Ataque daña puente que une Rusia con Crimea; Putin promete represalias
Un ataque el lunes antes del amanecer dañó un puente que une Rusia con la península de Crimea, el cual es una ruta clave de suministro para las fuerzas del Kremlin en la guerra con Ucrania, lo que obligó al cierre temporal del tramo por segunda vez en menos de un año. Una pareja murió y su hija resultó herida.
El presidente ruso Vladímir Putin ordenó aumentar la seguridad en el puente Kerch de 19 kilómetros (12 millas) de longitud, repitiendo un llamado que hizo en octubre de 2022 cuando el tramo resultó gravemente dañado por una explosión que Moscú también atribuyó a Kiev.
El mandatario prometió además que “habrá una respuesta de Rusia, por supuesto”.
“Lo que sucedió es otro acto terrorista del régimen de Kiev”, declaró Putin en una reunión televisada con funcionarios. “Es un crimen que no tiene sentido desde el punto de vista militar, no es relevante porque el puente de Crimea no se ha utilizado para fines militares en mucho tiempo, y es brutal, porque civiles inocentes resultaron heridos y asesinados”.
El Kremlin invadió la península de Crimea en 2014 y la anexó ilegalmente a Rusia.
El tráfico de vehículos sobre el puente se detuvo el lunes, mientras que el tráfico ferroviario también fue suspendido unas seis horas.
Imágenes satelitales tomadas por Maxar Technologies el lunes por la mañana mostraron graves daños en los carriles hacia el este y hacia el oeste del puente, el cual cruza el Estrecho de Kerch en la parte más cercana a Rusia continental, y al menos una sección estaba desplomada. El puente del ferrocarril que corre paralelo a la carretera parecía estar intacto.
El ataque fue perpetrado por dos drones marítimos ucranianos, de acuerdo con el Comité Nacional Antiterrorista de Rusia.
Las autoridades ucranianas se mostraron evasivas a la hora de asumir la responsabilidad, como lo han hecho en ataques anteriores. Pero en lo que parecía ser un reconocimiento tácito, el portavoz del Servicio de Seguridad de Ucrania, Artem Degtyarenko, dijo en un comunicado que su agencia revelaría los detalles sobre cómo se organizó el “estallido” una vez que Kiev haya ganado la guerra.
El ataque al puente en octubre pasado ocurrió cuando un camión bomba hizo explotar dos de sus secciones, las cuales requirieron meses para ser reparadas. Moscú calificó el ataque como un acto terrorista y respondió con bombardeos a la infraestructura civil ucraniana, concentrándose en la red eléctrica del país durante el invierno.
La explosión del lunes fue llevada a cabo por drones flotantes, según describió una fuente de los servicios de seguridad al portal noticioso ucraniano RBK-Ukrania. Mykhailo Fedorov, un viceprimer ministro, señaló posteriormente en la app de mensajes Telegram que “hoy, el puente de Crimea fue destruido por drones marítimos”, pero se desconoce si se trataba de una confirmación oficial o una referencia a los reportes previos.
Horas después del ataque, un video difundido por las autoridades rusas mostró a las cuadrillas recogiendo escombros desde la plataforma del puente, de la cual una sección parecía inclinarse hacia un lado. También se podía ver un sedán negro que sufrió daños y tenía la puerta del pasajero abierta.
Putin ordenó a las autoridades “investigar a fondo lo ocurrido”, presentar “propuestas concretas para reforzar la seguridad de este objeto de transporte de importancia estratégica”, y “brindar todo el apoyo posible a las personas que terminaron en una posición complicada debido a la suspensión de la circulación en el puente”.
El Puente de Kerch es un símbolo llamativo de los reclamos de Moscú sobre Crimea y un vínculo terrestre esencial con la península. El puente de 3.600 millones de dólares es el más largo de Europa, y es crucial para las operaciones militares rusas en el sur de Ucrania en la guerra de casi 17 meses.
Rusia ha aumentado su presencia militar en Crimea desde que comenzó la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. Desde entonces ha habido actos ocasionales de sabotaje y otros ataques contra el ejército ruso y otras instalaciones en la península, que el Kremlin ha atribuido a Ucrania.
Esos ataques y actos de sabotaje no han desalentado a los rusos de pasar sus vacaciones en Crimea. Luego de que el tránsito sobre el puente se detuvo, se formaron largas filas en un transbordador que cruza el Estrecho de Kerch, informaron medios de comunicación rusos.
Los embotellamientos también entorpecieron la circulación en una carretera en la parte de la región de Jersón que se encuentra bajo control ruso, luego de que las autoridades designadas por Moscú en Crimea desviaron a los conductores para que tomaran la ruta terrestre a Rusia a través de las regiones de Jersón, Zaporiyia y Donetsk —todas bajo ocupación parcial del Kremlin —, según la agencia noticiosa estatal rusa RIA Novosti. Los conductores que se dirigían a Crimea también quedaron atorados en un embotellamiento de tres kilómetros de largo entre las ciudades rusas de Rostov del Don y Taganrog, informó la agencia.
El ataque al puente se produjo mientras las fuerzas ucranianas impulsan una contraofensiva en varias secciones del frente de batalla. También ocurrió horas antes de que Rusia anunciara, tal como se anticipaba, la suspensión de un acuerdo negociado por Turquía y las Naciones Unidas que permitía la exportación de cereales ucranianos durante la guerra.
La prensa rusa identificó a los fallecidos como Alexei y Natalia Kulik, quienes viajaban a Crimea para pasar sus vacaciones de verano. Alexei, de 40 años, era camionero, y su esposa, de 36 años, era trabajadora municipal de educación. Su hija de 14 años sufrió heridas en el pecho y el cerebro.
En un principio Kiev tampoco reconoció su responsabilidad por el ataque al puente en octubre, pero la viceministra de Defensa, Hanna Maliar, admitió hace unas semanas que Ucrania lanzó el ataque para afectar la logística rusa.
Las autoridades rusas señalaron que la explosión no afectó los pilares del puente, pero sí dañó dos enlaces por carretera, uno de los cuales quedó irreparable. El daño lucía menos grave en comparación con el de octubre. El viceprimer ministro ruso Marat Khusnullin dijo que las autoridades reanudarían gradualmente la circulación en un lado del puente después de la medianoche del lunes.
Andriy Yusov, portavoz del departamento de inteligencia militar de Ucrania, se negó a comentar, pero señaló: “La península es utilizada por los rusos como un importante centro logístico para el movimiento de soldados y activos hacia lo profundo del territorio de Ucrania. Desde luego, cualquier problema logístico es una complicación adicional para los invasores”.
El Servicio de Seguridad de Ucrania publicó una versión editada de una popular canción de cuna, alterada para decir que el puente “se fue a dormir otra vez”.
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El periodista de The Associated Press Michael Biesecker contribuyó a este despacho desde Washington.