Ataque a una aldea en el centro de Malí deja 23 muertos
BAMAKO, Mali (AP) — Hombres armados mataron al menos a 23 personas e hirieron a 12 en un ataque a una aldea en el centro de Malí, dijeron las autoridades el domingo.
Sidi Mohamed El Bechir, gobernador de la región de Bandiagara donde tuvo lugar el ataque, dijo que hombres no identificados mataron a decenas de personas e incendiaron varias casas en el pueblo de Yarou el viernes.
“Los asaltantes se quedaron en el pueblo hasta las 7 de la noche y quemaron parte del pueblo, destrozaron tiendas y se llevaron el ganado de los aldeanos”, dijo el domingo Amadou Lougué, presidente de la organización juvenil regional. El ataque no ha sido reivindicado.
Las comunidades del centro y norte de Malí están en medio de una violencia armada desde 2012. Los rebeldes extremistas se vieron obligados a dejar el poder en las ciudades del norte al año siguiente, con la ayuda de una operación militar dirigida por Francia. Pero se reagruparon en el desierto y comenzaron a lanzar ataques contra el ejército maliense y sus aliados.
El ataque del viernes en la región central de Mopti tuvo lugar el mismo día en que el ejército acusó a extremistas armados de apuntar un cohete contra la ciudad occidental de Tombuctú.
Elementos del JNIM —un grupo yihadista de África Occidental vinculado con Al Qaeda— bloquearon la antigua ciudad comercial hace casi dos semanas en respuesta a la afluencia de soldados malienses y mercenarios extranjeros en la zona.
El bloqueo ha provocado que se detengan los envíos de alimentos y otros bienes. Muchos residentes de la cercana ciudad de Ber han huido tras la llegada de las tropas malienses y elementos del grupo mercenario ruso Wagner desde principios de agosto.
El reciente aumento de la inseguridad en la zona probablemente se deba a la salida de una misión de mantenimiento de la paz de la ONU desde su base en Ber, que ha estado bajo el control de los rebeldes separatistas desde que firmaron un acuerdo de paz con el gobierno de Malí en 2015. La ONU resolvió en julio que la misión de mantenimiento de la paz se cerraría después de una década de operaciones.
Desde que una junta militar tomó el poder del país en 2020, Mali ha renunciado cada vez más a la intervención de las naciones occidentales, optando en cambio por asociarse extraoficialmente con el grupo paramilitar ruso Wagner para ayudar a recuperar el control de los grupos armados en el centro y el norte.