Hunter Biden se niega a declarar a puertas cerradas en el Congreso
WASHINGTON (AP) — Hunter Biden desafió el miércoles una citación del Congreso para declarar a puertas cerradas ante investigadores republicanos que han estado indagando sus negocios. Insistió en que sólo testificará en público.
El hijo del presidente Joe Biden fustigó la citación emitida por los republicanos para un testimonio a puertas cerradas, argumentando que la información de dichas entrevistas podría manipularse y filtrarse de forma selectiva.
“Los republicanos no quieren un proceso abierto en el que los estadounidenses puedan ver sus tácticas, exponer su infundada pesquisa o escuchar lo que tengo que decir”, dijo Hunter Biden afuera del Capitolio en una inusual declaración pública. “¿A qué le tienen miedo? Aquí estoy”.
El representante James Comer, titular de la comisión para la supervisión del gobierno de la cámara baja, ha dicho que los republicanos esperan "cooperación absoluta” con la declaración privada. Comer y el también representante republicano Jim Jordan, quien encabeza a la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes, dijeron el miércoles a la prensa que comenzarán a analizar la posibilidad de abrir un proceso de desacato al Congreso en respuesta a la falta de cooperación de Hunter Biden.
“Hoy se metió en más problemas”, indicó Comer.
Durante varios meses, los republicanos han realizado una investigación de juicio político con el fin de vincular al presidente Joe Biden con los negocios de su hijo. Hasta el momento, los legisladores republicanos no han podido descubrir evidencia que involucre directamente al mandatario con cualquier irregularidad.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre dijo que el presidente estaba al tanto de lo que diría su hijo. “Pienso que lo que vieron vino del corazón, de su hijo”, declaró. “Están orgullosos de su hijo”.
Los demócratas han mostrado un frente unido contra los intentos de juicio político de los republicanos, asegurando que se trata de un “ejercicio ilegítimo” con el único fin de distraer del caos y la disfunción republicana.
“Nos encontramos en una coyuntura notable en la Cámara de Representantes”, dijo el representante Jamie Raskin, el demócrata de mayor rango en la comisión de supervisión del gobierno. “Porque esta es una investigación de juicio político en la que nadie ha sido capaz de definir qué ofensa penal o constitucional es la que buscan”.
Pero han surgido preguntas sobre aspectos éticos en torno a los negocios internacionales de la familia Biden, y los legisladores insisten en que su evidencia retrata un preocupante panorama de “tráfico de influencias” en sus negocios, en especial con clientes en el extranjero.
“No existe evidencia para sustentar las acusaciones de que mi padre estuvo involucrado financieramente en mis negocios porque eso no ocurrió”, comentó Hunter Biden.
La Casa Blanca se ha referido al proceso en su totalidad como una “campaña partidista de desprestigio” que impulsan los republicanos “a pesar del hecho de que miembros de su propio partido han reconocido que no existe evidencia para respaldar un juicio político al presidente Biden”.
Aunque los republicanos han sostenido que su investigación de juicio político se enfoca en el presidente como tal, han tomado un particular interés en Hunter Biden y sus negocios en el extranjero, por los que acusan al presidente de beneficiarse personalmente. Los republicanos también han centrado buena parte de su indagación en denuncias de interferencia en una añeja pesquisa del Departamento de Justicia sobre la situación fiscal y la tenencia de armas del hijo del mandatario.
Hunter Biden enfrenta actualmente cargos penales en dos estados presentados por un fiscal especial. En Delaware, se le acusa de violar en 2018 las normas que prohíben que consumidores de drogas tengan armas, una época en que él mismo reconoce que luchaba contra una adicción. El fiscal especial David Weiss presentó otros cargos la semana pasada en los que acusa a Hunter Biden de no pagar 1,4 millones de dólares en impuestos en un periodo de tres años.