En medio de incertidumbre, comienza cese del fuego entre gobierno colombiano y ELN
BOGOTÁ (AP) — En medio de un ambiente de incertidumbre, el jueves comenzó el cese del fuego entre el gobierno colombiano y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional.
La cesación de las acciones ofensivas entre las fuerzas militares y de policía y el grupo insurgente forman parte de las negociaciones de paz que se reanudaron en agosto luego de tres años y medio de congelamiento.
El 9 de junio las delegaciones de paz anunciaron en La Habana, Cuba, el alto el fuego bilateral y su cronograma, que comprende una fase inicial denominada de “alistamiento” que irá desde este jueves hasta el próximo 3 de agosto, cuando entraría en vigencia plena el acuerdo.
Para esta fase el gobierno del presidente Gustavo Petro firmó la noche del miércoles un decreto en el que ordena a las Fuerzas Armadas cesar la ofensiva contra la guerrilla. Horas antes la dirigencia del grupo armado ilegal había impartido la misma orden a sus unidades.
El objetivo es que entre el jueves y el 3 de agosto se terminen de suscribir los protocolos para definir el monitoreo y la verificación de este alto el fuego bilateral que, en principio, regiría por seis meses.
El comienzo de este acuerdo coincidió con varios hechos de violencia que las autoridades atribuyeron al ELN, incluido el secuestro de una sargento del Ejército y sus dos hijos menores de edad. Hasta el momento la guerrilla no ha reivindicado su autoría en el hecho pero el Ejército responsabilizó al ELN de la suerte de la uniformada y su familia.
La mañana del jueves medios de comunicación locales afirmaron que el ELN habría sacado a la sargento y a su familia hacia territorio venezolano. En diálogo con la emisora Blu Radio, el jefe de la delegación de paz del gobierno colombiano, Otty Patiño, sostuvo que “yo estoy recibiendo en este momento esa información y me imagino que se harán los trámites necesarios con el gobierno venezolano para que colabore con esta situación”.
Patiño aseguró que las fuerzas militares y la policía colombiana tienen la “obligación de actuar” para evitar los secuestros por parte de los grupos armados ilegales y que cuando no puedan hacerlo deben “tratar de rescatar” a las víctimas.
El jefe de la delegación de paz también se refirió a las dudas que existen sobre la unidad entre el mando del ELN y sus tropas. En ese sentido Patiño afirmó que es posible que las órdenes como el cese del fuego no estén llegando con la “rapidez” y “comprensión” necesarias para avanzar exitosamente en el proceso de paz.
Patiño admitió que las recientes acciones violentas del ELN “hacen un daño inmenso” al proceso de paz y “generan una sensación de inseguridad y de desagrado en el país”.
“En este momento estamos midiendo dos cosas: la voluntad política del conjunto del ELN y también la capacidad de mando que tienen los que emiten las órdenes para el cese del fuego”, afirmó el jefe negociador.
La noche del miércoles, horas antes de que empezara a regir el alto el fuego, la estación de policía de la localidad de Fortul, en el departamento de Arauca en la frontera con Venezuela, recibió varios disparos. El hecho fue atribuido a la guerrilla, que tiene una fuerte presencia en esta parte del territorio colombiano.
Según las autoridades, actualmente el ELN cuenta son alrededor de 5.000 integrantes y actúa en varios departamentos del país, especialmente los fronterizos con Venezuela.