Los colgados y decapitados por los cárteles llegan a Chiapas, en el sur de México
TAPACHULA, México (AP) — Las escenas de los tiempos más sangrientos de la guerra contra el narcotráfico en México —cuerpos colgados de puentes y decapitados— llegaron este lunes al sureño estado de Chiapas, en la frontera con Guatemala, una de las regiones del país donde se libra una sangrienta batalla por el control del territorio entre los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación.
La fiscalía del estado informó primero de la localización del cuerpo desmembrado de un hombre colgado de un puente cerca de Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, una escena que llegó a ser común hace años en lugares como Tamaulipas, en la esquina noreste del país, y más recientemente en estados como Michoacán (occidente), Guerrero (sur) o Zacatecas (centro-norte) pero que era muy inusual en Chiapas.
Por la tarde, el mismo departamento informó del hallazgo de “restos humanos” de cuatro personas en una gasolinera del municipio de La Concordia, en el centro del estado.
Aunque en el comunicado no se ofrecieron más detalles, un agente de la fiscalía estatal que pidió el anonimato por no estar autorizado a hablar de una investigación en curso, indicó a la AP que los restos eran cuatro cabezas humanas que estaban en el interior de un hielera.
En ese mismo municipio, un enfrentamiento a finales de diciembre entre grupos de la delincuencia y elementos del Ejército y policías estatales dejó tres civiles muertos y un oficial herido cerca del rancho del cantante mexicano Julión Álvarez (Julio César Álvarez Montelongo).
En los dos sucesos del lunes aparecieron mensajes de amenazas entre los dos grupos que se disputan las rutas del tráfico de migrantes, armas y drogas procedentes de Centroamérica hacia los Estados Unidos.
Estas organizaciones han multiplicado en los últimos meses el nivel de violencia en la región, con homicidios, secuestros, desapariciones y desplazamiento forzado de muchas personas.