Asesino masivo de Noruega acusa a gobierno de nuevo de violar sus derechos
STAVANGER, Noruega (AP) — El ultraderechista noruego Anders Behring Breivik, quien mató a 77 personas en un ataque con bombas y metralla en 2011, lanzó el lunes un segundo intento por demandar al Estado, acusando al Ministerio de Justicia de violar sus derechos humanos.
Breivik, quien se cambió el nombre a Fjotolf Hansen, sostiene que el aislamiento que se le ha impuesto desde que inició su condena en 2012 equivale a trato inhumano según la Convención Europea de Derechos Humanos. Fracasó en intentos anteriores, en 2016 y 2017, cuando su apelación fue rechazada por la Corte Europea de Justicia.
Su abogado, Øystein Storrvik, dijo a The Associated Press que la salud mental de Breivik se ha deteriorado desde que se le ha impuesto el régimen solitario, dejándole con tendencias suicidas y dependiente a los antidepresivos. Storrvik anunció que pedirá el levantamiento de las restricciones y que se le permita a Breivik tener más contacto con otros presos, y que en su opinión estar 12 años y medio en aislamiento es algo “singular” en la historia judicial europea.
Storrvik dijo al tribunal el lunes que Breivik tenía esperanzas de que podría tener algún tipo de “relación social” cuando fue trasladado de la prisión de Skien a un complejo más espacioso en Ringerike, cerca de Oslo, en 2022, pero que ahí vio que la celda había sido convertida “en una sala de aislamiento”.
En 2012, Breivik fue condenado por asesinato masivo y terrorismo a raíz de una bomba que mató a ocho personas en el distrito gubernamental de Oslo, y una masacre a tiros en la isla de Utøya donde acribilló a 69 personas en un campamento juvenil del centroizquierdista Partido Laborista.
Breivik, quien durante el juicio se describió como un activista antimusulmán, se declaró inocente, afirmando que actuó en defensa propia porque estaba protegiendo a Noruega del multiculturalismo.
Recibió la más severa sentencia contemplada en ese entonces por el código penal noruego: 21 años de prisión con la posibilidad de confinarlo de manera indefinida si sigue siendo considerado peligroso.
“No es una exageración decir que si este tribunal no actúa decisivamente, él será sentenciado a cadena perpetua y jamás podrá interactuar con otras personas”, dijo Storrvik al tribunal el lunes, según la agencia de noticias noruega NTB.