Comisión respaldada por ONU señala abusos contra niños en Siria
GINEBRA (AP) — Cinco años después que el grupo extremista Estado Islámico perdió el último territorio que controlaba en Siria, casi 30.000 hijos de milicianos y sus partidarios de diversas nacionalidades sufren abusos en campamentos, prisiones y centros de rehabilitación en el noroeste del país devastado por la guerra, informó el lunes una comisión respaldada por la ONU.
La Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Siria subrayó que la mayoría de los niños fueron llevados por sus padres a diferentes partes de Siria e Irak luego que los extremistas declararan un califato allí en 2014, e instó a gobiernos extranjeros a repatriar a todos los niños que vivan en Siria y que provengan de otros países.
El mayor número de niños se aloja en el Campamento al-Hol, que alberga a miles de personas —en su mayoría esposas e hijos de combatientes del Estado Islámico, así como partidarios del grupo extremista. Un número menor de niños se aloja en el Campamento Roj, mientras que los adolescentes permanecen en cárceles y reciben rehabilitación de las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos y respaldadas por Estados Unidos.
“Estos niños ya fueron víctimas durante el gobierno del ISIS, y ahora han sido sometidos por años a continuas violaciones y abusos de los derechos humanos”, dijo la comisionada Lynn Welchman, utilizando un acrónimo del Estado Islámico.
La Comisión dedujo que las condiciones de vida en los campamentos fuertemente custodiados de al-Hol y Roj “equivalen a un trato cruel e inhumano y atentan contra la dignidad personal”.
En Roj viven unas 3.000 personas, entre ellas Shamima Begum, que ahora tiene 24 años y tenía 15 cuando ella y otras dos niñas huyeron de Londres en febrero de 2015 para casarse con combatientes de ISIS en Siria. Begum se casó con un holandés que luchaba para el Estado Islámico y tuvo tres hijos, todos los cuales murieron.
El mes pasado, Begum perdió su apelación contra la decisión del gobierno de Reino Unido de revocar su ciudadanía británica.
El Campamento al-Hol, que se encuentra en el poblado del mismo nombre cerca de frontera con Irak, llegó a albergar a 73.000 personas, la gran mayoría de ellas sirias e iraquíes. En los últimos años, su población se redujo a casi 45.000 personas a medida que algunos países repatriaron a sus ciudadanos, indicó Sheikhmous Ahmad, un funcionario kurdo que supervisa los campamentos para desplazados en el noreste de Siria.
Ciudadanos de otras nacionalidades viven en una zona del campamento conocida como el Anexo y que es considerada el hogar de los partidarios más acérrimos de ISIS.
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Mroue reportó desde Beirut.