Una corte rusa prolonga en 6 semanas la detención de una periodista rusoestadounidense
Una corte rusa ordenó el lunes que una periodista rusoestadounidense, detenida la semana pasada y acusada de no registrarse como agente extranjera, permanezca retenida hasta principios de diciembre, según su empleador.
Alsu Kurmasheva, editora del servicio Tatar-Bashkir de la emisora con financiamiento del gobierno estadounidense Radio Free Europe/Radio Liberty, compareció en una vista cerrada ante una corte en la ciudad de Kazán, capital de la república de Tartaristán.
El servicio de radio dijo que la corte había ordenado que continúe detenida hasta el 5 de diciembre, y rechazó la petición de su abogado de que se dictaran medidas preventivas distintas al encarcelamiento.
Era la segunda periodista estadounidense detenida en Rusia este año, después del reportero del Wall Street Journal Evan Gershkovich, detenido por cargos de espionaje en marzo. Gershkovich permanece retenido.
Kurmasheva está acusada de no registrarse como agente extranjera y recopilaba información sobre actividad militar rusa, según el sitio web estatal de noticias Tatar-Inform. Si es condenada, podría enfrentar hasta cinco años de prisión.
Kurmasheva, que vive en Praga, recibió el alto el 2 de junio en el Aeropuerto Internacional de Kazán tras viajar a Rusia para una emergencia familiar el 20 de mayo, según RFE/RL.
El personal del aeropuerto confiscó sus pasaportes ruso y estadounidense y fue multada por no registrar su pasaporte estadounidense. Estaba esperando a que se le devolvieran los pasaportes cuando se presentaron los nuevos cargos el miércoles, según RFE/RL.
RFE/RL recibió instrucciones de registrarse como agente extranjero ante las autoridades rusas en 2017, y ha impugnado las leyes rusas sobre agentes extranjeros ante la Corte Europea de Derechos Humanos. La organización ha recibido multas del gobierno ruso por valor de millones de dólares.
El Comité para Proteger a los Periodistas tachó los cargos contra Kurmasheva de “espurios” y afirmó que su detención es “una prueba más de que Rusia está decidida a asfixiar el periodismo independiente”.
Kurmasheva informaba sobre minorías étnicas en Tartaristán y Baskortostán en Rusia, lo que incluye proyectos para proteger y preservar la lengua y cultura tártara, según su empleador.
Gershkovich y The Wall Street Journal niegan las acusaciones en su contra, y el gobierno estadounidense le considera detenido de forma injusta.
Las autoridades rusas no han detallado pruebas que respalden las acusaciones. El proceso judicial en su contra está cerrado porque la fiscalía dice que algunos detalles son clasificados.