Abren las urnas en las competidas elecciones en Senegal tras meses de inestabilidad
DAKAR, Senegal (AP) — Las urnas abrieron el domingo por la mañana en Senegal en unas ajustadas elecciones presidenciales tras meses de incertidumbre e inestabilidad que han puesto a prueba la reputación del país de África occidental como una democracia estable en una región que sufrió una serie de golpes de Estado en los últimos años.
Las carreteras se veían prácticamente desiertas por la mañana en la capital del país y la policía de élite se desplegó por la ciudad en vehículos blindados. Ante los centros de votación, la policía comprobaba las tarjetas de los votantes mientras hombres y mujeres hacían fila con ropas formales.
Las elecciones se celebraban semanas después de que el presidente Macky Sall intentara sin éxito posponerlas hasta final de año. Sall no puede presentarse a un tercer mandato debido a una limitación constitucional. Como resultado, la votación se celebra durante el Ramadán, un mes sagrado durante el que los musulmanes practicantes ayunan del amanecer al anochecer.
Las elecciones darían paso al cuarto traspaso de poder democrático desde que Senegal obtuvo la independencia de Francia en 1960. El proceso se ha visto marcado por la violencia y los disturbios, y cientos de manifestantes de la oposición han sido detenidos y encarcelados.
Los comicios tienen la cifra más alta de candidatos en la historia del país, con 19 aspirantes inscritos, incluida una mujer.
“Esta se plantea como la elección más competitiva desde la introducción de la política multipartidista”, dijo a The Associated Press Tochi Eni-Kalyu, analista para África del Grupo Eurasia.
Los analistas dicen que no se espera que ningún candidato obtenga más del 50% de los votos, lo que llevaría a una segunda vuelta entre los candidatos mejor posicionados. Entre los más destacados están Amadou Ba, ex primer ministro, y Bassirou Diomaye Faye, que cuenta con el apoyo del popular opositor Ousmane Sonko.
Sonko, que quedó tercero en las elecciones anteriores, fue inhabilitado en enero debido a una condena previa por difamación. Ha enfrentado una serie de problemas legales en los últimos años que según sus aliados forman parte de los esfuerzos del gobierno de frustrar su candidatura.
Otros posibles favoritos son Khalifa Sall, un exalcalde de Dakar sin parentesco con el presidente, e Idrissa Seck, que fue primer ministro a principios de la década de 2000 y quedó segundo en las presidenciales de 2019.
Dos candidatos renunciaron esta semana para respaldar a Faye, un indicio del incipiente proceso de coaliciones que podría determinar el resultado de los comicios, según los analistas.
La principal preocupación para muchos senegaleses es la economía, que ha registrado altos precios de los alimentos y la energía impulsados en parte por la guerra en Ucrania. El desempleo juvenil es rampante, lo que empuja a miles de personas a arriesgar sus vidas en peligrosos viajes en busca de empleos en Occidente.
“El empleo es la auténtica prioridad. Todo el mundo puede ver que el desempleo se extiende”, dijo Oumy Sarr, un activista político. “La segunda prioridad es el alto coste de la vida en Senegal en la actualidad. ¿Qué hay que hacer para mejorar las condiciones de vida de la gente? La inflación crece, todo el mundo está harto”.
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El periodista de Associated Press Babacar Dione en Dakar contribuyó a este despacho.