Abuelas de Plaza de Mayo encuentran al nieto 133, sustraído durante la última dictadura argentina
BUENOS AIRES (AP) — La organización humanitaria argentina Abuelas de Plaza de Mayo anunció el viernes la restitución de la identidad del nieto 133, que fue apropiado durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983) y es hijo de disidentes políticos.
Estela de Carlotto, titular de Abuelas, dijo que la organización encontró al hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho y a su vez nieto de la abuela Nélida Navajas, en una conferencia de prensa a la que asistieron familiares del hombre que recuperó su identidad.
La entidad humanitaria no dio a conocer el nombre con el que el nieto 133 vivió hasta este momento, pero precisó que se acercó a Abuelas de manera espontánea, con dudas sobre su identidad.
Fue anotado como hijo propio por un integrante de las fuerzas de seguridad y una enfermera el 24 de marzo de 1977. Una hermana mayor con la que se crió le confesó que no era hijo de quienes decían ser sus padres, explicó la organización en un comunicado difundido posteriormente.
"Es Santucho. Está claro que tenemos rasgos, sonrisas, formas.... es bostero (fanático del club de fútbol Boca Juniors) como yo”, contó entre risas Miguel Santucho, el hermano del nieto recuperado que estaba presente en la conferencia de prensa.
Navajas, del Partido Revolucionario de los Trabajadores y del Ejército Revolucionario del Pueblo, fue secuestrada el 13 de julio de 1976 junto a su cuñada y otra mujer, cuando estaba embarazada de dos meses.
Por testimonios de sobrevivientes se sabe que estuvo detenida en varios centros de detención ilegal de Buenos Aires y de localidades cercanas y en uno de ellos dio a luz a su hijo que le fue arrebatado. Hoy se encuentra entre los 30.000 desaparecidos que calculan las organizaciones de derechos humanos.
Navajas y Santucho, ambos militantes en los mismos grupos opuestos al régimen militar, habían tenido en 1973 a su primer hijo, Camilo, y a Miguel dos años después.
Este último dijo en los periodistas que el hermano que recuperó expresó “desde el primero minuto” el deseo de conocer a toda su familia biológica. "Está contento, sorprendido por la magnitud de lo que encontró; tengo una sensación de haber encontrado un ser luminoso, especial, y no tengo dudas de que vamos a estar juntos el resto de nuestra vida".
En tanto, su padre, que sobrevivió a la persecución en la dictadura, destacó el “calvario que tuvo que pasar” su pareja. "Que a pesar de eso haya tenido fuerza de voluntad parta dar a luz a este hijo es maravilloso, es una demostración de su fuerte carácter”.
Abuelas busca desde la década del 70 a los hijos de las personas asesinadas y desaparecidas durante el régimen de facto que fueron sustraídos por los represores cuando eran recién nacidos o niños.
Decenas de mujeres dieron a luz en centros clandestinos de detención y sus bebés les fueron arrebatados por sus captores, que después las asesinaron o las hicieron desaparecer.
Las Abuelas explicaron que el miércoles, el nieto 133 fue citado para comunicarle su identidad y luego pasó a ser notificada la familia Santucho.
La organización lamentó que la abuela Nélida murió hace unos años "buscando a su hija y a su nieto”.
Según Abuelas, hay cerca de 300 hombres y mujeres que viven con su identidad falseada porque fueron criados por sus apropiadores.
“Este nuevo caso es el resultado de una sociedad que, tras 40 años de democracia, sigue exigiendo saber qué pasó con las y los desaparecidos y con los cientos de bebés, niñas y niños apropiados, y apostando a la construcción de la memoria, la verdad y la justicia", dijo la organización de derechos humanos.