Senadores buscan acuerdo fronterizo con Mayorkas ante amenaza de destitución
WASHINGTON (AP) — Al avanzar con múltiples planes de juicios políticos, los republicanos de la Cámara de Representantes se centraron el miércoles en el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y pretenden demostrar que “es negligente con su deber” frente al aumento de inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México.
El presidente del Comité de Seguridad Nacional, el representante Mark Green, inició el procedimiento de juicio político a Mayorkas en un momento político peculiar: en un lado del Capitolio, un grupo de senadores de ambos partidos ha estado involucrado en negociaciones casi diarias con Mayorkas sobre un paquete histórico de seguridad fronteriza. En el otro lado, el cuerpo legislativo quiere destituirlo de su cargo.
Al abrir la audiencia, Green, republicano por Tennessee, dijo que “no hay otra alternativa razonable que perseguir la posibilidad de un juicio político”.
El panel de la cámara baja ha tenido en la mira a Mayorkas durante todo el año, y por momentos se ha pensado que se lanzaría con los procedimientos de juicio político en su contra a medida que los cruces fronterizos alcanzan niveles récord: han superado los 10.000 en algunos días. El número ha bajado recientemente.
Pero realizar un juicio político a un secretario del gabinete es poco común, y sólo ha ocurrido una vez en la historia de la nación: cuando la Cámara de Representantes llevó a juicio político al secretario de Defensa, William Belknap, en 1876, por sobornos en contratos gubernamentales. Perseguir a un funcionario por una disputa de política —en este caso, por la afirmación de que Mayorkas no respeta las leyes de inmigración— no tiene precedentes.
“No se puede enjuiciar políticamente a un secretario del gabinete porque no te gustan las políticas de un presidente”, dijo Bennie Thompson, representante de Mississippi, el demócrata de más alto rango del comité.
Thompson agregó que la evidencia a lo largo de las audiencias mostrará que Mayorkas, de hecho, hace su trabajo. Denunció la disfunción política proveniente de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes. “Este no es un juicio político legítimo”, declaró.
Con la investigación del juicio político del Partido Republicano sobre el presidente Joe Biden —por los negocios de su hijo Hunter Biden— moviéndose atropelladamente mientras los legisladores trabajan para desenterrar información, los republicanos agudizan su atención en los cruces fronterizos y la investigación sobre Mayorkas.
El presidente de la cámara baja, Mike Johnson, quien encabeza una mayoría que prefiere llevar a cabo supervisión e investigaciones en lugar de implementar legislación bipartidista para resolver preocupaciones, aprobó el proceso y llamó a Mayorkas el “autor principal” de los problemas fronterizos. “El Congreso ahora tendrá que dar el siguiente paso y exigirle que rinda cuentas”, dijo en una conferencia de prensa.
Johnson también habló el miércoles con Biden y “animó enfáticamente” al presidente a utilizar su autoridad ejecutiva para asegurar la frontera sur, dijo el portavoz del presidente, Raj Shah.
El comité de Green llevó a cabo una investigación de varias partes sobre Mayorkas y el departamento, pero aceleró el proceso cuando la representante de derecha radical Marjorie Taylor Greene impulsó la resolución de juicio político luego de que Johnson ganara el mazo de la presidencia de la cámara baja tras la destitución del representante Kevin McCarthy como presidente.
Queda por ver si la investigación de la Cámara de Representantes convence a los legisladores de que la conducta de Mayorkas alcanza el nivel de los “crímenes y faltas graves” que la Constitución especifica para un juicio político.
Muchos republicanos prefieren regresar a las políticas de inmigración de la era de Donald Trump y culpan a Biden por tomar medidas para detener la construcción del muro fronterizo y poner fin a las restricciones de la era de la pandemia de COVID-19 que impidieron que muchos inmigrantes ingresaran a Estados Unidos. Ambas políticas habían sido defendidas por el expresidente, quien va a la cabeza para la nominación presidencial 2024 del Partido Republicano.
“La evidencia documentada a lo largo de este informe demostrará que Mayorkas ha incumplido, y continúa incumpliendo, el deber solemne de asegurar las fronteras de la nación”, dice el informe inicial del panel.
Green, el presidente del comité, ha hecho eco de una idea de conspiración racista infundada conocida como la “teoría del gran reemplazo” cuando argumentó recientemente que la “intención” de Mayorkas de expulsar a menos inmigrantes que Trump era “cambiar fundamentalmente la población de Estados Unidos, y, creo yo, que empoderar al Partido Demócrata a perpetuidad”.
El lunes por la noche, Green dijo que lo que sucede en ambos lados del Capitolio son cosas “distintas”, y agregó que las negociaciones entre Mayorkas y los senadores “continuarán y, con suerte, llegarán a un acuerdo”.
El Departamento de Seguridad Nacional publicó un memorando en el que señala que Mayorkas y los senadores de ambos partidos trabajan arduamente para encontrar “soluciones reales” para arreglar las leyes de inmigración disfuncionales, mientras que la mayoría de la Cámara de Representantes pierde el tiempo en “ataques políticos sin fundamento y sin sentido” al tratar de enjuiciarlo políticamente.
El senador James Lankford, jefe negociador republicano del paquete fronterizo, quien ha estado en negociaciones casi diarias que involucran a Mayorkas, dijo que comprende las frustraciones de sus colegas. Pero los alentó a centrarse, como lo ha hecho él, en la legislación para obligar a Biden a actuar.
“Mayorkas acelera las políticas del presidente Biden; eso es lo que va a hacer un secretario”, dijo Lankford a los periodistas. “Así que puedes intercambiar secretarios: las políticas serán exactamente las mismas”.
El miércoles, en privado, Lankford informó a los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes y el Senado sobre las conversaciones fronterizas, que sufrieron un revés esta semana. Los senadores tuvieron dificultades con ciertas diferencias, particularmente sobre los programas bajo palabra para permitir la entrada a Estados Unidos a inmigrantes que solicitan asilo mientras esperan procedimientos judiciales. Llegar a un acuerdo fronterizo es clave para un paquete de financiación más amplio para Ucrania, Israel y otras necesidades de seguridad nacional.
En el transcurso de las conversaciones, Mayorkas y Lankford han llegado a confiar el uno en el otro mientras el secretario del gabinete intenta abogar por un sistema de inmigración que aporte “orden y humanidad”, según una persona familiarizada con las conversaciones y que habló con The Associated Press bajo condición de anonimato.
Pero la buena voluntad hacia Mayorkas no se ha extendido al cuerpo legislativo, donde los republicanos preparan su esfuerzo para destituirlo de su cargo. La Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes planea celebrar audiencias a lo largo de enero con la finalidad de enjuiciar políticamente a Mayorkas.
Durante la sesión de casi cinco horas del miércoles, los republicanos criticaron el desempeño de Mayorkas, diciendo que había incumplido con su trabajo de detener a inmigrantes que no tenían derecho a estar en el país y permitir que otros permanecieran mientras esperaban los procedimientos legales.
“Lo vamos a enjuiciar políticamente”, dijo el representante Clay Higgins, republicano por Luisiana.
El panel escuchó el testimonio de fiscales generales sobre el flujo de fentanilo a sus estados, a menudo proveniente de los cárteles de la droga, y de un profesor de derecho sobre los fundamentos del juicio político.
Los demócratas dijeron que la audiencia fue diseñada por los republicanos para ganar puntos políticos en lugar de mejorar el sistema de inmigración. “El juicio político no hará que nuestras fronteras sean más seguras”, dijo la representante Delia Ramirez, demócrata por Illinois.
Mientras la cámara baja avanza con sus distintas investigaciones de juicios políticos, no a todos los republicanos les han entusiasmado los proyectos.
Ocho republicanos votaron en noviembre para posponer la votación final de juicio político a Mayorkas al enviarla al comité. Y algunos senadores republicanos se han visto atrapados en un aprieto político mientras intentan apoyar, pero también distanciarse, de sus colegas de derecha radical.
Si la Cámara de Representantes acepta enjuiciar políticamente a Mayorkas, el caso iría a juicio en el Senado, donde se necesita una supermayoría para condenarlo. En la era de Grant, el secretario de Defensa Belknap fue absuelto en el Senado.
“¿Su manejo de eso alcanza el umbral de ‘crímenes y faltas graves’? Esa es una pregunta a la que tendremos que dar respuesta”, dijo el senador John Thune, el segundo líder republicano en el Senado.
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Stephen Groves y Farnoush Amiri contribuyeron a este despacho.