Alcaraz busca refrendar cetro en US Open, ahora con Djokovic al acecho
NUEVA YORK (AP) — Relajado y con su sonrisa exultante, Carlos Alcaraz tomó algo de respiro en la suite del hotel en el corazón de Manhattan.
Había sido otro día agitado en la semana previa al Abierto de Estados Unidos, el torneo que conquistó el año pasado para proclamarse campeón de una cita de Grand Slam por primera vez y, entonces con 19 años, convertirse en el hombre más joven en escalar a la cima del ranking mundial.
Sigue en la cima. Y conquistó otro Slam — el de Wimbledon al derrotar a Novak Djokovic en una memorable final. Saltará a la pista del estadio Arthur Ashe el martes para iniciar la defensa de su título en Flushing Meadows.
El prodigio español de 20 años es el futuro de un tenis masculino en transición.
Djokovic, dueño del récord absoluto de 23 títulos individuales de Grand Slam, es el único de los llamados Tres Grandes que sigue en actividad. Alcaraz y el astro serbio se han medido tres veces desde junio — en superficies distintas. Djokovic triunfó en las semifinales de Roland Garros en arcilla y en la final del Masters de Cincinnati en canchas duras.
Pero Roger Federer — campeón de 20 majors — colgó sus raquetas hace casi un año y Rafael Nadal — dueño de 22 — no juega desde enero, recuperándose de una lesión en la cadera, y apunta al retiro en 2024.
Aparte de su eléctrico juego y la potencia de sus golpes, Alcaraz derrocha carisma y toda la exuberancia de sus 20 años.
Navega con solvencia por la fama y múltiples compromisos publicitarios — embajador de Nike, Louis Vitton, Calvin Klein y su raqueta Babolat.
Pero ya perdió el anonimato. Pasear por las calles de Nueva York puede ser un alboroto en cada esquina.
“Mi vida ha cambiado muchísimo”, señaló Alcaraz. “Digamos, de que soy más famoso. (Pero) mi vida personal no ha cambiado para nada. Soy el mismo chico normal".
“A veces me gusta, a veces no”, añadió sobre ser reconocido. “Aquí en Nueva York hay mucha gente de España, de Sudamérica. Ya no se puede salir a caminar tranquilo. Admito que hay días que deseo que nadie se fije en mí. Pero será imposible. Tengo que disfrutar esa parte. Pero a veces será muy difícil”.
Alcaraz conversó con The Associated Press en la antesala del último Grand Slam de la temporada.
“Era mi sueño desde que empecé a jugar el tenis, quizás desde que era un crío: ser el número uno del mundo, ganar Grand Slams. Y ahora que ya lo he ido consiguiendo me he ido poniendo nuevos objetivos, como mantenernos más tiempo en el número uno, conseguir más Grand Slams. Cada vez que miro para atrás y pienso en todo lo que he conseguido, todavía que me cuesta asimilarlo... Con sólo 20 años haber ganado dos Grand Slams y estar varias semanas como número uno y ganarle a gente como la que le he ganado sinceramente aún cuesta. A veces digo con mi equipo ‘¿es verdad que ha pasado esto?' y la verdad que para mí es un orgullo y vamos a ir por más".
"Para los fanáticos del tenis, el partido esperado es Djokovic contra mí, que lo disfrutan mucho viendo esas batallas. Obviamente, somos el 1 y 2 del mundo ahora mismo. Para el tenis, es bonito ver a los que están en el top del ranking jugar… Al final, hay partidos por delante. Dos semanas se puede hacer muy largas en un Grand Slam, así que nosotros estamos concentrados en partido a partido, el cuadro al final cada jugador es muy duro, cualquiera te puede vencer. Para el mundo del tenis, y hablando por mí propiamente, sería increíble poder jugar otra final de Grand Slam y obviamente contra Djokovic".
“Ellos ya están ahí (Jannik Sinner o Holger Rune). Hemos tenido grandes batallas, han hecho grandes resultados. Vienen más jugadores por atrás que vienen haciéndolo muy bien, creo que se están ganando los mejores puestos… No voy a hablar de un futuro porque es un presente”.
“Hay términos de los que sí estoy de acuerdo como ‘El Nuevo’ porque apenas llevo dos años en el circuito, digamos. Hay otros como ‘El Relevo’ que quizás no sean la palabra correcta. Nosotros no estamos para reemplazar a nadie, sino estamos para crearnos nuestro propio camino, a seguir nuestra estela, hasta dónde podamos llegar… No queremos ser ni el relevo de Rafa, ni el relevo de Djokovic, ni el relevo de Federer… simplemente llegar al final y que se me recuerde como Carlos Alcaraz y no como el relevo de nadie”.