Análisis: Consagración de Carlos Alcaraz en Wimbledon confirma que está para marcar una época
WIMBLEDON, Inglaterra (AP) — Novak Djokovic sabe bastante de los talentos e intangibles que son necesarios para vencer a los mejores tenistas en los partidos de máxima exigencia.
Ha disputado 35 finales de Grand Slam. Ha ganado 23. Ha enfrentado a Rafael Nadal y Roger Federer un total de 109 veces, al frente en el historial ante ambas. Tiene una foja de 9-5 contra ellos en las grandes citas.
Lo normal era preguntarle a Djokovic con quién puede comparar a la nueva sensación del tenis masculino — Carlos Alcaraz — tras perder ante el español al cabo de cinco sets y más de cuatro horas y medio de juego brillante y momentos dramáticos en la final de Wimbledon el domingo.
“La gente lleva hablando durante los últimos 12 meses sobre su juego, que consiste en ciertos elementos de Roger, Rafa y yo. Estoy de acuerdo con eso”, arrancó Djokovic, aún con la amargura a flor de piel por la derrota 1-6, 7-6 (6), 6-1, 3-6, 6-4 y el fin de su reinado en el All England Club.
“Creo que básicamente tiene lo mejor de los tres mundos”, matizó Djokovic.
Fue una manera nítida de darle la bendición al precoz Alcaraz, quien se coronó en el Abierto de Estados Unidos el año pasado y acaba de entrar al selecto club de cinco hombres que han ganado múltiples trofeos de Grand Slam antes de cumplir los 21 años de edad.
Djokovic procedió a ser específico en su análisis.
“Tiene esta resiliencia mental y una madurez para alguien con 20 años. Es bastante impresionante”, declaró Djokovic, quien se había consagrado de Wimbledon en cuatro ediciones consecutivas y suma siete títulos en total”.
“Tiene esta mentalidad de toro español, de competitividad y espíritu de lucha y una defensa increíble que hemos visto con Rafa todos estos años”, agregó.
Con una sonrisa, Djokovic apuntó a lo que ve de él mismo en el jovencito.
“Tiene el revés de dos manos que tiene cierta similitud con mi revés de dos manos. La defensa. La capacidad de adaptarse a todo. Eso ha sido mi fortaleza personal durante muchos años”, sostuvo. “Él también lo tiene”.
Cuando lo expresado por Djokovic fue transmitido a Alcaraz, el número uno del mundo abrió los ojos y suspiro bajo el sombrero de pescador que se convirtió en su sello de presentación durante las ruedas de prensa.
Le preguntaron a Alcaraz cómo se describiría a sí mismo.
“Es una locura que Novak pueda decir eso, honestamente", indicó el español. "Pero me considero un jugador realmente completo. Creo que tengo los golpes, la fortaleza física y la fortaleza mental suficiente para lidiar con estas situaciones”.
"Probablemente tenga razón, pero no quiero pensar en eso. Voy a pensar que soy Carlos Alcaraz al ciento por ciento, pero probablemente tengo una gran habilidad de cada jugador”, añadió.
Estar a la altura de las expectativas nunca ha sido fácil y de Alcaraz se esperaban grandes cosas. Hasta ahora, ha cumplido con todo lo que se espera de él.
Como resumió, derrocha despliegue físico, velocidad, fuerza y reflejos en la pista. Tiene un mazo como derecha y una exquisita sutileza para dejar ‘drop shots’.
Facturó el doble de tiros ganadores de Djokovic en una tarde ventosa, 66 a 32. Quebró el saque cinco veces en 23 juegos de devolución el domingo — algo que los seis rivales de Djokovic sólo pudieron conseguir tres veces en 103 juegos. Sus saques tocaron las 135 mph durante la final. Exhibió destreza al subir a la red. No parpadeó en situaciones decisivas ante Djokovic, remontando una bola de set en el desempate en el segundo, llevándose un juego épico de 32 puntos en el tercer parcial, levantó una bola de quiebre en el quinto antes de aprovechar su propia oportunidad para irse al frente.
“Nunca he jugado con un jugador como él”, dijo Djokovic, quien a sus 36 años se hubiera convertido en el campeón más longevo en la historia de Wimbledon. "Roger y Rafa, obviamente, tienen sus propias fortalezas y debilidades. Carlos es un jugador muy completo. Tiene increíbles capacidades de adaptación que creo son clave para la longevidad y para tener una carrera exitosa en todas las superficies”.
Un indicio de grandeza es conseguir cosas que nadie ha logrado — o que llevaban rato en conseguirse.
En agosto, Alcaraz viajará a Nueva York en busca de revalidar el título del US Open que le convirtió, de golpe, en el primer adolescente en escalar a la cima de los rankings de la ATP, el primer adolescente en ganar el título masculino en Flushing Meadows desde Pete Sampras en 1990, y el primer adolescente en conquistar el cetro de un Slam desde Nadal en el Abierto de Francia en 2005.
Ahora es el primer hombre, fuera de Djokovic, Federer, Nadal o Andy Murray, que se consagra en Wimbledon desde 2002.
Cuando el clásico del domingo culminó, Alcaraz subió de inmediato a las gradas para compartir el momento con su familia.
“Darles un abrazo fuerte, es algo que nunca olvidaré”, dijo Alcaraz. “Espero que la foto del momento quedé grabada, porque la atesoraré por siempre”.
Si se mantiene en esta trayectoria, acumulará muchos otros trofeos, abrazos y fotos.