Ataque ucraniano daña un buque de guerra ruso en Crimea, tras reveses en campo de batalla
KIEV (AP) — Aviones de guerra ucranianos dañaron un barco ruso atracado en el mar Negro frente a Crimea, afirmaron ambos países el martes. La noticia levantó el ánimo ucraniano tras recientes decepciones en el campo de batalla y las dudas sobre el futuro de la ayuda occidental.
Los aviones dispararon misiles guiados contra el buque de desembarco Novocherkassk, amarrado en una base de la ciudad de Feodosia, informó el Ministerio de Defensa ruso. Videos que circularon en redes sociales rusas y ucranianas mostraban una explosión en el puerto.
Las autoridades ucranianas afirmaron que el barco había sido destruido. Dijeron que probablemente transportaba municiones y drones.
El Novocherkassk, de unos 110 metros (360 pies) de eslora, puede transportar 10 tanques y 225 marineros.
“Vimos lo potentes que fueron la explosión y la detonación. Es extremadamente difícil que un barco sobreviva a algo así”, declaró el portavoz de la fuerza aérea ucraniana, Yurii Ihnat, en Radio Liberty, que es respaldada por Estados Unidos.
“La flota rusa se ha hecho más pequeña”, comentó el comandante de la fuerza aérea ucraniana, Mykola Oleschuk, en la aplicación Telegram. Instó a los rusos a abandonar Crimea “mientras no sea demasiado tarde”.
En los últimos meses, las fuerzas ucranianas han llevado a cabo una serie de ataques en diversas partes de Crimea, una península del mar Negro anexionada ilegalmente por Rusia en 2014. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, atribuye a esos ataques el mérito de permitir a Ucrania restablecer la navegación en el mar Negro y exportar millones de toneladas de cereales.
En septiembre, un ataque ucraniano alcanzó el cuartel general de la flota rusa del mar Negro en la ciudad crimea de Sebastopol, matando a un militar. Ucrania lanzó más misiles contra la ciudad al día siguiente.
Pero a pesar de las grandes esperanzas puestas en una contraofensiva ucraniana a mediados de año, la línea del frente apenas se movió, y las disputas políticas en los países aliados han dejado en vilo miles de millones de dólares de ayuda.
Esta semana, el presidente Joe Biden pasa apuros para conseguir el apoyo del Congreso para seguir prestando ayuda a Ucrania. Aunque ha prometido en repetidas ocasiones que Estados Unidos respaldará a Ucrania durante “todo el tiempo que sea necesario” para repeler la invasión rusa, no hay señales de un acuerdo bipartidista para mantener el flujo de suministros a medida que la guerra se acerca a su tercer año.
Como muestra de las dificultades de las fuerzas ucranianas en el campo de batalla, el comandante en jefe Valerii Zaluzhnyi dijo el martes que sus tropas se habían retirado a las afueras de la ciudad de Marinka.
Rusia dijo el lunes que había tomado Marinka, que se encuentra a unos 20 kilómetros (12 millas) al oeste de Donetsk, la ciudad más grande en territorio controlado por Rusia.
Zaluzhnyi dijo a los periodistas el martes que las tropas ucranianas habían defendido Marinka durante casi dos años, pero que los rusos “la estaban destruyendo calle por calle, casa por casa”.
“Nuestras fuerzas prepararon una línea defensiva más allá de este asentamiento. Pero puedo decir que esta ciudad ya no existe”, declaró Zaluzhnyi.