Pedro Sánchez batió probabilidades para permanecer en el poder; ahora debe conservarlo

BARCELONA (AP) — El dirigente socialista español Pedro Sánchez logró una nueva hazaña de supervivencia política al hacerse reelegir como presidente del gobierno por absoluta mayoría en un Congreso de Diputados altamente fragmentado. Ahora deberá recurrir a toda su destreza para complacer a su conjunto heterogéneo de seguidores y mantenerse en el poder durante los próximos cuatro años.

No es la primera vez que Sánchez, quien gobierna España desde 2018, supera las probabilidades adversas, pero esta vez lucen particularmente intimidantes. Para ganar el respaldo de la mayoría de los diputados el jueves, hizo acuerdos con seis partidos pequeños, entre ellos dos grupos separatistas catalanes que exigieron a cambio una medida impopular.

Aceptó hacer aprobar una polémica amnistía para cientos de personas en dificultades legales por su participación en el fallido intento de secesión de Cataluña en 2017. Entre ellos se encuentra el expresidente catalán Carles Puigdemont, declarado prófugo por la justicia y para muchos el enemigo público número uno de España desde que dirigió el intento independentista antes de huir a Bélgica.

Si bien los observadores políticos coinciden en que le aguarda un camino lleno de dificultades, por ahora no están dispuestos a escribir su necrológica política, sobre todo en vista de la trayectoria de resistencia que describió en sus memorias, publicadas en 2019 bajo el título “Manual de resistencia”. Es muy difícil, dicen los analistas, derribar un gobierno español por medio de una maniobra parlamentaria.

“Este Gobierno tiene la posibilidad de durar porque es muy difícil, casi, casi imposible, que pueda haber una moción de censura ganadora contra este gobierno”, señaló Oriol Bartomeus, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma de Barcelona. “Dicho esto, este es un gobierno, digamos, con serios problemas de estabilidad”.

En el nuevo gobierno de Sánchez, los socialistas encabezarán una coalición minoritaria de izquierda con el partido antiausteridad Sumar. Juntos tienen 152 legisladores, menos de los 176 necesarios para aprobar las leyes. De ahí la importancia crucial del apoyo constante del partido Junts, de Puigdemont; su rival separatista Esquerra Republicana de Catalunya y dos partidos vascos.

Sánchez ha dicho que al aceptar la amnistía, hace “de la necesidad una virtud”, una forma de reconocer que no la quería y sostener a la vez que beneficiará a Cataluña y a toda España.

Lluís Orriols, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid, dice que completar un período de cuatro años puede resultarle difícil a Sánchez, lo cual no significa que está totalmente a merced de los separatistas.

“En España se ha instalado que incluso cuando un gobierno pierde una ley tan fundamental como podría ser la ley de Presupuestos, puede prorrogar” el presupuesto del año anterior, dijo Orriols. “Por lo tanto, hacer tumbar un gobierno no es hacerle caer a corto plazo".

Sánchez también tiene la ventaja de poder convocar a una elección anticipada si piensa que los socialistas pueden ganar más bancas y dejar de depender de un conjunto tan variopinto de seguidores.

Además, es altamente improbable que los partidarios de Sánchez transfieran su apoyo al Partido Popular debido a su alianza con el partido ultraderechista Vox, que quiere reducir los poderes de los gobiernos regionales y ataca constantemente los nacionalismos catalán y vasco.

Como dijo Aitor Esteban del partido regionalista vasco PNV al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, “Alberto, tu motor está gripado por usar aceite Vox”.

Ambos partidos catalanes han advertido que quieren mucho más que una amnistía. Su objetivo final es que Madrid autorice un referéndum vinculante sobre la independencia de Cataluña, una idea que es un anatema para la mayoría de los españoles e incluso para muchos residentes de Cataluña.

“Tiene tiempo para retractarse ahora”, dijo a Sánchez el jueves la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, pero añadió: “Si no cumple su parte de nuestro acuerdo, no apoyaremos ninguna de sus políticas”.

Un factor que podría ayudar a Sánchez es la feroz competencia entre los dos partidos catalanes, que se enfrentarán en las elecciones regionales a celebrarse en 2025.

Dependiendo de los resultados, los separatistas podrían terminar necesitando también a Sánchez —o sus socialistas podrían incluso retomar el poder en Barcelona. Los partidos separatistas obtuvieron malos resultados en las elecciones de julio en España, mientras que los socialistas surgieron en Cataluña, y el apoyo público al movimiento independentista ha disminuido en medio de luchas internas entre Junts y la Izquierda Republicana por Cataluña.

"Todo depende también del perfil que crea necesario adoptar en las elecciones autonómicas, donde se juegan ambos la baza que realmente les interesa”, sostuvo Montserrat Nebrera, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Internacional de Cataluña.

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Giles reportó desde Madrid.