Fallece el pianista brasileño João Donato a los 88 años
RÍO DE JANEIRO (AP) — El compositor y pianista brasileño João Donato, quien ayudó a sentar las bases de la bossa nova y a lo largo de su carrera desafió el confinamiento a un sólo género musical, murió el lunes. Tenía 88 años.
Su deceso fue anunciado en su cuenta verificada de Instagram. Medios locales informaron que había sido hospitalizado e intubado con neumonía.
Donato fue prolífico e inventivo, colaboro con los mejores artistas en el país y en el extranjero, incluidos Chet Baker, João Gilberto, Sergio Mendes, Tito Puente, Gilberto Gil, Gal Costa y muchos otros.
“Hoy perdimos a uno de nuestros mejores y más creativos compositores”, escribió en Twitter el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. “João Donato vio música en todo. Innovó, pasó por la samba, la bossa nova, el jazz, el forro y en la mezcla de ritmos construyó algo único. Siguió creando e innovando hasta el final”.
Donato nació en el estado amazónico de Acre, en la frontera occidental de Brasil, lejos de los centros culturales de Río de Janeiro y Sao Paulo. Mostró una habilidad musical prodigiosa cuando era niño al recibir un acordeón como regalo de Navidad y poco después de que su familia se mudara a Río comenzó a tocar profesionalmente.
Flotó entre dos clubes de fans de jazz rivales, tocando en ambos, haciendo contactos y dejando huella. Comenzó a grabar con ensambles y composiciones propias.
Entre sus canciones más conocidas estaban “A ra” (La rana), “Bananeira” (Banano) y “Minha Saudade” (Mi añoranza).
Por momentos mostró reticencia a ponerle letra a su música. Hace varias semanas en su cuenta de Instagram recordó haberle dicho a Gilberto Gil que una melodía suya no podía tener letra. “Y tú, generosa y amablemente, dijiste: ‘Sí, sí, sí/todo puede/siempre…’”, agregó parafraseando la letra de su canción en portugés “Tudo Tem”.
El lunes, Gil grabó un video de sí mismo con una guitarra, compartiendo otro momento en el que Donato se acercó a él con una melodía pegadiza que había creado, pero que necesitaba letra.
La síncopa de Donato influyó en el ritmo de guitarra desarrollado por João Gilberto que floreció en el movimiento bossa nova. En ese momento, Donato se había ido a tocar a Estados Unidos, primero en Lake Tahoe y luego en Los Angeles. Pasó 13 años viviendo allí, a veces volvía a Brasil para grabar temas de bossa nova cuando el estilo se convirtió en una moda mundial.
En Estados Unidos también grabó el álbum “A Bad Donato”, que fusionó jazz, funk y soul. Inspirado por los sonidos que escuchó de James Brown, Jimi Hendrix y Janis Joplin, un indicador del eclecticismo a lo largo de su carrera.
El crítico musical Irineu Franco Perpetuo dijo que la música de Donato a menudo presenta ritmos “calientes” que invitan a bailar, en lugar del balanceo melancólico y tenue de la bossa nova.
“Era extraordinario, extravagante, extrovertido, por lo que no se le puede poner en la caja de la bossa nova. Tenía un temperamento que iba más allá de la vibra sobria de la bossa nova”, dijo Perpetuo en una entrevista telefónica. “Él trajo ese ritmo exuberante. Es importante en la bossa nova, pero fue más allá”.
Finalmente, Donato regresó a Río y continuó colaborando y grabando durante décadas.
“Un hombre sensible y único, creador de un estilo propio con un piano diferente a todo lo que había visto antes. Dulce, preciso y profundo”, escribió en Twitter la cantante Marisa Monte, quien se asoció con Donato más recientemente.
Las personas que pasaban frente a su casa junto a la bahía en el barrio Urca de Río, junto al peñasco de Pan de Azúcar, podían escucharlo mientras tocaba música adentro. Lanzó un álbum el año pasado y todavía se presentó en vivo a principios de este año.
“No soy bossa nova, no soy samba, no soy jazz, no soy rumba, no soy forro. En verdad, soy todo eso al mismo tiempo”, dijo Donato al periódico O Globo de Río en una entrevista de 2014.
El funeral de Donato se realizará en el teatro municipal de Río.