Retractan 2 estudios citados en caso sobre píldora abortiva por errores y conflictos de interés
Una revista médica se ha retractado de dos estudios que decían mostrar los daños provocados por la píldora abortiva mifepristona, alegando conflictos de interés de los autores y errores en su investigación.
Dos de los tres estudios de los que se retractó la editorial médica Sage Perspectives fueron citados en una sentencia clave de un tribunal de Texas que ha amenazado el acceso a la píldora. La Corte Suprema de Estados Unidos se ocupará del caso el siguiente mes, y se prevé que se pronuncie más adelante en el año. La sentencia del máximo tribunal podría afectar el acceso a la mifepristona en todo el país, incluida la posibilidad de que siga estando disponible por correo.
Los abortos a base de fármacos representan más de la mitad de todos los abortos que se realizan en Estados Unidos, y normalmente involucran el uso de dos fármacos: mifepristona y misoprostol.
Aquí lo que hay que saber acerca de las retractaciones:
Los dos estudios citados en la sentencia judicial fueron publicados en la revista Health Services Research and Managerial Epidemiology. Recibieron el apoyo del Instituto Charlotte Lozier, que forma parte de un grupo de activistas que pretende acabar con el acceso al aborto.
Un artículo de 2021 examinó 423.000 abortos y más de 121.000 visitas a salas de urgencias realizadas a raíz de abortos a base de fármacos y de abortos efectuados a través de una intervención médica entre 1999 y 2015. Los investigadores concluyeron que los abortos farmacológicos se asocian “de forma reiterada y progresiva con una mayor morbilidad postaborto en las visitas a salas de urgencias” que el otro tipo.
Un artículo de 2022 llegó a la conclusión de que el hecho de que no se identifique que ha habido un aborto previo durante una visita a una sala de urgencias –ya sea por parte del médico o porque la paciente lo oculta— representa “un factor de riesgo significativo para un ingreso hospitalario subsecuente”.
El juez federal de distrito Matthew Kacsmaryk citó los estudios en un controvertido fallo que será presentado ante la Corte Suprema de Estados Unidos el próximo mes.
En esencia, Kacsmaryk se puso de parte de un grupo médico cristiano conservador, alegando que la aprobación original de la mifepristona por parte de reguladores estadounidenses fue errónea porque pasó por alto serios problemas de seguridad relacionados con la píldora.
Citó uno de los estudios retractados a la hora de afirmar que la mifepristona provoca “muchos efectos secundarios intensos”. El fallo también citó el segundo artículo retractado al explicar por qué los médicos antiabortistas tenían la capacidad legal para presentar su demanda: en lugar de demostrar que un producto les había perjudicado directamente, el juez dijo que los abortos con medicamentos les causan “una enorme presión y estrés” a los médicos.
Muchos juristas y profesionales médicos se mostraron profundamente escépticos de los argumentos y las estadísticas citadas en la resolución de Kacsmaryk, y un tribunal federal de apelaciones revocó partes de la sentencia a mediados del año pasado.
La aprobación original de la mifepristona por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) en el año 2000 no está en entredicho, pero la Corte Suprema podría revertir algunos cambios recientes que han permitido que el fármaco sea más fácil de conseguir, incluido por correo.
En un aviso de retractación, Sage Perspectives dijo que un lector contactó a la revista para expresar su preocupación por la forma en que habían sido presentados algunos de los datos, los posibles “defectos” en la selección de los mismos y si la afiliación de los autores a organizaciones activistas opuestas al aborto presenta conflictos de interés que deberían haber sido dados a conocer.
Sage dijo en un comunicado que pidió a dos expertos que hicieran una revisión independiente posterior a la publicación, y en ella se halló que las conclusiones “quedaban invalidadas total o parcialmente” por distintas razones, incluidos problemas con el diseño y la metodología del estudio, además de errores en el análisis de los datos.
El autor principal del estudio, James Studnicki, dijo en una declaración enviada por correo electrónico que las decisiones de la editorial son un “ataque infundado contra nuestras investigaciones y estudios científicos”. Studnicki es un vicepresidente del Instituto Charlotte Lozier.
Según Ivan Oransky, profesor de periodismo médico en la Universidad de Nueva York y cofundador del blog Retraction Watch, las retractaciones de artículos de investigación han ido en aumento: el año pasado hubo más de 10.000. Aproximadamente 1 de cada 500 artículos es retractado, frente a 1 de cada 5.000 hace dos décadas.
Ushma Upadhyay, catedrática de Salud Pública de la Universidad de California, campus San Francisco, dijo que los abortos farmacológicos son extremadamente seguros, ya que en menos de un tercio del 1% de los casos se producen efectos adversos graves. Hizo notar que la mifepristona se utiliza desde hace más de dos décadas. Según la FDA, la han usado unas 6 millones de personas para abortar.
Dijo que uno de los principales defectos de la investigación retractada es que los autores equiparan las visitas a salas de urgencias con acontecimientos adversos graves y no confirman si las pacientes recibieron tratamiento.
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