Gobierno noruego insiste en mantener a asesino en masa en aislamiento
COPENHAGUE (AP) — El gobierno de Noruega insistió el viernes que Anders Behring Breivik, un extremista de derecha que masacró a tiros y con una bomba a 77 personas en 2011, debe permanecer en aislamiento, al rechazar su alegato de que se violan sus derechos humanos.
“Existe un gran peligro de violencia y de que inspirará a otros. Por eso debe cumplir su condena bajo medidas estrictas de seguridad”, dijo el abogado del gobierno, Andreas Hjetland, en la última jornada de una audiencia de cinco días.
“Absolutamente nada indica que están violando los derechos humanos de Breivik”, subrayó Hjietland según la agencia noticiosa NTB.
Breivik, que ha cambiado su nombre a Fjotolf Hansen, aseguró en su demanda que el aislamiento al que se lo somete desde que empezó a purgar su condena en 2021 constituye un castigo inhumano bajo la Convención Europea sobre Derechos Humanos. Presentó el mismo argumento en 2016-2017 ante la Corte de Justicia Europea, que rechazó su apelación.
El 2 de julio de 2022, Breivik mató a ocho personas en un atentado con bomba en Oslo y luego, disfrazado de agente de policía, se dirigió a un campamento para la juventud de un grupo político de centroizquierda en la isla de Utøya donde abatió a tiros a 69 personas, en su mayoría adolescentes.
Breivik no ha demostrado remordimiento por sus actos, que presentó como una cruzada contra el multiculturalismo en Noruega.
La audiencia esta semana se realizó en el gimnasio de la prisión de Ringerike, donde purga su condena.
Su abogado, Øystein Storrvik, dijo el jueves que lo ha afectado la falta de contacto con el mundo exterior.
Durante su declaración el martes, Breivik lloró y dijo que padecía depresión y sentimientos suicidas.
La psiquiatra designada por la cárcel, que se ha reunido con Breivik desde su traslado a Ringerike en 2022, expresó dudas al respecto.
“Nunca lo había visto así, nunca lo había visto llorar o expresar alguna emoción. No esperaba esa reacción”, afirmó Janne Gudim Hermansen a la corte el jueves, según NTB. “Tal vez fue su forma de expresar desesperación, pero no tengo certeza de que fuera creíble. Tal vez recurrió a esto para lograr algo”.
Breivik fue condenado a la pena máxima de 21 años de prisión con la disposición —rara vez invocada por la justicia noruega— de que se lo puede mantener tras las rejas por tiempo indeterminado si se lo considera un peligro para la sociedad.