Laboristas en Gran Bretaña muestran optimismo en busca de volver al poder
LONDRES (AP) — Los miembros del opositor Partido Laborista británico se reúnen el domingo en Liverpool para su conferencia anual con un sentimiento desacostumbrado: El optimismo.
El partido lleva 13 años fuera del poder y en las elecciones más recientes en 2019, sufrió su peor derrota desde 1935. Pero las encuestas más recientes le dan al partido una ventaja de hasta 20 puntos por encima del gobernante Partido Conservador, y la semana pasada ganó una elección especial en Escocia, lo que ayudó a levantar la moral.
Los laboristas están al alcance del poder, siempre y cuando no cometan un tropiezo grave.
Las elecciones en Escocia “fueron un gran paso en la dirección correcta, un paso importante”, declaró el líder laborista Keir Starmer, “pero aceptamos esto con humildad, es un paso en el camino”.
Los laboristas estuvieron en la cima de su popularidad en 1997 cuando ganaron por abrumadora mayoría con Tony Blair, pero eso fue hace un cuarto de siglo y desde entonces el partido ha perdido cuatro elecciones consecutivas.
Los conservadores han estado en el poder a nivel nacional desde 2010, años en que el país ha enfrentado la austeridad tras la crisis financiera mundial, la divisiva decisión de salirse de la Unión Europa, la pandemia del coronavirus y la guerra en Ucrania, que ha causado una inflación no vista en décadas.
Tal agitación causó turbulencia en ambos partidos —y los dos respondieron eligiendo a mandatarios populistas. Los laboristas eligieron al izquierdista veterano Jeremy Corbyn en 2015 y los conservadores, tras años de agrios debates sobre una salida de la Unión Europea, eligieron al partidario del Brexit Boris Johnson, quien ganó las elecciones frente a Corbyn en 2019.
Corbyn renunció tras esa derrota, y en medio de denuncias de que permitió el florecimiento del antisemitismo en un partido que antes se enorgullecía de ser antirracista.
Starmer ganó la elección como líder de los laboristas en 2020, prometiendo reparar las relaciones con la comunidad judía. También ha guiado al partido más hacia el centro, luego del divisivo liderazgo de Corbyn, un socialista acérrimo que abogaba por la nacionalización de industrias e infraestructura.
Las acciones de Starmer han enfurecido a algunos militantes que ansían posturas más duras, pero han favorecido al partido en las encuestas. En un indicio de que el mundo empresarial británico vaticina un cambio de gobierno, el partido ha dicho que varias compañías han establecido quioscos en la conferencia y han reservado para asistir a un foro empresarial con Starmer y otros dirigentes.