Camacho-Quinn obsequia oro Centroamericano a Puerto Rico, la tierra de su madre
SAN SALVADOR (AP) — Difícilmente fue la carrera más desafiante de su vida. Pero con su triunfo, causó una nueva alegría a la tierra natal de su madre.
Y unos cientos de puertorriqueños congregados en el graderío se lo hicieron saber a la atleta, con un coro que ella ha aprendido ya, y que repitió pese a que sigue diciendo que no habla español.
“Yo soy boricua, pa' que tú lo sepas".
Jasmine Camacho-Quinn triunfó en los 100 metros con vallas para conseguir la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
En 2021, la deportista nacida en Charleston, Carolina del Sur, dio a Puerto Rico apenas su segundo oro olímpico en la historia —el primero fue de la tenista Mónica Puig en Río 2016. Un año después, se convirtió en la primera mujer de la isla en subir a un podio en un Mundial de atletismo, en una competición durísima conquistada por la nigeriana Tobi Amusan, quien detuvo el reloj en 12,06 segundos, un registro que sólo no fue récord mundial por culpa del viento.
También en Eugene, Oregon, Amusan había impuesto la marca mundial en las semifinales, con 12,20.
El martes, Camacho-Quinn se convirtió también en una semifinalista con récord, en San Salvador al conseguir 12,60 segundos, mejorando en cuatro centésimas la marca centroamericana que logró su compatriota Dione Rose en Maracaibo 1998.
No hubo otra marca, pero sí oro en la final, con un registro de 12,61.
“Significa mucho para mí venir a estos Juegos y representar a Puerto Rico”, dijo Camacho-Quinn en inglés. “No importa dónde sea, siempre estoy agradecida de competir y de romper récords. Me alegro mucho por conseguir otro oro, y estoy ansiosa de ir al Mundial”.
Será en agosto esa oportunidad de revancha contra Amusan, en Budapest.
“Espero que todos los puertorriqueños me estén apoyando también el mes próximo”, confió. “Estoy profundamente agradecida por todo el apoyo que me han mostrado acá”.
La marca del día anterior prefiguró que Camacho-Quinn no se guardaría nada en estas justas. No lo ha hecho en todo el año, durante el que marcha invicta en ocho carreras, contando la final en el estadio Jorge “Mágico” González. En mayo había ganado una prueba de la Liga Diamante en Doha y estableció el mejor tiempo del año, con 12,31 segundos y el viernes pasado había triunfado en Lausana, con 12,40.
Esta vez, la atleta de 26 años aderezó su currículum con un cetro de la región, y con un largo festejo frente a sus coterráneos en el graderío.
La plata fue para la cubana Greisys Robles, con 12,94 y el bronce para la costarricense Andrea Vargas, con 13,02.