Día de la Mujer en Latinoamérica: cuentas pendientes en igualdad y amenazas de retroceso
BUENOS AIRES (AP) — Las mujeres latinoamericanas llegan a otro 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con motivos para protestar en las calles por sus derechos. Y lo hicieron en varios países de la región con multitudinarias marchas.
Las exigencias de igualdad a los gobiernos acumulan cuentas pendientes y este año, además, enfrentan nuevas amenazas de retroceso con la llegada al poder de hombres, como el presidente ultraderechista argentino Javier Milei, que han desechado abiertamente las políticas contra la discriminación.
En Argentina, las mujeres protagonizaron el viernes la movilización más numerosa en lo que va de gobierno de Milei, sin las limitaciones a bloquear las calles que impone el reciente protocolo de seguridad dada la escasa presencia policial. Mientras en México, los reclamos por los altos niveles de feminicidio y la impunidad en los asesinatos de las mujeres, resonaron en una marcha multitudinaria por la capital.
La violencia de género se mantiene como uno de los problemas más acuciantes en el continente, acumulando muertes de mujeres y sin que la política pública haya corregido los índices de impunidad que van aparejados a las agresiones y feminicidios.
Según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, una mujer es asesinada por razones de género cada dos horas.
Además, en posiciones de decisión, las mujeres no llegan a ocupar ni uno de cada tres puestos en gabinetes ministeriales en Latinoamérica. Les corresponde el 28,7% de estos espacios y solo en dos países, Chile y Costa Rica, se llega o supera la paridad.
Peor es la realidad de las trabajadoras. Son las que asumen mayoritariamente los trabajos no remunerados. En el mejor escenario, el de las brasileñas, dedican un 22,1% de su tiempo de trabajo a tareas no pagadas. Pero en la mayoría de países latinoamericanos, esta dedicación sin remuneración oscila entre un 30% y un 42% de tiempo de trabajo.
En cambio, en el caso de los hombres, apenas de un 15% a un 23% de su tiempo de trabajo se va a tareas no retribuidas, según Cepal.
Las nuevas generaciones de mujeres jóvenes están cansadas de herencias machistas, apunta Jennifer Piscopo, profesora en Género y Política en la universidad Royal Hollway de Londres.
“Están creciendo en países en los que, en el papel, la vida las mujeres latinoamericanas parece que deberían ser bien tratadas, pero esa no es su experiencia en el terreno. Entonces están enojadas”, apuntó Piscopo, que ha estudiado sobre América Latina por décadas.
El combativo movimiento feminista convocó a marchar en todo el país, en rechazo a los intentos de Milei de derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo, contra la violencia machista y los ajustes económicos del nuevo ejecutivo.
Miles de jóvenes salieron a las calles, en una convocatoria que superó a la de años anteriores y que fue la más multitudinaria que ha enfrentado el presidente argentino.
“Es muy importante estar acá firmes defendiendo nuestros derechos porque hoy lamentablemente quieren dar vuelta todo. Estamos acá para seguir luchando. Acá en Argentina se están jugando los derechos de las mujeres, que todo sea más igualitario. No vamos a parar, vamos a seguir saliendo a las calles”, dijo a AP Ivana Cialci, de 33 años. Llevaba un cartel escrito a mano con la frase: "La derecha aceptaría el aborto si se llamara reducción de personal”.
Un grupo de activistas de izquierda se caracterizaron como guerreras, con escudos de cartón en una mano y en la otra, como si fueran espadas, pañuelos verdes que simbolizan la lucha por el aborto.
“A Milei lo vamos a enfrentar. Vamos a la huelga compañeras. No a la motosierra, salgamos a luchar”, arengaba una joven con un megáfono.
En la mañana, Milei posteó una felicitación en Instagram para “aquellas que luchan, trabajan y aman, las que tienen el coraje de atreverse a la fuerza del cambio para lograr la paz, la justicia y la igualdad. A las que forjan sueños e ilusiones y cultivan vidas”. Dos días antes del Día de la Mujer, Milei –que llegó al poder el 10 de diciembre— volvió a apuntar contra la ley de aborto de 2020 que contempla esa práctica de forma libre y gratuita y sostuvo que “es un asesinato agravado por el vínculo”.
El gobierno anunció que el Salón de las Mujeres inaugurado en 2009 para homenajear a figuras femeninas de la historia argentina pasará a llamarse Salón de los Próceres y el portavoz presidencial Manuel Adorni señaló que “que haya un Salón de las Mujeres tal vez sea hasta discriminador para los hombres”. Milei eliminó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y lo redujo a una subsecretaría contra la violencia de género.
El Centro de Economía Política Argentina dijo que todas las políticas que el año pasado iban destinadas a reducir las desigualdades de género “están mostrando reducciones muy importantes en términos reales” y que el programa para casos de violencia de género “perdió un 30% de su poder adquisitivo desde la asunción de Milei".
Al grito de “ni una más, ni una más, ni una asesinada más”, miles de mexicanas, vistiendo camisetas y pañuelos morados, tomaron el viernes varias vías del centro de la Ciudad de México. Las cifras de feminicidios en los últimos años han sobrepasado los 3.000 casos por año.
Entre ellas, estaba la abogada Vianca Labastida quien desde hace seis años mantiene una lucha para llevar ante la justicia a los responsables de la muerte de su hija, de 31 años, asesinada a golpes por tres personas en Playa del Carmen, en el Caribe mexicano.
“No me voy a parar. Voy a seguir buscando justicia”, dijo Labastida al denunciar que no hay ningún detenido debido que la “fiscal estuvo en contubernio con los feminicidas”.
Para la empresaria Marcela Ramírez, de 38 años, quien salió a marchar junto a sus dos hijos, será un hecho histórico que este año pueda llegar a la presidencia de México una mujer e indicó que será una buena oportunidad para “exigirle que haga su trabajo, y que nos defienda”.
Las próximas elecciones de junio de México podrían llevar por primera vez a una mujer a la presidencia, en uno de los países más violentos contra ellas, lo que abrió el debate sobre si esto irá acompañado de un avance en políticas de género.
Ninguna de las dos candidatas, la oficialista Claudia Sheinbaum y la opositora Xóchitl Gálvez, ha incluido el aborto entre sus ofertas de campaña, pero sí se plantean medidas para la igualdad y la protección de las mujeres.
Sheinbaum, exalcaldesa de Ciudad de México, anunció estar dispuesta a dar rango constitucional a la igualdad de las mujeres. Para disminuir los feminicidios, se comprometió a promover fiscalías especializadas y obligar a que cada muerte de una mujer sea investigada como feminicidio.
Por su parte, Gálvez también pretende atacar la alta incidencia de feminicidios. Sobre el aborto, despenalizado en 2021 por la Suprema Corte de Justicia, ha afirmado que ya es un derecho y que no dará “ni un paso atrás”.
“Hay que abortar, hay que abortar este sistema patriarcal”, coreaban mujeres en el centro de Bogotá, donde se concentraron las manifestaciones para avanzar a la Plaza de Bolívar, lugar icónico y símbolo de poder donde convergen el Palacio de Justicia, el Congreso y una catedral.
Con pancartas, cientos de mujeres, reclamaban por las violencias basadas en género, especialmente por los feminicidios: “Se escandalizan por las que luchan y no por las que mueren”.
Con su rostro pintado de color morado en forma de antifaz, Natalia, de 22 años, y quien declinó dar su apellido frente a la cámara, dijo estar defendiendo “a todas las mujeres que nos levantamos a luchar, que hemos sido víctimas de los atropellos tanto familiares, sociales como estatales”.
Es uno de los países más flexibles de Latinoamérica sobre interrupción voluntaria del embarazo, desde hace dos años cuando la Corte Constitucional aprobó la despenalización hasta la semana 24 de gestación.
No obstante, los feminicidios siguen siendo una gran preocupación. Al menos 21 mujeres fueron asesinadas en enero, según la Procuraduría.
Miles de mujeres se reunieron en la mítica Plaza Italia, epicentro de las manifestaciones en Santiago, en una marcha que contó con figuras políticas como la ministra de Trabajo, Jeannete Jara, o la diputada comunista Karol Cariola.
Ataviadas con cintas moradas y pañuelos verdes con carteles de “No+impunidad” y banderas palestinas, las chilenas exigían más cambios en una sociedad que cuenta con un gobierno que se califica feminista, donde ha habido muchos avances, pero que aún cuenta con una ley de aborto restrictiva. Se permite en tres causales desde 2017, pero presenta obstáculos en la práctica por la objeción de conciencia.
“Lucho por todas las mujeres que están aún en peores condiciones que una misma, mamás solteras, con papitos corazón que no se hacen cargo económicamente, en mujeres víctimas de violencia de género, mujeres que no pueden entrar al mercado laboral o trabajan con salarios mínimos, que sufren acoso laboral o miles de micromachismos. Es importante alzar la voz contra una injusticia milenaria”, dijo a AP Carolina Rosa, trabajadora de tecnología de 31 años.
Cientos de mujeres se concentraron en el tradicional parque quiteño de El Ejido, desde donde empezaron una marcha gritando consignas como “ahora que estamos juntas, ahora que estamos vivas, ahora que el patriarcado se va a caer”.
También portaban pancartas señalando que “no más feminicidios” o "somos más fuertes que el miedo”.
Este Día Internacional de la Mujer, además, llega sumergido en la polémica por un caso de una violación grupal a dos estudiantes de un reconocido colegio privado por parte de tres compañeros. “Es una muestra de que no hay enfoque de género en las familias, en los establecimientos educativos y tampoco voluntad de hacer cumplir los derechos de las mujeres por parte del Estado”, manifestó Mayra Tirira, abogada y vocera de la organización feminista Surkuna.
En La Paz, la sede de gobierno, por la noche se registró una masiva marcha. Dos muñecos vestidos de hombres fueron quemados en representación de feminicidas, violadores o agresores. “Sufran feminicidas, sufran violadores”, gritaban las mujeres, muchas de ellas con máscaras blancas.
“Pedimos justicia para las mujeres que ya no están con nosotras”, dijo Aracely Quisbert, una estudiante de 24 años.
En Santa Cruz, la ciudad más poblada, exigieron igualdad y respeto a sus derechos con una caminata, mientras que en la ciudad central de Cochabamba realizaron una misa en memoria de mujeres asesinadas.
Con proclamas como “libres, poderosas, vivas y sin miedo”, “no le debes silencio y protección a nadie” o “si en tu útero manda Dios, en el mío mando yo”, cientos de mujeres se marcharon en Lima.
En las escaleras del Palacio de Justicia, la sede de la Corte Suprema de Perú, dos decenas de mujeres pegaron papeles que tenían impresos los retratos de víctimas de feminicidio en sus faldas negras. “¿Qué exigimos?”, gritó una de ellas. “Justicia”, respondieron las demás en coro.
Según cifras oficiales, los feminicidios en Perú subieron a 165 en 2023, frente a los 147 de 2022.
——— Calatrava y Débora Rey contribuyeron desde Buenos Aires; Sánchez, España y Megan Janetsky desde Ciudad de México; Astrid Suárez, desde Bogotá; Patricia Luna, desde Santiago; Gabriela Molina y Gonzalo Solano, desde Quito; y Paola Flores, desde La Paz; Franklin Briceño, desde Lima; Gonzalo Solano, desde Quito.