Mattison documenta ascenso de Petro años antes de su campaña
MORELIA, México (AP) — El documentalista estadounidense Sean Mattison tuvo la suerte de estar en el lugar y el momento correcto para registrar el ascenso a la presidencia del colombiano Gustavo Petro, exguerrillero y primer mandatario de izquierda en el país.
Mattison, de ahora 37 años, conoció a Petro en 2007, cuando el político colombiano se encontraba refugiado en la casa de los padres de un amigo del cineasta en Washington, tras recibir amenazas de muerte. El amigo le sugirió hacer una documental sobre ese hombre.
“Fuimos a Colombia con Petro, a Sincelejo y a San Onofre, fuimos a fosas comunes, fuimos al Congreso”, dijo el director. “Luego no volví a pensar en Petro por mucho tiempo, vi que él fue elegido como alcalde de Bogotá y también que se había presentado dos veces a la presidencia y perdió las elecciones”.
Petro fue elegido senador en 2006 y alcalde de Bogotá en 2012. Tras sus intentos fallidos por postularse a la presidencia, había una mayor posibilidad de que ganara en 2021. Mattison le pidió autorización para acompañarlo en campaña.
“Le dije ‘seguramente no se acuerda de mí, pero vinimos aquí hace 15 años para hacer un documental’”, señaló el cineasta, quien estrenó su filme en el Festival Internacional de Cine de Morelia en México.
¿Se acordó de él?
“No... De hecho, durante meses no estaba seguro de que él sabía mi nombre. Decía: ‘Llegaron los gringos con cámara de nuevo’”, apuntó el cineasta.
Para “Petro” volvieron a usar el material que grabaron en el 2007. También hay imágenes crudas de noticieros y archivos que retratan los años convulsos que experimentó Colombia con grupos guerrilleros como las FARC y el Movimiento 19 de Abril (M-19), al cual perteneció Petro, surgido en 1970 en protesta por un fraude electoral; así como la respuesta del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) que llevó al fenómeno de los “falsos positivos”, civiles ejecutados por las fuerzas armadas tras ser acusados injustificadamente de pertenecer a las guerrillas y la delincuencia.
En 1990 el M-19 y el gobierno colombiano firmaron un acuerdo de paz, el primero entre un Estado y una guerrilla en América Latina. Una de las condiciones para la paz era que el M-19 se incorporara a la vida civil y continuara por la vía política a través de la Alianza Democrática M-19 (AD M-19), de la que Petro fue uno de sus fundadores.
El documental demuestra lo complicada que es la historia de Colombia, con múltiples actores y fuerzas encontradas.
“Tuve que leer muchos libros para entender la historia de América Latina y estudié durante años”, dijo Mattison. “La idea era contar todos esos capítulos de la historia colombiana para entender lo que estaba en juego en las elecciones del 2022”.
El filme muestra bajo una luz muy positiva a Petro, quien estudiaba economía cuando se incorporó a la guerrilla a los 18 años, en 1978.
“No quisiéramos hacer propaganda para Petro, entrevisté a mucha gente”, dijo el cineasta, quien mencionó a la politóloga María Fernanda Cabal del Centro Democrático como una de las detractoras, quien señala que Petro es “un lobo en piel de oveja”.
“Hicimos todo el esfuerzo para tener una visión equilibrada”, agregó el cineasta. “No quisiera dar mi opinión personal, sobre Petro, porque para mí no es lo más importante eso, prefiero que la gente vea la película y que tenga sus propias impresiones u opiniones”.
Previamente, Mattison había realizado cortometrajes sobre violaciones a los derechos humanos en la región, incluyendo uno sobre Víctor Jara, y fue galardonado con el Premio Emmy de noticias y documental en 2021 al mejor reportaje en español por “Atención! Murderer Next Door” de opinión de The New York Times, sobre las protestas civiles contra exoficiales de la dictadura, conocidas como escraches, en Argentina.
Ante un panorama político Latinoamericano que incluye la popularidad del candidato argentino de ultraderecha Javier Milei, los múltiples presidentes enjuiciados de Perú y movimientos oscilatorios entre la izquierda y la derecha en Brasil, el cineasta dijo que no sería extraño que Petro enfrente otros problemas legales como las acusaciones de corrupción contra su hijo Nicolás por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
“Siento que el fenómeno de la polarización está creciendo en toda América Latina”, dijo. “Estoy seguro que sería el sueño de la derecha intentar hacer lo mismo para derrocar a Petro”.
Lo que sí es un hecho, para Mattison, es que el triunfo de Petro se siente como un avance hacia la paz, acompañado de la hija del candidato presidencial del M19 Carlos Pizarro, asesinado en campaña en 1990, y de la actual vicepresidenta colombiana Francia Márquez quien fue desplazada tras recibir amenazas por su activismo ambiental hace una década. En total, siete candidatos a la presidencia han sido asesinados en la historia de Colombia.
“Para la gente que ha sufrido mucho, como Francia Márquez, como María José Pizarro, ese momento del día de la toma de posesión fue muy emocional, porque ellas son dos ejemplos de personas en Colombia que han perdido familiares y hay decenas de miles de ejemplos de gente así, que son víctimas de la violencia y que vieron la posibilidad de un cambio y de reivindicar las memorias de sus familiares”, dijo. “Hay que destacar el papel de las mujeres en el movimiento que lo llevó al poder a Petro, porque fueron clave”.
Durante el estreno en Morelia, el actor estadounidense Willem Dafoe fue uno de los asistentes a la función.
“Él se acercó a mí después y me dijo que aprendió mucho, que no sabía mucho de la historia del país y que también se quedó impactado por la cantidad de candidatos presidenciales de izquierda que se habían asesinado en el pasado y me agradeció por el trabajo”, dijo Mattison. “Eso es como lo mejor que podría pasar”.
Mattison planea llevar su filme a más festivales de Latinoamérica y estrenarlo en cines de Colombia para principios del próximo año. Vive entre Bogotá y Nueva York y planea seguir un tiempo por Colombia. Entre sus próximos proyectos cinematográficos tiene en mente contar historias sobre el cambio climático en el suroeste de Estados Unidos.
“Siento que va a ser el problema principal de los próximos 100 años, como documentalistas siempre estamos pensando en el futuro”, dijo.