Advierten sobre fuerte aumento en cifra de muertos por incendios en Hawai
LAHAINA, Hawai, EE.UU. (AP) — Las probabilidades de que decenas de personas sean encontradas sin vida luego de los incendios que azotaron Maui aumentan conforme las cuadrillas de búsqueda recorren calle por calle los vecindarios donde las llamas pasaron a una velocidad de hasta un kilómetro por minuto, indicó el gobernador de Hawai, Josh Green.
Las llamas que consumieron la mayor parte de la histórica ciudad de Lahaina, son ya las más mortíferas en Estados Unidos en más de un siglo, y al menos 96 personas murieron.
“Estamos preparados para muchas historias trágicas”, dijo Green al programa "CBS Mornings” en una entrevista grabada que se transmitió el lunes. “Encontrarán entre 10 y 20 personas al día, probablemente, hasta que terminen. Y probablemente tardarán 10 días. Es imposible adivinarlo, en realidad”.
A medida que se ha ido restableciendo lentamente el servicio de telefonía móvil, el número de personas desaparecidas se ha reducido de más de 2.000 a unas 1.300, según Green.
Veinte perros rastreadores de cadáveres y decenas de buscadores se abren paso entre cuadras reducidas a cenizas.
“Ahora mismo, están yendo calle por calle, cuadra por cuadra entre los automóviles, y pronto empezarán a entrar en los edificios”, dijo el lunes Jeff Hickman, director de asuntos públicos del Departamento de Defensa de Hawai, en el programa “Today” de la NBC.
Dichos equipos sólo habían cubierto el 3% de la zona de búsqueda, según declaró el sábado el jefe de policía de Maui, John Pelletier.
El fuego que se abrió paso por la centenaria población de Lahaina hace casi una semana destruyó prácticamente todos los inmuebles de la ciudad de 13.000 personas y dejó una cuadrícula de escombros grises entre el océano azul y las verdes colinas. Ese incendio estaba contenido en un 85%, según el condado, mientras que el incendio Upcountry estaba contenido en un 60%.
“Queda muy poco aquí”, dijo Green sobre Lahaina en un video publicado el domingo, y añadió que se estima que el valor de los daños es de unos 5.600 millones de dólares.
Incluso donde el fuego ha retrocedido, las autoridades han advertido de que pueden quedar subproductos tóxicos, incluso en el agua potable, dado que las llamas arrojaron humos venenosos. Y muchas personas simplemente no tienen un hogar al cuál regresar. Las autoridades planean alojarlas en hoteles y casas de alquiler.
Muchas personas se han reunido en el War Memorial Gymnasium de Wailuku, que ha servido de albergue. Entre los visitantes se encontraba Oprah Winfrey, que declaró al diario Hawaii News Now que en los últimos días ha entregado productos de higiene personal, toallas y agua.
Winfrey, residente a tiempo parcial en Maui, advirtió que los equipos de noticias acabarán alejándose de la destrucción y el mundo seguirá adelante. Pero afirmó que “todos seguiremos aquí intentando averiguar cuál es la mejor manera de reconstruir... Estaré aquí a largo plazo, haciendo lo que pueda”.
Las autoridades siguen investigando la causa de los incendios, y Green dijo que también revisarán su sistema de respuesta a osl desastres. Por ejemplo, un incendio se había dado por extinguido pero luego se reavivó.
En las horas previas al incendio que arrasó Lahaina, las autoridades del condado Maui no activaron las sirenas que habrían alertado a toda la población, y en lugar de eso optaron por publicaciones en redes sociales.
Las llamas, avivadas por un verano seco y fuertes vientos de un huracán cercano, avanzaron con rapidez por zonas secas de arbustos y en un momento dado recorrieron 1,6 kilómetros (1 milla) por minuto, según Green.
“En definitiva, con esa clase de vientos y temperaturas de 1.000 grados (unos 500 grados Celsius), esas imágenes que verán serán fáciles de comprender”, dijo.
Se trata del desastre natural más mortífero en el archipiélago en décadas, superando al tsunami de 1960 que dejó 61 muertos. También sobrepasó el incendio Camp registrado en el norte de California en 2018, que dejó 85 muertos y destruyó el poblado de Paradise.
Muchas personas se congregaron el domingo para llorar a los muertos. La iglesia de María Lanakila, en Lahaina, se salvó de las llamas que arrasaron la mayor parte de la comunidad circundante. Pero al tiempo que las labores de búsqueda y recuperación proseguían, sus miembros asistieron a una misa en la carretera. El obispo de Honolulu, el reverendo Clarence “Larry” Silva, presidió la misa.
Taufa Samisoni dijo que su tío, su tía, su prima y el hijo de siete años de ella habían aparecido muertos en un auto quemado. La esposa de Samisoni, Katalina, dijo que la familia encontraba consuelo en la referencia de Silva a la historia bíblica de cómo Pedro, discípulo de Jesús, había caminado sobre el agua y se salvó de ahogarse.
“Si Pedro pudo caminar sobre el agua, nosotros podemos. Llegaremos a la orilla”, dijo con la voz quebrada.
Mientras tanto, las autoridades en Hawai instaron a los turistas a evitar viajar a Maui, donde muchos hoteles se preparaban para alojar a personas evacuadas y personal de emergencias.
Green dijo que se ofrecerán 500 habitaciones de hotel para la población local desplazada. Otras 500 habitaciones se reservarán para trabajadores de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA). Algunos hoteles seguirán operando con normalidad para ayudar a preservar empleos y mantener la economía local, detalló Green.
El estado quiere trabajar con Airbnb a fin de garantizar que los residentes puedan acceder a viviendas en alquiler.
J.P. Mayoga, un cocinero en el hotel Westin Maui de Kaanapali, seguía preparando desayunos, comidas y cenas. Pero en lugar de huéspedes del hotel, alimentaba a los aproximadamente 200 empleados y sus familiares, que viven allí desde el martes.
Su casa y la de su padre se libraron de las llamas. Pero su novia, sus dos hijas pequeñas, su padre y otra persona de la zona se alojaban juntos en una habitación de hotel porque era más seguro que Lahaina, que quedó cubierta de residuos tóxicos.
“Todos tienen su historia y todos perdieron algo. De modo que todos pueden estar ahí para los demás, y entienden lo que ocurre en las vidas de los demás”, dijo sobre sus compañeros de trabajo en el hotel.
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Weber reportó desde Los Ángeles. Los periodistas de The Associated Press Haven Daley en Kalapua, Hawai; Ty O’Neil en Lahaina, Hawai; Bobby Caina Calvan y Beatrice Dupuy en Nueva York; Sara Cline en Baton Rouge, Luisiana; y Pat Eaton-Robb en Hartford, Connecticut, contribuyeron a este despacho.
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