Agencia de ONU afirma que cese al fuego es cuestión de vida o muerte para millones de palestinos
NACIONES UNIDAS (AP) — El comisionado general de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, dijo el lunes durante una reunión de emergencia de la ONU que “una tregua humanitaria inmediata se ha convertido en cuestión de vida o muerte para millones” de personas, y acusó a Israel de aplicar un “castigo colectivo” a palestinos y del desplazamiento forzado de civiles.
Lazzarini advirtió que un mayor deterioro del orden civil luego del saqueo de los almacenes de la agencia por parte de palestinos desesperados por encontrar alimentos y demás ayuda “hará que sea sumamente complicado, o incluso imposible, que la mayor agencia de la ONU en Gaza continúe operando".
Lazzarini, la directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y un alto funcionario humanitario de la ONU presentaron informes ante el Consejo de Seguridad en los que describieron un sombrío panorama de la catastrófica situación humanitaria en Gaza, 23 días después del ataque sorpresa de Hamás contra Israel del pasado 7 de octubre, y de la respuesta militar israelí con el fin de “aplastar” al grupo islamista que gobierna Gaza.
Según las cifras más recientes del Ministerio de Salud de Gaza, más de 8.300 personas han perdido la vida — el 63% de ellas mujeres y niños — y decenas de miles han resultado heridas por los ataques israelíes contra el territorio palestino, indicó la oficina humanitaria de la ONU.
La directora ejecutiva de la UNICEF, Catherine Russell, dijo que el saldo incluye más de 3.400 niños muertos y al menos otros 6.300 heridos. “Esto significa que más de 420 niños mueren o resultan heridos a diario en Gaza, una cifra que debería estremecernos a todos hasta lo más profundo”, declaró.
“Esto rebasa el número de niños muertos anualmente en todas las zonas de conflicto a nivel mundial desde 2019”, añadió Lazzarini. “Esto no puede ser ‘daño colateral’”.
Muchos de los oradores en la reunión del consejo condenaron el ataque de Hamás del 7 de octubre que dejó más de 1.400 muertos en Israel, y llamaron a la liberación de los cerca de 230 rehenes que tomaron los combatientes palestinos.
Pero prácticamente todos subrayaron también que Israel está obligado por las leyes humanitarias internacionales a proteger a los civiles y la infraestructura vital, como hospitales y escuelas. Igualmente se criticó a Israel por frenar el suministro de alimentos, agua, combustible y medicamentos hacia Gaza y por cortar las comunicaciones durante varios días.
Lazzarini dijo que “el puñado de caravanas” que ingresaron a Gaza desde el cruce fronterizo de Rafah con Egipto en los últimos días “no es nada en comparación con las necesidades de más de 2 millones de personas atrapadas en Gaza”.
“El sistema actual para el ingreso de ayuda a Gaza está destinado al fracaso”, señaló, “a menos que exista voluntad política para un flujo significativo de suministros, acorde a las necesidades humanitarias sin precedentes”.
Lazzarini, comisionado general del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA por sus siglas en inglés), dijo que no hay un solo lugar seguro en Gaza y advirtió que habrá un colapso de los servicios básicos, que los medicamentos, alimentos y agua se agotan, y que las calles “han comenzado a llenarse de aguas residuales, las cuales causarán muy pronto un riesgo para la salud a gran escala”.
La UNICEF supervisa los problemas de agua y saneamiento para la ONU, y Russell advirtió que “la falta de agua limpia y de saneamiento están a punto de convertirse en una catástrofe”.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, hizo un llamado a la unidad de un dividido Consejo de Seguridad y dijo que “la crisis humanitaria en Gaza cada día es más grave”.
Thomas-Greenfield, quien subrayó que se deben proteger todas las vidas de civiles, dijo que el Consejo debe solicitar “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, abordar las inmensas necesidades humanitarias de los civiles palestinos en Gaza, ratificar el derecho de Israel a defenderse del terrorismo, y recordar a todos los involucrados que se deben respetar las leyes humanitarias internacionales”. Reiteró el llamado del presidente Biden para implementar pausas humanitarias para la salida de los rehenes, el ingreso de ayuda y el traslado seguro de civiles.
“Eso significa que Hamás no debe usar palestinos como escudos humanos, un acto impensable de crueldad y una violación a las leyes de guerra”, dijo la embajadora estadounidense, “y eso significa que Israel debe tomar todas las precauciones posibles para evitar lastimar a civiles”.
En una muestra de la creciente preocupación de Estados Unidos por el elevado número de palestinos muertos, Thomas-Greenfield dijo al Consejo que Biden le reiteró el sábado al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu “que si bien Israel tiene el derecho y la responsabilidad de defender a sus ciudadanos del terrorismo, debe hacerlo en apego a las leyes humanitarias internacionales”.
“El hecho de que Hamás opere bajo la protección de zonas civiles crea una carga adicional para Israel, pero eso no disminuye su responsabilidad para distinguir entre terroristas y civiles inocentes”, declaró.
Luego de que el Consejo de Seguridad rechazó cuatro propuestas de resolución — una vetada por Estados Unidos, otra por Rusia y China, y otras que no alcanzaron el mínimo de nueve votos a favor — las naciones árabes recurrieron el viernes a la Asamblea General, en donde no hay veto.
El organismo mundial de 193 integrantes adoptó, con 120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones, una resolución que solicita treguas humanitarias que conduzcan al cese de hostilidades. Ahora, los 10 miembros electos de los 15 integrantes del Consejo de Seguridad intentan negociar nuevamente una resolución que no sea rechazada. A pesar de que las resoluciones del Consejo son legalmente vinculantes, no es el caso con las que se adoptan en la Asamblea, aunque se les considera un importante barómetro de la opinión de la comunidad internacional.
El embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, criticó que el Consejo no condenara los ataques de Hamás y cuestionó a los países integrantes del organismo: "¿por qué las necesidades humanitarias de los gazatíes son la única cuestión en la que se centran?”
Por su parte, Riyad Mansour, embajador palestino ante la ONU, instó al Consejo de Seguridad a seguir los pasos de la Asamblea General, poner fin a su parálisis y exigir “el fin de este derramamiento de sangre, que constituye una afrenta a la humanidad, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, y un peligro claro e inminente para la paz y la seguridad regionales e internacionales”.
“Salvemos a los que aún pueden ser salvados y enterremos dignamente a los que han perecido”, manifestó Mansour.