Despojada de medalla por regla, mexicana la recibe de vuelta en Centroamericanos
SAN SALVADOR (AP) — Es como la ley antimonopolios aplicada al deporte. Aunque parece arbitraria, se aplicó quitándole simbólicamente un bronce a México, si bien deparó uno de los momentos de mayor deportivismo que se hayan visto en estos Juegos Centroamericanos y del Caribe.
El domingo, tres mexicanas habían acaparado el podio en el tiro deportivo, dentro de la modalidad de pistola de aire a 10 metros.
Andrea Ibarra se llevó el oro con 236,2 puntos, Alejandra Zavala obtuvo la plata con 233,0 y Alejandra Cervantes consiguió el bronce con 214,6.
O pensó que lo había conseguido. Por disposición de Centro Caribe Sports, el órgano rector de los Juegos, se prohíbe que un mismo país obtenga las tres medallas disponibles en una prueba.
La reglamentación, algo confusa, indica que en las estadísticas sí quedan registrados los tres primeros lugares obtenidos por el país. Sin embargo, quien ocupa el tercer sitio en esos casos no puede subir al podio ni tener la presea físicamente en sus manos.
Así, aunque Cervantes había recibido ya la presea en la premiación y pese a que el programa oficial de resultados de los Juegos consignó que México había obtenido los tres metales, el Comité Organizador intervino y le hizo una llamada a la tiradora para notificarle que el 1-2-3 está prohibido al menos de forma simbólica y para convocarla a una reunión privada donde entregaría la presea a la cubana Laina Pérez, quien había ocupado el cuarto puesto con 193,8 unidades.
“Sentí muy feo, porque ya había estado en la premiación y tenía la medalla, aunque es algo protocolario me parece un poquito absurdo", dijo Cervantes el miércoles.
El sitio web mexicano todomenosfutbol.com difundió en las redes sociales un video de la reunión realizada el martes, en la que se explica el malentendido. Cervantes se quita la medalla, que es colocada después en el cuello de Pérez.
En vez de aprovechar la situación, la cubana rechazó el bronce y criticó la regla en cuestión.
"Quien hizo el reglamento no fue atleta y si lo fue, ya se le olvidó, pues es injusto que quien se la gana en competencia no se la pueda llevar a su casa. No tiene ninguna justificación, es absurdo... La medalla no es mía, es de ella”, sentenció Pérez, antes de despojarse de la presea y colocarla ella misma a su rival.
El episodio tuvo así un desenlace de “fair play”.
“Ella es una gran persona", dijo Cervantes en referencia a Pérez. “La enseñanza de esto es que tal vez debería hacerse algo diferente. Si lo que quieren es que un país no ocupe solo el podio podrían entregar dos medallas de bronce, al tercero y cuarto lugar”.