Miles de personas protestan en distintas partes del mundo contra bombardeos de Israel a Gaza
Miles de personas de países musulmanes y de otras partes del mundo realizaron manifestaciones el viernes en una muestra de solidaridad con los palestinos de la Franja de Gaza. Pidieron que se ponga fin al bloqueo y a los ataques israelíes emprendidos tras la incursión de combatientes de Hamas, grupo que gobierna Gaza, en Israel.
Los manifestantes se dirigieron a los puestos de control militares israelíes tras las oraciones del viernes en Cisjordania y se congregaron en Irak, en el paso fronterizo del país con Jordania; en la propia Jordania; en localidades de todo Egipto; en Ankara, la capital de Turquía, y en Estambul, su ciudad más poblada; y en Indonesia, Malasia, Marruecos y Sudáfrica.
La explosión del martes por la noche en un hospital de la ciudad de Gaza que atendía a palestinos heridos y a residentes que buscaban refugio fue un tema destacado en algunas de las protestas. No se ha determinado la causa de la explosión en el hospital Al Ahli.
Según evaluaciones estadounidenses, la explosión no fue causada por un bombardeo israelí, como informó el Ministerio de Salud de Gaza. Israel ha presentado videos, audios y otro tipo de información que, según dice, muestran que la explosión fue causada por un cohete malogrado que fue lanzado por militantes palestinos, quienes negaron su responsabilidad.
The Associated Press no ha verificado de forma independiente ninguna de las afirmaciones o pruebas presentadas por las partes.
El asedio israelí contra el territorio palestino y los bombardeos fueron el centro de manifestaciones a principios de esta semana en universidades egipcias, en el interior de un edificio de oficinas del Congreso en Washington, ante la embajada israelí en Bogotá, Colombia, y cerca de la embajada estadounidense en Beirut.
Casi dos semanas después del ataque de Hamas contra Israel, estas protestas continúan mientras Israel se prepara para invadir Gaza por tierra.
El Ministerio de Salud de Gaza ha informado que más de 4.000 personas han muerto y más de 13.000 han resultado heridas en Gaza desde el comienzo de la guerra, la mayoría mujeres, niños y ancianos. Se cree que más de 1.000 personas han quedado sepultadas bajo los escombros, según las autoridades.
En Israel han muerto más de 1.400 personas, en su mayoría civiles asesinados durante la incursión de Hamas. Aproximadamente otras 200 fueron secuestradas.
Las protestas estallaron el viernes en las principales ciudades del territorio palestino de Cisjordania, ocupado por Israel, tras las oraciones del mediodía. Los palestinos salieron en masa de las mezquitas y se dirigieron a los puestos de control militares israelíes en Ramala, Hebrón y Belén, donde arrojaron piedras contra los soldados y quemaron neumáticos. Las fuerzas de seguridad israelíes respondieron lanzando gases lacrimógenos y disparando armas de fuego.
El Ministerio de Salud palestino en Cisjordania informó que 21 personas habían resultado heridas por disparos de soldados. La tensión fue especialmente alta en Hebrón, donde activistas de Hamas convocaron a protestas masivas. Los residentes de Hebrón compartieron panfletos que, según dijeron, habían sido lanzados por toda la ciudad por drones militares israelíes y en los que se advertía que cualquiera “que se manifieste en nombre de Hamas será perseguido”. No hubo comentarios de momento del ejército israelí.
En Tulkarem, los milicianos portaban fusiles y se escucharon disparos el viernes durante los funerales de 13 personas que murieron en una batalla con las tropas israelíes en el campamento de refugiados de Nur Shams.
Los 13 días transcurridos desde el estallido de la guerra han sido los más mortíferos en décadas en Cisjordania, con más de 80 palestinos muertos a manos de soldados y colonos israelíes.
Miles de egipcios se manifestaron en ciudades y poblados de todo el país norafricano en solidaridad con los palestinos de Gaza.
En una medida poco habitual, el gobierno egipcio aprobó e incluso ayudó a organizar 27 lugares para que los manifestantes se reunieran el viernes. Desde su llegada al poder en 2013, el gobierno de Abdul Fatá El Sisi ha prohibido las grandes manifestaciones públicas. Pero las protestas pro palestinas también se registraron en zonas no designadas.
Cientos de personas se reunieron en el patio de la mezquita de Al Azhar, la institución religiosa musulmana suní más importante del mundo, en el centro de El Cairo. “Oh, Al Aqsa, no te preocupes, te redimiremos con nuestra alma y nuestra sangre”, corearon tras la oración del mediodía del viernes. La mezquita de Al Aqsa es el tercer lugar más sagrado del islam, situado en la disputada Ciudad Vieja de Jerusalén, un lugar también conocido por los judíos como el Monte del Templo, que es el lugar más sagrado del judaísmo.
En una marcha que no figura entre las aprobadas por el gobierno, decenas de manifestantes se congregaron en la plaza Tahrir, donde fueron acordonados por las fuerzas de seguridad. La céntrica plaza de El Cairo fue el punto central del levantamiento de 2011 que derrocó al expresidente Hosni Mubarak.
En los puntos oficiales de protesta situados en las principales ciudades egipcias, la televisión estatal mostró a los manifestantes ondeando banderas y coreando consignas pro palestinas.
Aunque Egipto mantiene relaciones operativas tanto con Israel como con Hamas, la inmensa mayoría de los egipcios siente simpatía por los palestinos y su deseo de independencia.
En la última semana, El Sisi ha criticado públicamente a Israel, acusando al gobierno de Benjamin Netanyahu de intentar liquidar la causa palestina empujando a los habitantes de Gaza a territorio egipcio.
Decenas de simpatizantes del grupo libanés Hezbollah y otras personas se manifestaron en un suburbio del sur de Beirut para pedir el levantamiento del asedio contra Gaza y para expresar apoyo a los palestinos que viven allí.
“Saludamos a los héroes de Gaza, al pueblo de Gaza, a los ancianos, hombres, mujeres y niños”, dijo el legislador de Hezbollah Ali Ammar. Los manifestantes ondearon banderas de Hezbollah, libanesas y palestinas y quemaron una bandera estadounidense.
Hezbollah y el ejército israelí han tenido choques en ciudades de la frontera entre Líbano e Israel. El grupo militante ha amenazado con una escalada si Israel lanza una invasión terrestre a Gaza, mientras que Israel ha prometido tomar represalias contra Líbano si eso ocurre.
El gobierno libanés y la comunidad internacional temen que una invasión terrestre extienda la guerra al país y a otros lugares de la región.
Israel y Hezbollah libraron una guerra de un mes que terminó sin un claro vencedor en 2006.
En Turquía, donde el gobierno ha declarado tres días de luto en solidaridad con las víctimas de la explosión en el hospital Al Ahli de Gaza, miles de personas protagonizaron protestas ante las mezquitas tras las oraciones del viernes en Estambul y en la capital, Ankara.
En Estambul, manifestantes afiliados a grupos islámicos ondearon banderas turcas y palestinas, mostraron pancartas y corearon consignas contra las acciones de Israel en Gaza.
“Detengan el genocidio” e “Israel, asesino, fuera de Palestina”, decían algunas de las pancartas. Alrededor de una docena de hombres con batas de médico manchadas de rojo cargaban muñecos que representaban bebés muertos para protestar por la explosión en el hospital, mientras que algunos de los manifestantes prendieron fuego a una efigie del primer ministro israelí y a una bandera israelí.
A diferencia de las protestas de principios de semana, cuando algunos manifestantes intentaron entrar en las misiones diplomáticas israelíes en Ankara y Estambul y lanzaron fuegos artificiales contra el consulado israelí, no se registraron actos violentos durante las manifestaciones del viernes.
Israel retiró el jueves a sus diplomáticos de Turquía por motivos de seguridad, informaron funcionarios.
Cientos de manifestantes desafiaron el tiempo lluvioso del viernes por la noche en Nueva York y marcharon hacia la oficina de la senadora estadounidense Kristen Gillibrand en Manhattan, muchos de ellos gritando “alto el fuego ya”, para pedir a la demócrata —y al resto de la delegación— que condenen el continuo bombardeo de Gaza por parte de Israel.
La marcha fue organizada por los Socialistas Demócratas de Estados Unidos, de la Ciudad de Nueva York, y una coalición diversa de grupos musulmanes, judíos y otros. La rabina Miriam Grossman, residente en Brooklyn, dijo a la multitud que conoce a muchas personas que lloran la pérdida de familiares en el ataque de Hamas o que tienen amigos y familiares tomados como rehenes. Además, Grossman dijo que también conoce a muchos palestinos que “viven aterrorizados” al perder el contacto con sus seres queridos en Gaza.
“El alto el fuego es la única forma de que los rehenes israelíes, niños y ancianos, pueden volver a casa”, afirmó. “El alto el fuego es la única forma de que miles y miles de palestinos más no mueran atrapados en Gaza, atrapados bajo los escombros de las bombas israelíes”.
La policía detuvo a decenas de manifestantes que bloquearon la Tercera Avenida frente a la oficina de Gillibrand al sentarse en medio de la calle.
En una concentración en favor de Israel celebrada el jueves por la noche, en la que cientos de personas abarrotaron Times Square, en Nueva York, para exigir la liberación de los rehenes, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, dirigió a la multitud al grito de ”tráiganlos a casa”. Fotos de los rehenes y de la bandera israelí colgaban de vallas publicitarias.
Schumer dijo que en una reciente visita aseguró a los israelíes que Estados Unidos está comprometido con Israel. “No los vamos a abandonar”, dijo a la multitud. “Lucharemos con ustedes codo con codo hasta que la amenaza de Hamas sea totalmente eliminada y cada rehén sea traído a casa”.
Cientos de manifestantes iraquíes se congregaron en el paso fronterizo occidental de Trebil, cerca de Jordania, en una manifestación organizada por el Marco de Coordinación, una alianza de grupos políticos y milicias chiíes de Irak respaldados por Irán.
La coalición pro iraní también convocó a una protesta en Bagdad, cerca de la puerta principal de la fortificada zona internacional, donde se encuentra la embajada de Estados Unidos, para condenar su respaldo a Israel en la actual guerra contra Hamas.
Su rival, el clérigo chií Muqtada al-Sadr, el más influyente de Irak, hizo un llamamiento el jueves a las naciones árabes fronterizas con Israel, en particular Líbano, Siria, Egipto y Jordania, para que participasen en lo que denominó manifestaciones pacíficas en sus fronteras.
Los manifestantes ondearon banderas palestinas y corearon “No a Israel” antes de orar en presencia de clérigos.
En los últimos días, milicias respaldadas por Irán atacaron bases militares estadounidenses en Irak. Irán ha advertido que una incursión terrestre israelí en Gaza podría desencadenar una escalada de grupos armados aliados y una posible guerra regional.
Manifestantes pro Hamas se enfrentaron a las fuerzas de seguridad jordanas, que les impidieron marchar hacia la frontera con Cisjordania, y la policía efectuó al menos dos detenciones.
Se cerraron todas las carreteras hacia la frontera y se permitió a unos pocos miles de personas manifestarse en la zona de Naour, entre la capital, Amán, y la frontera.
Los manifestantes corearon consignas a favor de Hamas y condenaron al gobierno jordano por bloquear el acceso a la frontera. También exigieron la ruptura de todas las relaciones diplomáticas con Israel y la expulsión de su embajador en Jordania.
Miles de yemeníes se manifestaron por todo el país, dividido y devastado por la guerra, en apoyo de los palestinos.
Hubo grandes protestas en la capital, Saná, gobernada por los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, pero también en el sur, donde tiene el control un grupo secesionista llamado Consejo de Transición del Sur.
En Saná, miles de personas ondeaban banderas palestinas y coreaban: “Con nuestras almas, con nuestra sangre, nos sacrificamos por vosotros... oh palestinos”.
Los rebeldes hutíes son enemigos acérrimos de Israel y Estados Unidos. La semana pasada, el líder del grupo advirtió a Estados Unidos que no interviniera en el conflicto entre Israel y Hamas, amenazando con que sus fuerzas tomarían represalias disparando drones y misiles.
Los hutíes organizan regularmente marchas pro palestinas en tiempos de conflicto entre Israel y los palestinos.
Manifestantes con pancartas y coreando lemas en apoyo de los palestinos se manifestaron ante una mezquita tras las oraciones en Salé, Marruecos.
El manifestante Lahcen Farhi dijo que esperaba que la concentración pacífica ayudara a la población de Gaza.
“Al menos queremos que les lleguen las medicinas, o... que se detenga la guerra”, dijo, y añadió que las manifestaciones de apoyo a los palestinos deben realizarse “sin violencia y en el marco de la ley”.
Unos 1.000 musulmanes marcharon por una concurrida calle de Kuala Lumpur tras las oraciones del viernes, pidiendo el fin de la matanza en Gaza.
Enarbolando banderas palestinas, se congregaron frente a la embajada de Estados Unidos para protestar por el apoyo estadounidense a Israel.
“Israel no es más que un bravucón, y son cobardes porque atacan a los niños y al hospital. (Los palestinos) están indefensos porque se les niegan todas las cosas básicas de la vida para sobrevivir, y sin embargo, (Israel) se queja de que están siendo acosados por Hamas”, dijo la jubilada Salwa Tamrin.
Al grito de “Muerte a Israel, Dios es grande”, muchos portaban pancartas pidiendo el fin de la violencia. “Para mí, Palestina es legítimamente de los palestinos, no es el lugar para los israelíes. Fueron allí y arrebataron la tierra” a los palestinos, afirmó el activista Isyraf Imran.
Malasia, de mayoría musulmana y firme defensora de la causa palestina, no mantiene lazos diplomáticos con Israel. El primer ministro Anwar Ibrahim, que se encuentra en Arabia Saudí para asistir a la cumbre de la ASEAN y el Consejo de Cooperación del Golfo, advirtió el viernes que la crisis humanitaria de Gaza podría convertirse en un conflicto regional y mundial si no se encuentra una solución.
En la capital de Indonesia, los manifestantes marcharon desde varias mezquitas hasta la embajada de Estados Unidos en Yakarta para denunciar el apoyo estadounidense a Israel.
También se produjeron protestas similares frente a la misión de Naciones Unidas, a pocos kilómetros de la embajada, y en el complejo del Ministerio de Asuntos Exteriores indonesio. Según las autoridades, unas 1.000 personas participaron en las concentraciones celebradas en Yakarta tras las oraciones del viernes en el país de mayoría musulmana más poblado del mundo.
Los manifestantes que marcharon hacia la embajada de Estados Unidos interrumpieron el tráfico a su paso mientras coreaban “Dios es grande” y ” Salven a los palestinos”.
Ondeando banderas indonesias y palestinas, y carteles en los que se leía “Estamos orgullosos de apoyar a Palestina”, más de 100 ruidosos manifestantes se congregaron a lo largo de una importante calle de Yakarta que pasa por delante de la embajada.
Algunos quemaron retratos del presidente estadounidense Joe Biden y del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
Alrededor de 1.000 policías se desplegaron en torno a la embajada, el cercano palacio presidencial y la misión de la ONU.
Indonesia no mantiene relaciones diplomáticas formales con Israel, y no hay embajada israelí en el país. Es una firme defensora de los palestinos.
El presidente Joko Widodo condenó enérgicamente la explosión del hospital de Ciudad de Gaza.
“Ahora es el momento de que el mundo se una para construir la solidaridad global con el fin de resolver la cuestión palestina de forma justa”, declaró Widodo desde Arabia Saudí, en donde asistía a la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN por sus siglas en inglés) y el Consejo de Cooperación del Golfo.
La comunidad judía de Roma ha recordado a las 203 personas que se cree que están retenidas por Hamas colocando una larga mesa de Shabat para ellos afuera de la principal sinagoga de la capital y sillas vacías para cada uno de los rehenes.
En los respaldos de cada silla había un folleto con el nombre, la edad y la foto de cada persona desaparecida. Sobre la mesa había velas, vino y hogazas de challah, el pan trenzado que se suele comer durante la cena del viernes. Los mismos folletos aparecieron en vallas publicitarias en otros lugares del centro de Roma.
Según el gobierno israelí, Hamas tiene retenidas a unas 203 personas después de que sus militantes asaltaran el sur de Israel el 7 de octubre. Se cree que entre ellas hay al menos dos italo-israelíes.
El líder de la comunidad judía de Roma, Victor Fadlun, dijo que la comunidad esperaba el menor número posible de víctimas. Afirmó que el pueblo palestino también sufría y era “rehén” de Hamas. "De ellos debemos esperar una mano amiga y esperar que haya una solución adecuada para todos”, comentó.
Manifestantes pro palestinos encabezados por el Congreso Nacional Africano, el partido gobernante en Sudáfrica, protestaron ante la embajada de Israel en la capital, Pretoria.
Más de 1.000 manifestantes paralizaron el tráfico mientras marchaban por las calles. Fue la mayor manifestación de este tipo en Sudáfrica, donde la causa palestina sigue gozando de un importante apoyo.
Dirigentes del CNA, entre ellos el jefe del partido en la provincia de Gauteng, Panyaza Lesufi, y el primer subsecretario general, Nomvula Mokonyane, encabezaron a los manifestantes por las calles de Pretoria. Los aliados políticos del CNA, entre ellos el Partido Comunista Sudafricano y el Congreso de Sindicatos Sudafricanos, también se unieron a la marcha.
El CNA ha expresado su solidaridad con el pueblo palestino, destacando su larga relación que se remonta a los días de la política racial del apartheid implementada por el gobierno de la minoría blanca.
Su líder juvenil, Collen Malatji, pidió al gobierno sudafricano que prohibiera todas las importaciones y negocios israelíes en Sudáfrica.
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Los periodistas de The Associated Press Isabel DeBre en Jerusalén; Jack Jeffery en El Cairo; Abdulrahman Zeyad en Bagdad; Kareem Chehayeb en Beirut; Suzan Fraser en Ankara, Turquía; Ahmed al-Haj en Saná, Yemen; Eileen Ng en Kuala Lumpur, Malasia; Niniek Karmini y Andi Jatmiko en Yakarta, Indonesia; Nicole Winfield en Roma; Mogomotsi Magome en Johannesburgo y Susan Haigh en Hartford, Connecticut, contribuyeron a este despacho.