Gobierno venezolano interviene cárcel, la quinta en dos meses en un intento por desarticular bandas
CARACAS (AP) — El gobierno del presidente Nicolás Maduro, que recientemente admitió que bandas criminales operan en las cárceles de Venezuela como centro de mando, anunció el lunes una nueva intervención en un intento por tomar el control de la prisión de Vista Hermosa del estado sureño de Bolívar.
El operativo en la cárcel es el quinto en los últimos 47 días, que comenzaron en septiembre en el centro penitenciario de Tocorón, desde donde actuaba la temida banda del Tren de Aragua.
El centro penitenciario de Vista Hermosa, ubicado a unos 580 kilómetros al sureste de Caracas, fue tomado y ya está bajo control de las autoridades, anunció el ministro de Relaciones Interiores, almirante en jefe Remigio Ceballos, en su cuenta en la red social X, antes conocida como Twitter.
“Hemos hecho desde tempranas horas el trabajo necesario para intervenir totalmente este centro. Hemos desmantelado todas las estructuras criminales que estaban aquí en este centro”, dijo Ceballos, destacando, sin dar otros detalles, que en Vista Hermosa “funcionaba un centro de extorsión”.
Horas más tarde, también en la misma red social, el ministro indicó que fueron encontradas en poder de los reos “un total de 53 armas cortas, 8 armas largas, 5 subametralladoras, 105 cargadores, granadas, lanzagranadas y artificios lacrimógenos", así como más de 30 teléfonos móviles "utilizados para la extorsión”
Además, Ceballos resaltó que los miembros del grupo criminal que operaba en Vista Hermosa están “totalmente bajo custodia de los órganos de seguridad”.
Previamente, este tipo de intervenciones han sido calificadas de “show mediático”, según acusó Humberto Prado, director general de la organización humanitaria Observatorio Venezolano de Prisiones, tras la actuación de la fuerza pública en Tocorón hace casi dos meses.
Prado señaló en su momento que el operativo fue negociado, y como muestra de ello citó que el líder del Tren de Aragua, Héctor Guerrero, se fugó junto con otros presos días antes de la intervención.
El Tren de Aragua es una organización criminal surgida en Venezuela que ha extendido sus operaciones a otros países de Latinoamérica, y cuyos miembros son buscados por delitos de narcotráfico, extorsión, secuestro, sicariato, homicidio, trata de personas y otros relacionados con el crimen organizado, según las autoridades.
Activistas por los derechos humanos y críticos del gobierno de Maduro dicen que numerosas cárceles fungen como centros de mando de organizaciones criminales, que además las controlan.
Si bien las autoridades desestimaron sostenidamente esas alertas, tras la toma de la cárcel de Tocorón, el gobierno de Maduro admitió finalmente la existencia de grupos criminales que operaban dentro y fuera de esos recintos.
En un principio se realizaban desalojos de cárceles como parte de un proceso de reestructuración del sistema penitenciario, pero quedaron fuera de la planificación prisiones como Tocorón, Tocuyito, La Pica, Vista Hermosa y Puente Ayala, que concentraban la mayoría de las denuncias de ilícitos e irregularidades.
Ahora, el ministro de Relaciones Interiores asegura que se ha “garantizado la toma de los centros (carcelarios) más poblados que teníamos en Venezuela, es decir, hemos avanzado en un 99,9 % en la toma completa de todos los centros para que entren en el reimpulso penitenciario”.
Los 1.228 reclusos de Vista Hermosa serán trasladados “temporalmente” a otras prisiones, informaron las autoridades.
Ceballos, quien no ofreció detalles, resaltó que los reos se encontraban “seguros”. No se reportaron heridos ni fallecidos.
Por su parte, Prado apunta que aún quedan numerosos penales que permanecen bajo el control de grupos de presos, y advierte que aún “no hay transparencia” en la información divulgada por las autoridades.
Los otros centros penitenciarios intervenidos en semanas recientes son las cárceles Puente Ayala en el estado oriental de Anzoátegui, Tocuyito en el estado central de Carabobo y el Centro Penitenciario de Oriente del estado Mónagas, conocido como La Pica, en el extremo oriental del país.
Al menos 8.000 reos han sido trasladados a otras prisiones tras las intervenciones. En las requisas posteriores se localizaron desde dispositivos de comunicación como radios y teléfonos móviles hasta armas de fuego y municiones, así como drogas en poder de los reos.
Venezuela cuenta con 85 centros de detención, los cuales tienen serios problemas de hacinamiento y violencia generada por bandas que los controlan internamente y trafican armas y drogas.