El gobierno británico quiere definir extremismo. Los críticos dicen que podría traer más división
LONDRES (AP) — El gobierno británico publicó el jueves una definición oficial de “extremismo” y dijo que los grupos que reciban esa designación no podrán recibir financiamiento del gobierno.
No estaba claro quién estaría en la lista, y los críticos dijeron que tachar de extremistas a grupos no violentos podría socavar la libertad de expresión y culto, o suponer una persecución injusta de personas como musulmanes, además de crear más división.
El gobierno definió extremismo como “la promoción o impulso de una ideología basada en la violencia, el odio o la intolerancia” que aspire a destruir los derechos y libertades de otros o “socave, revierta o sustituya el sistema británico de democracia parlamentaria liberal y derechos democráticos”.
El gobierno no dio ejemplos de grupos extremistas y no se espera que publique una lista en las próximas semanas. Sin embargo, el secretario de Comunidades, Michael Gove, mencionó la amenaza de la extrema derecha y “extremistas que quieren separar a los musulmanes del resto de la sociedad y crear división entre comunidades islámicas”.
“No se trata de prohibir organizaciones”, dijo Gove a la BBC el jueves. “Esto es sólo decir ‘esta es una organización que creemos que sería inapropiado que el gobierno financie o trate’”.
Grupos islámicos y de libertades civiles expresaron su preocupación de que la definición se empleara de forma desproporcionada contra los musulmanes.
Qari Asim, presidente de la Junta Asesora de Imanes y Mezquitas, dijo que “esta definición propuesta podría no aplicarse de forma consistente”.
“Depende de personas aplicar cualquier definición de extremismo y llamar extremista a cualquiera a su antojo, y después eso va a crear una enorme división en nuestra sociedad”, dijo a la BBC.
El Consejo Islámico Británico advirtió que la propuesta era “antidemocrática, divisiva y posiblemente ilegal”, y “podría implicar definir como extremistas a organizaciones musulmanas establecidas”.
“Con las elecciones en el horizonte, no es sorprendente que el gobierno recurra a esta táctica desesperada en la guerra cultural”, afirmó Zara Mohammed, secretaria general del grupo.
Los clérigos más destacados de la Iglesia anglicana también criticaron los planes del gobierno y advirtieron que la nueva definición de extremismo amenazaba el derecho a la libertad de culto y a la protesta pacífica.
El anuncio se hizo dos semanas después de un inusual discurso televisado del primer ministro, Rishi Sunak, ante su residencia oficial en el que denunció “un chocante incremento de las interferencias y la delincuencia extremista”, que relacionó con la guerra entre Israel y Hamás. Los reportes de abusos antisemitas y antiislámicos se han disparado en Reino Unido desde el ataque de Hamás del 7 de octubre contra Israel, que desencadenó una invasión israelí en Gaza.
Las protestas masivas a favor de los palestinos han reunido a cientos de miles de personas en el centro de Londres para pedir un alto el fuego. Las protestas han sido mayoritariamente pacíficas, aunque ha habido docenas de detenciones por carteles y cánticos que supuestamente apoyaban al grupo armado Hamás, una organización ilegalizada en Reino Unido. La policía también detuvo a algunos contramanifestantes de derechas y les acusó de incitar al odio racial.
Organizaciones judías y muchos legisladores dicen que las manifestaciones masivas han creado un ambiente de intimidación para los londinenses judíos, aunque entre los asistentes a las marchas por un cese el fuego había miembros de la comunidad judía.
Gove dijo que la nueva definición no criminaliza a nadie y “no es una restricción de la libertad de expresión" ni pretende detener las protestas.
“La definición de hoy afecta sólo al gobierno y deja claro que mantendremos alejadas a estas organizaciones para que no puedan beneficiarse del acceso al gobierno y sus fondos", dijo.