México: oposición elige como candidata de unidad a senadora Xóchitl Gálvez para presidenciales 2024
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Xóchitl Gálvez, una política de 60 años que sacudió la arena política del país desde hace meses, será la apuesta de la coalición opositora mexicana para las elecciones presidenciales de 2024, anunciaron sus representantes el jueves.
“Hoy sabemos que la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz encabezará la conducción del Frente Amplio por México”, proclamó Arturo Sánchez, integrante del Comité Organizador de la alianza opositora.
Después de años de pérdida de poder paulatino en diversas elecciones estatales y de un proceso de primarias que cerró antes de lo previsto, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el conservador Partido de Acción Nacional (PAN) y el históricamente izquierdista PRD respaldaron a la mujer que introdujo aire fresco a la política mexicana en los últimos meses con su forma llana de expresarse y de llegar a jóvenes y trabajadores.
Su designación de cara a las presidenciales acerca la posibilidad de que la principal lucha en los comicios del año que viene se dé por primera vez entre dos mujeres, ya que la ex jefa de gobierno de Ciudad de México Claudia Sheinbaum es la favorita en las primarias oficialistas.
En los últimos meses, ha estado en el foco de las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuya reelección está prohibida por la constitución. De hecho, también cuestionó el jueves la forma en que fue nominada.
La senadora y empresaria fue considerada la apuesta de la oposición después de que el miércoles el PRI, el partido que gobernó en México de forma ininterrumpida por 71 años, cerrara filas en torno a ella después de dos sondeos que la consideraban la favorita.
Gálvez comenzó ayudando a su familia de niña vendiendo tamales en la calle, luego se convirtió en empresaria tecnológica y últimamente ha ganado popularidad con sus intervenciones en el Senado —una vez disfrazada de dinosaurio— o moviéndose en bicicleta por la capital luciendo huipiles bordados en honor a sus raíces indígenas.
Morena, el partido de López Obrador, controla el Congreso y el gobierno de 22 de los 32 estados de México, y es el gran favorito de los comicios aunque todavía no haya definido a su candidato para las elecciones presidenciales.
El oficialismo tiene previsto dar a conocer el próximo 6 de septiembre el nombre de quien competirá contra Gálvez cuando haya concluido una serie de encuestas previstas. El principal contrincante en las internas oficialistas de Sheinbaum es el ex secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard.
Las autoridades electorales tardarán todavía en formalizar el registro de Xóchitl Gálvez como candidata pero el Frente oficializará su postulación el domingo, fecha en que la coalición tenía previsto celebrar el último acto de sus primarias —una consulta—, que fue cancelado el mismo jueves.
En la carrera presidencial, Gálvez se enfrentará a muchos obstáculos pero uno de los principales serán las críticas de López Obrador en las conferencias matutinas diarias, que no han cesado pese a las advertencias de autoridades electorales de no utilizar ese tiempo para hacer campaña electoral.
El mandatario mexicano ha utilizado información fiscal para acusar a Gálvez de uso de información privilegiada en contratos gubernamentales, algo que ella niega, señalando que la propia administración ha contratado servicios de sus empresas.
Pero Gálvez también lidia con desafíos en su propia coalición, que es una mezcla de fuerzas conservadoras, centristas y progresistas unidas únicamente por su oposición a Morena.
Nacida en una familia con problemas de violencia y alcoholismo, aprendió a hablar la lengua ñähñu de niña escuchando a sus abuelos. Con 16 años se mudó sola a Ciudad de México donde trabajó a la vez que estudiaba como ingeniera en computación.
Su carrera política abarca más de dos décadas con puestos en el gobierno de Vicente Fox (2000-2006) y luego en el municipio capitalino de clase media-alta Miguel Hidalgo entre 2015-2018.