Finlandia cerrará el último cruce fronterizo que le queda con Rusia
HELSINKI (AP) — Finlandia anunció el martes que cerrará su último cruce fronterizo que permanecía abierto con Rusia en medio de inquietudes de que Moscú está utilizando a migrantes como parte de una “guerra híbrida” para desestabilizar al país nórdico tras su incorporación a la OTAN.
Finlandia ya había cerrado este mes siete de los ochos puertos de entrada en su frontera de 1.340 kilómetros (830 millas) con Rusia, luego de registrar un aumento en las llegadas de migrantes procedentes de Oriente Medio y África. Helsinki ha acusado a Moscú de llevarlos a la frontera a través de densos bosques en el sur hasta el escarpado paisaje ártico en el norte.
“El gobierno ha decidido cerrar todos los cruces en su frontera oriental”, comentó el primer ministro Petteri Orpo a los periodistas, y dijo que Finlandia enfrentaba una situación “extraordinaria” que el gobierno atribuye a Moscú.
“Finlandia tiene motivos para sospechar que la entrada (de migrantes) es organizada por un Estado extranjero. Esto tiene que ver con operaciones de influencia de Rusia y no lo aceptaremos”, aseveró Orpo. “No aceptamos ningún intento de socavar nuestra seguridad nacional. Rusia ha causado esta situación y también puede detenerla”.
El cierre total anunciado el martes durará por lo menos dos semanas, tras las cuales se podría reabrir un cruce fronterizo, dijo el gobierno finlandés.
La situación actual significa que los migrantes que arriben desde Rusia sólo podrán solicitar asilo a su llegada a aeropuertos o puertos finlandeses. Sin embargo, actualmente no hay tráfico aéreo ni de barcos de pasajeros entre Rusia y Finlandia, así que esas opciones no existen.
El Kremlin rechaza que esté alentando a los migrantes para que vayan a Finlandia y dice que lamenta los cierres fronterizos finlandeses. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, señaló la semana pasada que Helsinki debió intentar “una solución mutuamente aceptable o recibir explicaciones”.
Las autoridades finlandesas señalaron que desde agosto han llegado unos 1.000 migrantes sin visa o documentos válidos a la frontera, la cual suele estar sumamente controlada y que representa una parte significativa del flanco noreste de la OTAN y actúa como la frontera externa de la Unión Europea en el norte.
De esa cantidad, unos 900 migrantes llegaron a la frontera de Finlandia con Rusia tan sólo este mes, un aumento inusual para el país de 5,6 millones de habitantes, señalaron las autoridades finlandesas. Los solicitantes de asilo proceden de países como Eritrea, Etiopía, Irak, Pakistán, Somalia, Siria y Yemen, dijeron las autoridades.
La mayoría son hombres jóvenes en sus 20 o 30 años, pero también hay familias con niños y mujeres, de acuerdo con datos y fotografías del control fronterizo. Muchos de ellos iban vestidos con zapatillas deportivas y ropa ligera para actividades al aire libre. Casi todos llegaron a la zona fronteriza en bicicletas que, según los medios de comunicación finlandeses y rusos, les proporcionaron y vendieron.
El gobernador de la región de Múrmansk, en el norte de Rusia, declaró la semana pasada que había al menos 400 personas esperando entrar en Finlandia y que se tenía previsto que la cifra aumentara a medida que Helsinki fuera cerrando poco a poco sus cruces fronterizos.
Orpo dijo en otra declaración que Rusia estaba encaminando a la gente hacia la frontera “en condiciones invernales muy duras. Finlandia está decidida a poner fin a este fenómeno”.