Anciana activista de los DDHH en Bolivia abandona protesta en la calle tras 52 días
LA PAZ (AP) — Una anciana activista por los derechos humanos crítica al gobierno boliviano, abandonó su protesta de 52 días en la calle tras un acuerdo con un grupo oficialista que la desalojo de su oficina y que la acusa de defender a los opositores.
La presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) Amparo Carvajal, de 84 años, dejó su protesta cerca de la medianoche del sábado y anunció el domingo que en las siguientes horas se conocerán detalles del acuerdo.
“Estaba dispuesta a salir (de la protesta) en cajón, pero si salí caminando es porque lo que se logró es importante y considero que es bueno”, declaró el domingo al diario El Deber. “Ha tenido que intervenir el presidente Luis Arce, les pido paciencia para conocer los detalles”, agregó.
Carvajal fue desalojada hace 52 días de su oficina en el centro de La Paz por el también dirigente Edgar Salazar quien se atribuye la representación legal de la institución. La anciana instaló una vigilia en la calle, dormía al aire libre bajo temperaturas invernales que deterioran su salud y hace trece días trepó a la azotea del edificio donde continuó su protesta bajo una precaria carpa de plástico. “De aquí me van a sacar en cajón", había advertido.
Dijo que en la madrugada regresó a su casa acompañada por el cónsul español Guillermo Gil.
Los grupos que respaldan a Carvajal alegan que Salazar defiende los intereses del gobierno y de los grupos oficialistas. Los detractores de Carvajal la acusan de ser útil a la derecha y de defender a los llamados “perseguidos políticos”.
La casa de los derechos humanos se ha convertido en el botín de dos grupos antagónicos de activistas afines y contrarios al gobierno en un país polarizado desde la crisis política de 2019, cuando el entonces presidente Evo Morales renunció forzado por denuncias de fraude electoral cuando buscaba un cuarto mandato consecutivo. Las protestas dejaron 37 muertos.
Carvajal hizo carrera en la defensa de los derechos humanos desde las dictaduras militares de fines de los años 70. Nació en España y llegó a Bolivia como religiosa para después vincularse con las luchas sociales. Es presidenta de la APDHB desde hace cinco años.