UE adopta técnicas genéticas contra cambio climático y escasez
BRUSELAS (AP) — La Unión Europea dio un paso el miércoles para adaptar su producción de alimentos a la nueva situación mundial: el bloque de 27 naciones quiere adoptar las técnicas genéticas más recientes con la esperanza de contrarrestar el cambio climático, la escasez y otros problemas globales.
Durante décadas, la UE tuvo una actitud conservadora hacia los alimentos genéticamente modificados, o transgénicos, que solían evocar connotaciones de alimentos frankenstein en lugar de una producción agrícola mejorada, mientras Estados Unidos y otros países se apresuraban a adoptar las tecnologías de la bioingeniería.
Pero la comisión ejecutiva de la UE el miércoles dio su respaldo decidido a las nuevas técnicas llamadas genómicas, que busca modificar los organismos en forma mucho menos intrusiva que los transgénicos de antaño y permitir que muchos se vendan sin rótulos especiales.
“En muchos sentidos, las nuevas técnicas genómicas pueden dar los mismos resultados que la selección natural convencional o el cruzamiento dirigido, pero con mayor velocidad, precisión y eficiencia”, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
El objetivo de las nuevas técnicas es que las plantas resistan mejor a la sequía y a la vez requieran menos pesticidas, así como crear productos de mejor color y consistencia, más atractivos para el consumidor.
No es casual que las grandes empresas agrarias acogieran los planes de la UE y los ambientalistas se opusieran. La propuesta del miércoles es apenas el inicio de un proceso largo, ya que los Estados miembros y el Parlamento Europeo deben aprobar los planes para que adquieran vigencia.
La legislación del bloque sobre transgénicos se remonta a 2001, después que el asunto dividió a la UE durante una generación. Les aseguró a los ambientalistas que la UE no se convertiría en terreno libre para que las agroindustrias multinacionales produjeran transgénicos en cantidad y vendieran los productos a los 450 millones de ciudadanos sin la debida rotulación y advertencias.
El lobby agrario principal de la UE, Copa-Cogeca, reaccionó con júbilo el miércoles. “Después de más de una década de aplazamientos, la Comisión Europea finalmente ha presentado una propuesta”, dijo en un comunicado.
Los ambientalistas están alarmados nuevamente porque temen que las nuevas herramientas traigan demasiados peligros, y exigen mayores pruebas.
“Sea un juguete o una crema facial, todo producto en el mercado debe someterse a prueba de seguridad. ¿Por qué se habría de exceptuar a los transgénicos que van a parar a nuestros campos o platos?”, dijo Eva Corral, activista de Greenpeace. “Las empresas de biotecnología siempre han considerado que las medidas de seguridad son una molestia innecesaria, y es decepcionante que la comisión tome partido por ellas”.
Timmermans discrepó de ese juicio y dijo que su cautela coloca la precaución en primera fila. Cuando resulte claro que las plantas basadas en nuevas técnicas genómicas se producen naturalmente o mediante cultivo convencional, se las debe tratar como a plantas convencionales. Otras deberían cumplir con los requisitos mucho más estrictos de los transgénicos antes de que se las apruebe.