Miss Nicaragua, Sheynnis Palacios, gana Miss Universo
SAN SALVADOR (AP) — Miss Nicaragua Sheynnis Palacios ganó el sábado por la noche la 72ª edición de Miss Universo, celebrada en El Salvador, convirtiéndose en la primera delegada nicaragüense en alzarse con la corona.
Palacios es una comunicóloga de 23 años que fue apoyada por el público en todas las rondas del certamen, en las que también se destacó la participación de las concursantes latinas. Durante su presentación, dijo que busca hacer trabajo en pro de la salud mental, pues ella misma llegó a sufrir episodios de ansiedad que la llevaron a hacerse daño.
Miss Tailandia, Anntonia Porsild, fue elegida primera finalista y Miss Australia, Moraya Wilson segunda finalista.
Tres delegadas latinoamericanas estuvieron entre las primeras cinco finalistas, incluyendo a Palacios; Miss Puerto Rico, Karla Guilfú Acevedo, y Miss Colombia, Camila Avella, quien era además una de las dos primeras concursantes que son madres de familia.
Un total de 84 delegadas compitieron por el título en una edición en la que también hubo dos delegadas trans y por primera vez una concursante de talla grande, Miss Nepal, Jane Dipika Garrett. Para el próximo año los organizadores adelantaron que se retirará el requisito de edad que tiene un límite máximo de 28 años.
La representación de las concursantes latinas fue fuerte durante toda la noche. Siete delegadas latinoamericanas, incluyendo a Palacios; Avella; Acevedo; Miss Perú, Camila Escribens; Miss Chile, Celeste Viel; Miss Venezuela, Diana Silva, y Miss El Salvador, Isabella García-Manzo, pasaron a la ronda de 20 semifinalistas junto con Miss España, Athenea Pérez, y Miss Estados Unidos, Noelia Voigt, quien es de ascendencia venezolana.
Palacios aseguró su corona al responder con mucho aplomo a la pregunta de si pudiera vivir un año en los zapatos de otra mujer, ¿a qué mujer elegiría?
“Escogería a Mary Wollstonecraft”, dijo sobre la escritora y filósofa inglesa del siglo XVIII considerada una de las precursoras del feminismo. “Porque fue la primera mujer que abrió brecha a los derechos de las mujeres. Y haría lo posible para que las brechas salariales de esa época fueran la oportunidad perfecta para que muchas mujeres pudieran trabajar en cualquier área que se puedan desempeñar, porque no hay límite para la mujer. Esa época fue en 1756, 2023 haciendo historia”.
También tuvo que responder a la pregunta de la miembro del jurado Halima Aden, modelo somalí estadounidense, quien quería saber cuáles eran las cualidades y valores que guían a Palacios como líder y modelo a seguir.
“La cualidad que me ha inspirado y he llevado a inspirar a muchas mujeres y niñas el día de hoy es la humildad y aprender a agradecer las pequeñas cosas”, dijo. “Porque es ahí donde está lo más valioso, es la esencia del ser humano”.
El jurado lo completaron Iris Mittenaere, Miss Universo 2016; Nadia Ferreira, Miss Paraguay 2021; Eleanor Concepcion ‘Connie’ Mariano, médico y contralmirante en la Marina de Estados Unidos; Janelle Commissiong, Miss Universo 1977; Denise White, directora ejecutiva y fundadora de la firma deportiva EAG Sports Management; Avani Gregg, gimnasta, bailarina y tiktoker; Sweta Patel, ejecutiva de Roku; Carson Kressley, presentador, actor, productor y diseñador estadounidense; Mario Bautista, cantante mexicano pop, y Giselle Blondet, presentadora de televisión y actriz puertorriqueña. La ceremonia también contó con un número musical del ganador del Grammy John Legend.
Palacios es la segunda Miss Universo centroamericana, tras Justine Pasek de Panamá, quien asumió sus deberes como Miss Universo sustituta tras la destitución de Oksana Gennadyevna Fyodorova de Rusia en 2002.
Muchos en el público no lo recordaban, pero tampoco era la primera vez que El Salvador recibía con los brazos abiertos a Miss Universo. El certamen se había realizado en el país en 1975.
En esta ocasión, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, aprovecho la gala para enviar un mensaje al mundo de los cambios que están ocurriendo en su nación, que en las últimas décadas había sufrido por los altos indicies de violencia delictiva provocada por las maras o pandillas.
“El Salvador ha cambiado para siempre y lo hemos demostrado una vez más, ha sido honor recibir a las delgadas, organizadores y visitantes de diversos países, Miss Universo nos ha brindado la oportunidad de demostrar al mundo que lo que somos capaces, gracias por elegir ser parte del renacimiento de El Salvador”, dijo el mandatario, quien iba vestido de gala sin su tradicional gorra.
“Lo que han vivido aquí es sólo una pequeña parte de todo lo que aspiramos”, agregó y luego los invitó que “sean nuestros embajadores que le hagan saber a todo el mundo que El Salvador es el lugar ideal para luchar por sus sueños, por muy grandes que sean”.
En 2015, El Salvador era considerado uno de los países con más alto índice de homicidios en el mundo, con 106 muertes violentas por cada 100.000 habitantes. Esta situación cambió desde marzo de 2022, cuando Bukele ordenó la aplicación de una política de mano dura contra las pandillas. Más de 70.000 personas acusadas de pertenecer a las pandillas o ser colaboradores de estas estructuras criminales han sido detenidas durante su gobierno. De ellos, más del 90% están en cárceles, incluida una megaprisión para pandillas, lo que a su vez ha generado temores por posibles violaciones a los derechos humanos.
A pesar de todo, la medida ha tenido resultados y El Salvador registra una drástica reducción de homicidios y también tiene aprobación popular. En un mensaje pregrabado, transmitido en la ceremonia televisada antes del discurso de Bukele, Miss El Salvador destacó la labor del presidente por atreverse a poner orden en su país.
En el caso de las 84 candidatas de Miss Universo, se mostraron animadas y confiadas de realizar actividades en El Salvador. Disfrutaron de playas, montañas y lagos y de la capital, además de practicar surf. También interactuaron con fans en centros comerciales, donde miles hicieron filas retratarse con ellas, y fueron varias veces el centro histórico de la capital, una zona antes asediada por las pandillas, donde bailaron al ritmo de música tropical con locales.