Compañía de EEUU suspende ventas de productos para pruebas de ADN en región del Tíbet
WASHINGTON (AP) — Una compañía de biotecnología de Estados Unidos ha suspendido las ventas de sus productos para pruebas de ADN en la región china del Tíbet, al tiempo que los legisladores estudian controles a la exportación para impedir que Beijing utilice productos estadounidenses para llevar a cabo una vigilancia masiva de sus propios ciudadanos.
Thermo Fisher, con sede en Waltham, Massachusetts, informó en un comunicado que tomó la decisión a mediados de 2023 para suspender las ventas de productos de identificación humana en el Tíbet “basándose en una serie de factores”. No especificó los “factores”. El sitio de noticias Axios reveló por primera vez la decisión de Thermo Fisher esta semana.
La medida de la empresa biotecnológica, que en 2019 adoptó medidas similares en la región étnica de Xinjiang, se produjo en un momento de preocupación en el Capitolio por el historial de Beijing en materia de derechos humanos.
Hace aproximadamente un año, un grupo bipartidista de legisladores exigió saber si la compañía estaba segura de que su equipo no se utilizaba para ayudar o instigar abusos contra los derechos en China, tras reportes de que el gobierno chino había estado recopilando datos de ADN de cientos de miles de tibetanos. Beijing se enfrenta a críticas por su gobierno en el Tíbet, después que el Dalai Lama, líder espiritual de la mayoría de los tibetanos, se viera obligado a huir en 1959 al fracasar una revuelta.
China ha negado la acusación.
“Es una acusación infundada decir que el gobierno chino está recogiendo datos de ADN de minorías étnicas en Xinjiang y Xizang para reforzar la vigilancia”, dijo Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, refiriéndose al Tíbet por su nombre chino de Xizang. “China es un país bajo el imperio de la ley, y la privacidad de los ciudadanos chinos está plenamente protegida por la ley, independientemente de su etnia”.
La acción de la empresa refleja el creciente escrutinio al que se enfrentan las empresas estadounidenses cuando hacen negocios con China. El gobierno del presidente Joe Biden señaló que pretende proteger la seguridad nacional y presionar a China en materia de derechos humanos, manteniendo al mismo tiempo la cooperación y evitando que las tensiones se descontrolen. También afirma que pretende “gestionar de forma responsable” la relación económica entre Estados Unidos y China.