Investigación: Policía británico que asesinó a mujer nunca debió haber sido contratado
LONDRES (AP) — Un policía en día libre que secuestró y asesinó a una mujer de 33 años en el sur de Londres hace tres años nunca ni siquiera debió haber sido policía y tres agencias policiales fracasaron en detectar problemas, determinó una investigación divulgada el jueves.
Según el reporte, Wayne Couzens tenía antecedentes de observar pornografía violenta y de cometer ofensas sexuales desde casi 20 años antes del asesinato Sarah Everard. Couzens, de 51 años, solía compartir sus proclividades con otros oficiales en un grupo de WhatsApp.
La directora de la pesquisa, Elish Angiolini, advirtió que sin una reestructuración profunda de las prácticas y culturas policiales, “nada evitará que otro Couzens opere a plena vista”.
El asesinato en marzo de 2021 estremeció al país, enojó a muchas mujeres y suscitó interrogantes sobre cómo la policía pudo tener a un asesino entre sus filas. Couzens, quien en ese entonces era miembro de la Policía Metropolitana de Londres, luego se declaró culpable de la muerte de Everard y fue sentenciado a cadena perpetua.
La policía fue objeto de más críticas cuando una vigilia en la que participaron cientos de mujeres para crear conciencia sobre la violencia contra niñas y mujeres, fue dispersada en ocasiones con violencia, ya que violaba las restricciones sobre reuniones públicas que regían entonces por la pandemia de COVID-19.
Everard, quien desapareció cuando caminaba hacia su casa tras visitar a una amiga en el sur de Londres en marzo de 2021, fue hallada muerta una semana después en una zona boscosa a unos 96 kilómetros (60 millas) al sur de la capital. Couzens había usado su placa policial para pararla bajo el pretexto de que estaba violando las normas sobre COVID.
Tres agencias policiales — la policía de Kent, la Civil Nuclear Constabulary y la Policía Metropolitana — “debieron y pudieron” impedir que Couzens tenga empleo de oficial, expresó Angiolini. Identificó una serie de fallas en cuanto a su contratación, revisión de antecedentes y manejo de las denuncias en su contra.
La policía, añadió Angiolini, “repetidamente falló” en detectar señales de que “no era apto para el cargo”.
La familia Everard dijo que cree que ella murió porque Couzens era policía, añadiendo: “Ella nunca se hubiera subido al carro de un extraño”.
Según el reporte, Couzens había sido acusado de varias otras ofensas sexuales, incluyendo “una agresión sumamente grave de una joven que era apenas una adolescente”. La investigación halló por lo menos cinco incidentes que no fueron reportados a la policía, y Angiolini dijo que cree que podría haber más víctimas.