ONU: 2,4 millones necesitan ayuda por crisis humanitaria en República Centroafricana
NACIONES UNIDAS (AP) — República Centroafricana enfrenta una crisis humanitaria con 2,4 millones de personas necesitadas de ayuda y el llamado de Naciones Unidas por valor de 534 millones de dólares ha recaudado apenas al 36%, dijo un funcionario de la ONU el miércoles.
Mohamed Ag Ayoya, representante especial adjunto de la misión de paz de la entidad en el país, afirmó en una conferencia de prensa que los 10 años de conflicto han desplazado a medio millón de personas dentro de sus propias mientras que 700.000 más han huido a naciones vecinas. República Centroafricana, un país empobrecido aunque rico en minerales, tiene seis millones de habitantes.
Pero Ayoya apuntó que la nación ha abierto sus puertas a 38.000 retornados y solicitantes de asilo de Chad y, más recientemente, a 18.000 retornados y solicitantes de asilo de otro país vecino, Sudán, donde un conflicto entre generales rivales y sus partidarios dura ya cinco meses.
Ayoya destacó que República Centroafricana “no vive solo una crisis humanitaria, sufre también una crisis de protección y de género”.
En los seis primeros meses de 2023, ha habido un número “extremadamente alto" de casos de violencia de género – 11.000 – y la cifra es probablemente más elevada porque son casos que no siempre se reportan, indicó.
El país sufre violencia entre comunidades desde 2013, cuando los rebeldes seleka, de mayoría musulmana, tomaron el poder y depusieron al entonces presidente, François Bozize. Milicias en su mayoría cristianas respondieron y atacaron también a civiles en las calles. Naciones Unidas estima que los combates se han cobrado miles de vidas.
El presidente, Faustin Archange Touadera, ha desarrollado estrechos vínculos con Rusia y con sus mercenarios del Grupo Wagner, cuyas fuerzas han fungido como guardaespaldas personales. Wagner ha protegido también la capital, Bangui, de las amenazas rebeldes y ayudó a Touadera a ganar el referendo constitucional del 30 de julio que podría extender su mandato indefinidamente.
Según Ayoya, la seguridad en el país ha mejorado y los trabajadores humanitarios pueden acceder ahora a zonas que les estuvieron vetadas los últimos 10 años. El enviado explicó que hay grupos armados y problemas de seguridad en torno a las fronteras con Sudán, Chad y Sudán del Sur, así como campos de minas y explosivos en el oeste.
La amplia presencia de la fuerza de paz de la ONU, conocida como MINUSCA, y su mandato, que incluye la protección de los convoyes humanitarios, “ha sido muy, muy útil".
Ayoya instó a la comunidad internacional a seguir prestando atención a la crisis humanitaria y a la necesidad de un mayor financiamiento para el país. Los pedidos de ayuda realizados por la ONU en 2021 y 2022 se financiaron en torno al 95%, pero el actual llamado alcanza apenas el 36%, algo que a estas alturas del año es muy preocupante, apuntó.
La ONU anunció el martes que dará al país 6,5 millones de dólares de su fondo de ayuda de emergencia.
Ayoya destacó también que la nación necesita soluciones a largo plazo y fondos para el desarrollo: “No podemos seguir limitándonos a apagar incendios”.