Soldados amotinados en Gabón anuncian al nuevo gobernante tras golpe de Estado
LIBREVILLE, Gabón (AP) — Los soldados amotinados de Gabón proclamaron el miércoles al jefe de la guardia republicana como nuevo gobernante después de que pusieran en arresto domiciliario al depuesto presidente Ali Bongo Ondimba, al que acusaron de traición y malversación durante su largo régimen en la nación petrolera del centro de África.
Los militares golpistas anunciaron por la televisión estatal de Gabón que el general Brice Clotaire Oligui Nguema fue designado “por unanimidad” presidente del comité de transición que ha asumido las riendas del país. Oligui es primo de Bongo, quien fue derrocado poco después de que se anunciara el miércoles que había ganado las más recientes elecciones presidenciales del país.
En un video difundido desde su residencia, Bongo pidió a la gente que “haga ruido” para apoyarle. Pero en su lugar, una multitud salió a la calle y cantó el himno nacional para celebrar el golpe de Estado contra una dinastía acusada de enriquecerse a costa de los recursos del país mientras muchos de los ciudadanos luchan por sobrevivir.
Bongo y su difunto padre habían gobernado Gabón durante 55 años.
“Gracias, ejército. Por fin. Llevábamos mucho tiempo esperando este momento”, expresó Yollande Okomo, frente a miembros de la guardia republicana que contribuyeron al golpe de Estado.
Los líderes golpistas dijeron que decidieron imponer un toque de queda que regirá de las 6 de la tarde a las 6 de la mañana, aunque la gente podrá desplazarse sin restricciones el jueves durante el día.
“El presidente de la transición insiste en la necesidad de que se mantenga la calma y la serenidad en nuestro hermoso país… En el umbral de una nueva era, garantizaremos la paz, la estabilidad y la dignidad de nuestra amada Gabón”, dijo el miércoles el teniente coronel Ulrich Manfoumbi por la televisión estatal.
Oligui, el nuevo gobernante militar, fue escolta del padre de Bongo, el finado presidente Omar Bongo, dijo Desire Ename, periodista de Echos du Nord, un medio local. Oligui también fue jefe del servicio secreto en 2019, antes de que se convirtiera en jefe de la guardia republicana.
Ali Bongo Ondimba, de 64 años, ha cumplido dos mandatos desde que ascendió al poder en 2009 tras la muerte de su padre, quien había gobernado el país durante 41 años, y ha habido un descontento generalizado con su gobierno. Otro grupo de soldados protagonizó un breve y fallido golpe de Estado en enero de 2019 que fue aplacado rápidamente.
La excolonia francesa pertenece a la OPEP, pero su riqueza petrolera está concentrada en unos cuantos, y casi el 40% de los gaboneses de entre 15 y 24 años estaban desempleados en 2020, según el Banco Mundial. En 2022, sus ingresos por exportaciones de petróleo alcanzaron 6.000 millones de dólares, según la Administración de Información sobre Energía de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés).
Nueve miembros de la familia Bongo están bajo investigación en Francia, y algunos enfrentan cargos preliminares de desfalco, lavado de dinero y otras formas de corrupción, según Sherpa, una organización no gubernamental francesa dedicada a la rendición de cuentas. Los investigadores han vinculado a la familia a propiedades valoradas en más de 92 millones de dólares en Francia, entre ellas dos mansiones en Niza, dijo el grupo.
Un portavoz de los dirigentes golpistas dijo que la “gobernanza impredecible e irresponsable” de Bongo conducía peligrosamente al país hacia el caos. En un comunicado posterior, los golpistas dijeron que habían arrestado a allegados al presidente por “alta traición a las instituciones del Estado, malversación de fondos públicos y malversación financiera internacional”.
Analistas advirtieron que la toma del poder por parte de los militares en Gabón podría acarrear el peligro de inestabilidad, y tendría más que ver con las divisiones entre la élite gobernante que con intentos de mejorar las vidas de los gaboneses ordinarios.
La familia Bongo ha sido asociada a la “apropiación indebida sistemática de los ingresos del Estado”, pero los más recientes acontecimientos “deben ser vistos con gran precaución, porque no ofrecen garantía de una buena gobernanza ni de una transición democrática”, dijo Sherpa en un comunicado.
El golpe de Estado en Gabón tiene lugar un mes después de que soldados amotinados en Níger tomaran el poder tras derrocar al gobierno elegido democráticamente, y es el más reciente de una serie de golpes que se registran en África occidental y central en los últimos años. La impunidad que han tenido esos golpistas quizá alentó a los soldados en Gabón, dijo Maja Bovcon, analista sénior en Verisk Maplecroft, una firma valoradora de riesgo.
En las elecciones del fin de semana, Bongo enfrentó a una coalición opositora encabezada por Albert Ondo Ossa, profesor de economía y exministro de Educación. Minutos después de que Bongo fuera declarado ganador, se escucharon disparos en la capital, Libreville. Al poco tiempo, una docena de soldados uniformados anunciaron por la televisión estatal que habían tomado el poder.
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Mednick informó desde Dakar, Senegal. Los reporteros de The Associated Press, Cara Anna, en Nairobi, Kenia; Jamey Keaten, en Ginebra; Angela Charlton y Oleg Cetinic, en París; y Jon Gambrell y Malak Harb, en Dubai, Emiratos Árabes Unidos; y Zane Irwin, en Dakar, Senegal, contribuyeron a este despacho.