Ejército israelí abre pesquisa tras video que muestra asesinato de 2 palestinos a quemarropa
JERUSALÉN (AP) — Israel anunció el viernes la apertura de una investigación de la policía militar sobre el asesinato de dos palestinos en Cisjordania luego de que un grupo israelí de derechos humanos hizo públicos videos que parecían mostrar a los soldados abatiendo a las dos víctimas — un hombre incapacitado y otro desarmado — durante un operativo militar en un campo de refugiados del territorio.
El grupo de derechos humanos B’Tselem acusó al ejército de llevar a cabo un par de “ejecuciones ilegales”.
Los vídeos de las cámaras de seguridad muestran a dos vehículos militares israelíes persiguiendo a un grupo de palestinos en el campo de refugiados de Faraa, en el norte de Cisjordania. Un hombre, que parece sostener un bote rojo, es abatido a tiros por los soldados. B’Tselem identificó a la víctima como Rami Jundob, de 25 años.
El jeep militar se acerca entonces a Jundob, que estaba sangrando en el piso, y se le dispara varias veces hasta que queda inmóvil. Los soldados se acercan después a un hombre identificado por B’Tselem como Thaar Shahin, de 36 años, que se cobija bajo el capó de un auto y le disparan a corta distancia.
Según Btselem, Shahin falleció en el acto mientras que Jundob lo hizo al día siguiente a causa de sus heridas.
El ejército israelí dijo que su policía militar abrió una investigación sobre las balaceras del 8 de diciembre “ante la sospecha de que durante el incidente se efectuaron disparos no conformes a la ley”. Sus hallazgos se remitirán a la fiscalía militar en un indicio de que podrían presentarse cargos penales.
Israel no suele procesar este tipo de casos y los grupos de defensa de los derechos humanos afirman que los soldados no suelen ser castigados aunque se detecten malas prácticas. En un caso de alto perfil, un soldado israelí fue condenado por homicidio involuntario y cumplió una condena reducida de nueve meses de prisión tras disparar a un palestino malherido cuando estaba tirado en el piso en 2016.
El ejército abrió recientemente una investigación a un soldado que disparó y mató a un hombre israelí que acababa de abatir a agresores palestinos en una parada de autobús en Jerusalén. Al parecer, el soldado creyó que el israelí era uno de los atacantes, pese a que se arrodilló en el piso, levantó las manos y se abrió la camisa para mostrar que no era una amenaza. La balacera puso de manifiesto lo que los críticos califican de epidemia de uso excesivo de la fuerza por parte de los soldados israelíes, de la policía y de los ciudadanos armados contra presuntos asaltantes palestinos.
En otro incidente el viernes, la policía dijo que suspendió a los agentes que aparecen en un video golpeando a un fotoperiodista palestino en Jerusalén Este. El reportero fue identificado en redes sociales como Mustafa Haruf, que trabaja para la agencia noticiosa estatal turca Anadolu.
En el video, un agente se acerca a Haruf y lo golpea con la culata de su arma mientras otro lo empuja contra un auto. Uno apunta al reportero con su arma y otro lo tira al piso con una llave. Un agente se arrodilla sobre su cuerpo y otro lo parea repetidamente la cabeza mientras éste grita de dolor.
Otros agentes cerca observan la escena y apartan a los sorprendidos testigos.
“El mando de la Policía Fronteriza considera que la conducta de estos agentes es incompatible con los valores del cuerpo”, indicó la policía en el comunicado en el que anunció la suspensión de los policías y la apertura de la investigación.
Ambos incidentes se producen en un momento de elevada tensión en Cisjordania y Jerusalén Este debido a la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, con los israelíes están alerta ante posibles nuevos ataques. Desde hace años, palestinos y grupos de derechos humanos acusan a las fuerzas israelíes de hacer un uso excesivo de la fuerza y de no exigir responsabilidades.
Desde el inicio de la guerra, la violencia en Cisjordania por parte de las fuerzas y de los colonos israelíes ha alcanzado niveles récord. Desde el 7 de octubre, 287 palestinos han sido asesinados en Cisjordania, de acuerdo con el Ministerio de Salud palestino, lo que convierte a 2023 en el año más letal en el territorio en 18 años.