Dos grupos criminales del sur de México acordaron una tregua, según un religioso
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Los líderes de dos de los grupos delictivos más violentos del sur de México acordaron una tregua tras semanas de cruentos choques armados que dejaron numerosos muertos, según indicaron religiosos familiarizados con las conversaciones entre las bandas, sin que haya quedado claro que el acuerdo pueda sostenerse en el tiempo.
El sacerdote José Filiberto Velázquez, director de la organización de derechos humanos local Centro Minerva Bello, dijo el viernes a The Associated Press que, tras meses de conversaciones, los cabecillas del cártel de la Familia Michoacana acordaron una tregua con el grupo delictivo de Los Tlacos. Ambas organizaciones operan en la región de Tierra Caliente, del estado de Guerrero, en el sur del país.
“El conflicto armado que existía en toda esta zona donde han ocurrido los ataques ha cesado”, declaró Velázquez, que conoció el acuerdo a través de los integrantes de las organizaciones delictivas. Admitió que la tregua entre la Familia Michoacana y Los Tlacos “cuelga de un hilo” puesto que depende de la “voluntad de ellos”.
“Nadie estuvo es sus conversaciones ni hay garantías”, agregó.
La AP solicitó a las autoridades del gobierno de Guerrero sus comentarios sobre el pacto entre la Familia Michoacana y Los Tlacos, pero hasta el momento no habían declarado.
El sacerdote explicó que el pacto se concretó a mediados de esta semana tras el violento choque armado ocurrido en el poblado de Las Tunas, en la sierra del municipio de San Miguel Totolapan en el estado, donde según las autoridades murieron 12 personas.
De acuerdo con reportes de medios locales, la mayoría de los muertos eran miembros de la Familia Michoacana, aunque también se mencionó que entre las víctimas habría integrantes de Los Tlacos.
Hace algunas semanas cinco personas fueron asesinadas y sus cuerpos quemados luego de un enfrentamiento en la comunidad agrícola de Buenavista de los Hurtado, en el municipio General Heliodoro Castillo, del mismo estado de Guerrero. La Fiscalía estatal atribuyó las muertes a una confrontación entre la dos mismas organizaciones.
Velázquez precisó que el acuerdo entre los cabecillas de las dos bandas sólo implicó el cese al fuego y no incluyó la repartición de territorios.
En un intento por detener la creciente violencia, cuatro obispos de Guerrero sostuvieron hace semanas conversaciones con algunos líderes de grupos criminales. Tras esos diálogos, algunos medios locales informaron que Los Tlacos también habrían llegado a una tregua con Los Ardillos para no realizar más enfrentamientos en Chilpancingo, capital de Guerrero.
El obispo emérito Salvador Rangel dijo que los acuerdos de los grupos delictivos suelen ser un “tanto frágiles porque en ese mundo del narcotráfico se dan los incumplimientos, se dan las traiciones con mucha facilidad”.
Rangel, quien estuvo al frente de la diócesis de Chilpancingo hasta 2022, señaló que las treguas entre los grupos delictivos favorecen especialmente a los pobladores, que son los más vulnerables en los conflictos armados. Se estima que en Guerrero operan cerca de 40 grupos delictivos.
El obispo emérito, que desde hace siete años ha mantenido conversaciones que organizaciones delictivas para pacificar Guerrero, indicó que recientemente ha sostenido acercamientos con líderes de bandas, que le han manifestado que también quieren llegar a acuerdos para detener los enfrentamientos armados, pero no ofreció detalles.
“Hay otros grupos que quieren la paz, que ya no quieren la guerra, que ya no quieren estarse matando. Quiero aprovechar esa buena voluntad para la pacificación”, agregó.
Por otra parte, en el estado suroriental de Veracruz se registró el viernes un ataque armado que dejó siete fallecidos.
En una avenida de la ciudad de Acultzingo fueron localizados los cuerpos baleados de cinco hombres y dos mujeres, dijo en un comunicado la Fiscalía de Veracruz, que abrió una investigación sobre el hecho.