Dan 7 años de prisión a artista rusa por mensajes contra la guerra
TALLIN, Estonia (AP) — Un tribunal ruso condenó el jueves a una artista y música por reemplazar etiquetas de precios de supermercado con mensajes contra la guerra, y la condenó a siete años de prisión en uno de los casos más sonados relacionados con la reciente represión de la libertad de expresión.
Sasha Skochilenko fue arrestada en su San Petersburgo natal en abril de 2022 y acusada de difundir información falsa sobre el ejército después de reemplazar las etiquetas de los precios por otras que denunciaban la invasión rusa a Ucrania.
“El ejército ruso bombardeó una escuela de artes en Mariupol. En ella se escondían unas 400 personas para protegerse del bombardeo”, se lee en una de las etiquetas. En otra se leía: “Se están enviando reclutas rusos a Ucrania. Las vidas de nuestros niños son el precio de esta guerra”.
Un cliente del supermercado que encontró los lemas los denunció a las autoridades.
El arresto de Skochilenko sucedió aproximadamente un mes después que las autoridades adoptaron una ley que penaliza cualquier expresión pública sobre la guerra que se desvíe de la línea oficial del Kremlin. La ley se ha usado en una represión generalizada contra políticos de la oposición, activistas de derechos humanos y ciudadanos comunes y corrientes críticos del Kremlin, y muchos de ellos han recibido largas penas de prisión.
Skochilenko, de 33 años, no ha negado haber reemplazado las etiquetas de precios, pero rechazó la acusación de difundir información deliberadamente falsa.
No pretendía menospreciar a los militares, sino más bien quería detener los combates, dijo su abogada Yana Nepovinnova a The Associated Press la semana pasada.
“Ella es una persona muy empática y amante de la paz. Para ella, en general, la palabra ’guerra’ es lo más terrible que se pueda imaginar, al igual que el sufrimiento de la gente”, dijo Nepovinnova.
El sitio de noticias independiente ruso Mediazona citó a Skochilenko diciendo en su declaración final ante el tribunal el jueves que el caso en su contra era “extraño y ridículo”, hasta tal punto que personal del centro donde se encuentra detenida “abren mucho los ojos y exclaman: ‘¿En verdad por esto se está encarcelando a la gente ahora?’”
También alegó que un investigador que trabajaba en su caso incluso renunció a su empleo y le dijo a uno de sus abogados que “no se unió a la Comisión de Investigación para trabajar en casos como el de Sasha Skochilenko”.