Polonia y Hungría vetan declaración de UE tras votación sobre normas migratorias
BRUSELAS (AP) — Polonia y Hungría vetaron el viernes una declaración de los líderes de la Unión Europea sobre las prioridades para limitar la llegada a Europa de personas sin autorización, furiosos por haber sido derrotados en la votación sobre un acuerdo migratorio del bloque.
La medida, al final de una cumbre de dos días, fue principalmente un gesto simbólico de protesta y, aunque torpedeó la declaración conjunta, no tuvo un impacto directo en las políticas migratorias de la UE.
Sin embargo, fue una muestra pública vergonzosa de desunión en momentos en que se han endurecido las actitudes políticas a medida que el ingreso de decenas de miles de personas cada año al bloque de 27 naciones ha alimentado el sentimiento de extrema derecha en las urnas.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien presidió la cumbre, emitió su propia declaración que, a diferencia del comunicado conjunto, no requirió el pleno respaldo de los países miembros.
Polonia y Hungría “consideraron que no estaban en condiciones de validar las conclusiones” de la cumbre, explicó Michel. Los dos gobiernos, recalcó, insisten en que “la reubicación y el reasentamiento deben ser voluntarios y que todas las formas de solidaridad deben considerarse igualmente válidas y no servir como un factor potencial de atracción para la migración irregular”.
Ambos países llegaron a la reunión decididos a desafiar un acuerdo del 8 de junio para compartir la responsabilidad de los migrantes que ingresan a Europa sin autorización legal.
El acuerdo equilibró la obligación de los países a los que llega la mayoría de los inmigrantes de procesarlos y albergarlos con el requisito de que otros miembros brinden apoyo también, ya sea financiero o acogiendo refugiados. Los países que se nieguen a recibir inmigrantes podrían pagar a cambio 20.000 euros (21.400 dólares) por persona.
El plan fue aprobado por una mayoría calificada de dos tercios, con los votos en contra de Polonia y Hungría. Algunos otros países, en particular el gobierno antiinmigrante de Italia, se abstuvieron de votar.
El tema ha estado en el centro de una de las mayores crisis políticas de la UE desde 2015, cuando más de 1 millón de personas, muchas de ellas sirias que huían de la guerra en su país, llegaron a las costas de Europa, abrumando los centros de recepción en Grecia e Italia.
Los gobiernos de Italia y Grecia se sintieron abandonados por lo que percibieron como una falta de solidaridad de sus socios de la UE.
En sus declaraciones del viernes, el canciller alemán Olaf Scholz y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no mencionaron a Hungría o Polonia, pero se centraron en lograr que el Parlamento Europeo respalde el acuerdo del 8 de junio. Eso puede resultar difícil: los legisladores insisten en la reubicación obligatoria de los refugiados.
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Los periodistas de The Associated Press Vanessa Gera en Varsovia; Justin Spike en Budapest; Nicole Winfield en Roma; y Geir Moulson en Berlín contribuyeron a este despacho.