ONU: Mueren más de 60 migrantes en naufragio frente a costa de Libia
EL CAIRO (AP) — Un bote en que viajaban decenas de inmigrantes con destino a Europa se hundió frente a la costa de Libia, causando la muerte de más de 60 personas, entre ellas mujeres y niños, informó la agencia de migración de la ONU.
El naufragio del sábado fue la tragedia más reciente en esta zona del Mar Mediterráneo, una ruta peligrosa clave para los migrantes que buscan una vida mejor en Europa, donde, según las autoridades, han muerto miles de personas.
La Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas detalló en un comunicado que el barco transportaba a 86 migrantes cuando fuertes olas lo hicieron naufragar frente a la ciudad de Zuwara en la costa occidental de Libia y que 61 migrantes se ahogaron, citando a los sobrevivientes del “dramático naufragio”.
“El Mediterráneo central sigue siendo una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo”, escribió la agencia en la plataforma de redes sociales X, antes conocida como Twitter.
En los últimos años, Libia se ha convertido en el principal punto de tránsito para los migrantes que huyen de la guerra y la pobreza en África y Oriente Medio. La nación norafricana se ha hundido en el caos tras un levantamiento respaldado por la OTAN que derrocó y mató al autócrata Muammar Gadafi en 2011.
El país es un importante punto de partida para los migrantes que intentan llegar a las costas europeas por el mortífero Mediterráneo central. Más de 2.250 personas murieron en esta ruta este año, según Flavio Di Giacomo, portavoz de la OIM.
Es “una cifra dramática que demuestra que lamentablemente no se está haciendo lo suficiente para salvar vidas en el mar”, escribió Di Giacomo en X.
En los últimos años, los traficantes de personas han aprovechado el caos en Libia al cruzar migrantes a través de las extensas fronteras del país, que comparte con seis naciones. Los migrantes son hacinados en embarcaciones mal equipadas, incluidos botes neumáticos, y emprenden peligrosos viajes por mar.
Aquellos que son interceptados y devueltos a Libia son retenidos en centros de detención administrados por el gobierno plagados de abusos, incluidos trabajos forzados, palizas, violaciones y torturas —prácticas que equivalen a crímenes contra la humanidad, de acuerdo con investigadores asignados por Naciones Unidas.
El abuso suele acompañar a los intentos de extorsionar a las familias de los detenidos, antes que a los migrantes encarcelados se les permita salir de Libia en barcos de traficantes hacia Europa.