Policía federal de Brasil detiene a líder del mayor grupo miliciano en Río tras negociaciones
RÍO DE JANEIRO (AP) — La policía federal de Brasil informó que uno de los principales líderes delictivos del país se entregó el domingo después de negociar con las autoridades locales.
Luiz Antônio da Silva Braga, mejor conocido como Zinho, es el líder principal del mayor grupo miliciano en el estado de Río de Janeiro. Tenía 12 órdenes de arresto en su contra, indicó la policía federal.
“Después de formalidades en cuanto a su arresto, el recluso fue llevado a que se le realizaran exámenes de salud y posteriormente enviado al sistema penitenciario del estado, en donde permanecerá a disposición para nuestros tribunales”, dijo la policía federal.
Los grupos armados surgieron en la década de 1990, cuando estaban conformados principalmente por expolicías, bomberos y soldados que querían combatir la delincuencia en sus vecindarios. Cobraban a los residentes a cambio de protección y otros servicios, y más recientemente incurrieron también en el narcotráfico.
El grupo de Zinho domina la región occidental de Río, en donde varios integrantes de su organización han sido asesinados en los últimos días. Había estado prófugo desde 2018.
Ricardo Cappelli, secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia, dijo en redes sociales que la policía federal había realizado varias investigaciones hasta que dio con Zinho.
“Esto es puro trabajo, trabajo, trabajo”, declaró.
El abogado de Zinho no respondió a una solicitud de comentario de The Associated Press.
Se cree que las milicias controlan alrededor del 10% de la zona metropolitana de Río, según un estudio realizado el año pasado por la organización Fogo Cruzado y un grupo de investigación en materia de seguridad de la Universidad Federal Fluminense. Las milicias son distintas a los grupos del narcotráfico que controlan importantes zonas de Río.
La zona que domina el grupo de Zinho acaparó titulares en octubre, cuando pandilleros incendiaron al menos 35 autobuses en aparente represalia a la muerte de uno de sus líderes a manos de la policía. El ataque ocurrió lejos de los distritos turísticos de la ciudad y no hubo víctimas, pero expuso la capacidad de las milicias para desatar el caos y provocar daños.