Muere el astronauta Frank Borman, comandante de la misión Apolo 8 que dio 10 vueltas a la Luna
BILLINGS, Montana, EE.UU. (AP) — El astronauta Frank Borman, comandante del histórico vuelo de la nave Apolo 8 en la Navidad de 1968 que le dio 10 vueltas a la Luna y allanó el camino para el alunizaje al año siguiente, falleció a los 95 años de edad.
Borman murió el martes en Billings, Montana, de acuerdo con la NASA.
El astronauta también estuvo al frente de la aquejada aerolínea Eastern Airlines en la década de 1970 y a principios de 1980 después de abandonar el cuerpo de astronautas.
Pero era mejor conocido por sus labores en la NASA. Él y su tripulación — James Lovell y William Anders — fueron la primera misión del Apolo que viajó a la Luna, y en ver la Tierra como una esfera distante en el espacio.
“Hoy recordamos a uno de los mejores de la NASA. El astronauta Frank Borman fue un verdadero héroe estadounidense”, dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson, en un comunicado emitido el jueves. “Su amor eterno por la aviación y la exploración sólo fue superado por el amor que le tenía a su esposa Susan”.
El Apolo 8 despegó de Cabo Cañaveral, Florida, con tres astronautas a bordo el 21 de diciembre de 1968, pasó tres días viajando a la Luna, e ingresó en la órbita lunar en Nochebuena. Después de darle vuelta a la Luna 10 veces entre el 24 y 25 de diciembre, volvieron a casa dos días más tarde.
En la víspera de la Navidad, los astronautas leyeron del libro del Génesis en una transmisión en vivo desde la órbita: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo”.
Borman terminó la transmisión con: “Y por parte de la tripulación del Apolo 8, cerramos con buenas noches, buena suerte, una feliz Navidad y Dios los bendiga a todos, a todos ustedes en la buena Tierra”.
En su libro, “Countdown: An Autobiography”, Borman dijo que originalmente el Apolo 8 debía orbitar la Tierra. El éxito de la misión Apolo 7 en octubre de 1968, que demostró la fiabilidad del sistema en vuelos de larga duración, hizo que la NASA decidiera que había llegado el momento de intentar volar a la Luna.
Borman escribió cómo se veía la Tierra desde el espacio: “Somos los primeros seres humanos en ver el mundo en su majestuosa totalidad, una experiencia intensamente emocional para cada uno de nosotros. No nos dijimos nada, pero estaba seguro que pensábamos lo mismo: En nuestras familias en ese globo rotatorio. Y quizás compartimos otro pensamiento que tuve: Esto debe ser lo que ve Dios”.