AP EXPLICA: Venerada por Hemingway y visitada por papas, la patrona de Cuba es un símbolo grande
EL COBRE, Cuba (AP) — Un icono religioso une a los cubanos: la Virgen de la Caridad del Cobre.
La patrona de Cuba es venerada lo mismo por católicos practicantes y seguidores de las tradiciones de la santería afrocubana como por cubanos en el exilio y repatriados. La imagen de madera de la Virgen María se conserva en la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, a la sombra de las exuberantes montañas de la Sierra Maestra. Los estadounidenses de origen cubano veneran una réplica idéntica en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad en Miami.
Este es un vistazo a la Virgen de la Caridad del Cobre.
Mide poco más de 35 centímetros (1 pie) de alto. Pero la pequeña imagen de madera que se encuentra en un altar en el este de Cuba es uno de los íconos católicos más venerados.
Michelle Maldonado, catedrática de teología y estudios religiosos de la Universidad de Scranton en Pennsylvania, afirma que la Virgen no es solamente un símbolo religioso, sino también un símbolo nacional de la cubanidad.
Para la abuela de Maldonado, la imagen de la Virgen fue una de las pocas pertenencias que llevó consigo cuando salió de Cuba rumbo a Miami. La imagen ha sido transmitida de generación en generación; ahora se encuentra en un altar en la casa de Maldonado.
En todas partes. “Cachita”, como la llaman cariñosamente muchos cubanos, se venera en altares hogareños improvisados, canciones populares y murales callejeros. También en tatuajes, pinturas y caricaturas.
La historia de la Virgen del Cobre comenzó hace 400 años, con dos hermanos indígenas, Juan y Rodrigo de Hoyos, y un niño africano esclavo llamado Juan Moreno. Los tres salieron del poblado de Cobre, cerca de la ciudad oriental de Santiago de Cuba, y navegaron en un bote para buscar sal.
En su viaje, se dice que encontraron una imagen de la Virgen María sobre una tabla de madera flotando en la bahía de Nipe. Les sorprendió ver que las prendas de la imagen estaban secas, de acuerdo con el libro “Cuba: An American History” (Cuba: Una historia estadounidense) de Ada Ferrer. En sus brazos, llevaba una pequeña figura del Niño Jesús.
La tabla tenía escritas las palabras: “Soy la Virgen de la Caridad”.
En el siglo XIX, durante la lucha de Cuba por su independencia de España, los soldados heridos le pedían salud a la Virgen y cosían su imagen en sus uniformes.
A principios del siglo XX, los veteranos de guerra le pidieron al Vaticano que la nombrara patrona de Cuba. El Papa Benedicto XV aceptó la petición.
Con el paso de los siglos, cubanos de muchas confesiones, entre ellas, la religión de la santería afrocubana, le han rogado a la Virgen, atraídos por el papel de Juan Moreno en la historia de su descubrimiento. Los creyentes en la santería llaman a la imagen “Oshún”, la diosa de la sensualidad femenina y de la maternidad. Los fieles suelen vestir de amarillo, un color asociado con Oshún, y dejar girasoles como ofrendas.
Conforme creció la leyenda de la Virgen, también lo hizo la capilla que alojaba la imagen. Actualmente, es una basílica color marfil con altas cúpulas rojas en la pequeña comunidad del Cobre, justo a las afueras de la ciudad oriental de Santiago de Cuba.
Miles de personas llegan cada año al santuario, a unos 805 kilómetros (500 millas) al este de La Habana. Van en busca de bendiciones, salud, o para dejar ofrendas.
Beisbolistas y campeones olímpicos han dejado sus coloridas casacas y sus brillantes medallas. Las ofrendas se muestran en vitrinas en un ala del templo.
Decenas de muletas que alguna vez pertenecieron a pacientes recuperados también cuelgan de un muro del templo, sobre una mesa llena de ofrendas que incluyen estetoscopio, diplomas universitarios e insignias militares.
Ernest Hemingway pidió que su premio Nobel de literatura de 1954 se colocara a los pies de la imagen como un gesto de agradecimiento al pueblo cubano por inspirar obras como “El viejo y el mar”. Una réplica del premio cuelga de uno de los muros del templo.
En la novela, el personaje principal tiene una estampa de la Virgen en su casa. El pescador cubano Santiago dice en el libro que, aunque no es religioso, promete que hará una peregrinación para visitar a la Virgen si logra atrapar al pez.
La madre de Fidel y Raúl Castro visitó el templo y dejó una pequeña imagen dorada de un guerrillero en la década de 1950, mientras sus hijos combatían al gobierno del dictador Fulgencio Batista antes de la revolución.
Sí. El papa Juan Pablo II visitó el santuario en 1998 y colocó una corona de oro en la cabeza de la imagen. El papa Benedicto XVI hizo el viaje en 2012 para conmemorar el cuarto centenario de la aparición de la reliquia. En su visita a la isla en 2015, el Papa Francisco oró ante la patrona de Cuba.
Los exiliados cubanos en Estados Unidos han venerado desde hace mucho tiempo a la Virgen de la Caridad en un templo situado al sur del centro de Miami. El templo en honor a la patrona de la isla sigue siendo un poderoso símbolo de unidad, a pesar de las divisiones políticas entre los cubanos, que datan desde hace décadas.
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La periodista de Associated Press Andrea Rodríguez en La Habana, Cuba, contribuyó a este despacho.
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