cristo y su crucifixión, y elaboró las meditaciones que se leen en voz alta en cada estación. Pero cuando el evento estaba a punto de comenzar, el Vaticano anunció que Francisco lo estaba viendo desde sus aposentos en la Santa Sede.
“Para conservar su salud, ante la perspectiva de la vigilia mañana y la misa del domingo de Pascua, el papa Francisco seguirá el vía crucis en el Coliseo esta noche desde la Casa Santa Marta”, señaló la oficina de prensa del Vaticano en un comunicado.
Aunque Francisco tampoco acudió al evento en 2023 porque se estaba recuperando de una bronquitis y era una noche especialmente fría, su decisión de última hora de quedarse en casa este año dejó entrever que sus planes habían cambiado repentinamente.
Francisco, de 87 años, que de joven sufrió la extracción de parte de un pulmón, ha estado luchando contra lo que él y el Vaticano han descrito como un caso de gripe, bronquitis o resfriado durante todo el invierno. En las últimas semanas le ha pedido ocasionalmente a un asistente que lea en voz alta sus discursos, y se saltó la homilía del Domingo de Ramos.
La decisión de no acudir a la procesión del Viernes Santo pareció haber sido tomada en el último momento: la silla de Francisco estaba sobre la plataforma donde iba a presidir el rito. Su asesor más cercano, monseñor Leonardo Sapienza, estaba allí y movió la pantalla de televisión alrededor de la plataforma de forma que el pontífice pudiese ver mejor lo que estaba realizándose dentro del Coliseo.
Pero a las 9:10 de la noche, cinco minutos antes del inicio oficial de la procesión, la oficina de prensa del Vaticano anunció en Telegram que el papa no se presentaría. La silla fue retirada rápidamente.
El anuncio precipitado recordó la decisión de última hora de Francisco el Domingo de Ramos, cuando el Vaticano divulgó la homilía del papa por adelantado a los periodistas, y su ayudante se levantó para darle sus gafas con el fin de que la leyera, pero el pontífice dejó claro que no la iba a pronunciar.
Francisco había aparecido en buena forma más temprano en el día para una liturgia de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro, a pesar de que permaneció sentado todo el tiempo y no era un evento particularmente exigente que le obligara a hablar largo y tendido.
El sábado presidirá una larga Vigilia Pascual vespertina en San Pedro, uno de los actos más solemnes del calendario litúrgico. También presidirá la misa del Domingo de Resurrección en la plaza y pronunciará su discurso “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo), en el que hará un repaso de las crisis mundiales y las amenazas a la humanidad.
Además de sus problemas respiratorios, a Francisco le fue extirpado un trozo del intestino grueso en 2021 y fue hospitalizado dos veces el año pasado, una de ellas para extirparle tejido de cicatrices intestinales derivado de operaciones anteriores para tratar la diverticulosis, o protuberancias en la pared intestinal.
En sus memorias recientemente publicadas, “Vida: Mi historia a través de la Historia”, Francisco afirma que no padece ningún problema de salud que le obligue a dimitir y que aún tiene “muchos proyectos que llevar a buen término".