Argentina: Protestas en la norteña provincia de Jujuy en contra de reforma constitucional
BUENOS AIRES (AP) — Cientos de manifestantes y policías se enfrentaron el martes en las inmediaciones de la Legislatura de la provincia argentina de Jujuy durante una protesta en contra de la reforma de la constitución promovida por el gobernador Gerardo Morales que ha desencadenado movilizaciones en los últimos días y provocado una escalada de la tensión con el gobierno del presidente Alberto Fernández.
Durante los enfrentamientos, los manifestantes -en la mayoría pertenecientes a partidos y organizaciones de izquierda- arrojaron material incendiario dentro de las dependencias del Poder Legislativo en la ciudad norteña de San Salvador de Jujuy, según mostraron imágenes de los canales de televisión.
Previamente a los desmanes, Morales había encabezado una sesión durante la cual la asamblea constituyente juró la nueva constitución aprobada pocos días atrás, que contempla entre sus artículos más rechazados el que prohíbe los cortes de rutas y calles y la ocupación indebida de edificios públicos.
El accionar de las fuerzas de seguridad jujeñas fue cuestionada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que en un comunicado señaló la necesidad de que se respeten "los estándares de uso de la fuerza provincial durante las protestas” en uno de los distritos "con mayor población indígena autoreconocida”.
Las fuerzas de seguridad dispararon balas de goma y gases contra quienes protagonizaron las protestas, que a su vez respondieron a piedrazos y provocaron daños en automóviles que usaron como barreras de protección. Decenas de manifestantes y varios policías resultaron heridos, según las imágenes difundidas.
Partidos de izquierda y sindicalistas que participaron en la manifestación afirmaron que “decenas” de personas fueron detenidas, lo que no fue confirmado oficialmente.
El enfrentamiento entre el gobierno provincial y los grupos que rechazan su iniciativa por considerarla violatoria del derecho a la protesta ha ido en aumento desde el fin de semana, generando decenas de heridos por el uso excesivo de la fuerza y detenciones que en muchos casos fueron arbitrarias, según denunciaron organizaciones humanitarias.
Morales, de la Unión Cívica Radical -uno de los partidos que integra la principal coalición opositora a nivel nacional- responsabilizó de la “extrema violencia que se está viviendo en Jujuy” al presidente Fernández, a la vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) y a los grupos políticos y organizaciones sociales que responden a esta última que, según afirmó, participaron en la toma de las calles y la quema de la Legislatura.
El funcionario provincial es precandidato a la Presidencia de cara a las elecciones generales de octubre en las que el Peronismo se juega su permanencia en el poder.
“Los violentos no nos van a torcer el brazo", dijo Morales en su cuenta de Twitter. También llamó a los argentinos a repudiar "lo que está haciendo el kirchnerismo y el Frente de Izquierda en Jujuy”.
Morales ha instado a que el debate sobre su defendida prohibición del corte de rutas como método de protesta se produzca a nivel nacional durante los meses previos a las elecciones presidenciales.
El mandatario provincial recibió el respaldo del alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, también candidato presidencial de Juntos por el Cambio, así como de otros dirigentes de esa coalición, la mayor fuerza opositora en Argentina, quienes señalaron que “el pueblo jujeño eligió a sus convencionales y la reforma se aprobó por amplía mayoría”, incluso con el apoyo del peronismo provincial.
Pero el presidente Fernández rechazó las acusaciones del gobernador. “Usted es el único responsable de haber llevado a nuestra querida provincia de Jujuy a esta situación límite tratando de imponer una reforma constitucional que no respeta la Constitución Nacional”, dijo el mandatario en Twitter.
La vicepresidenta, en tanto, pidió al gobernador jujeño que “pare con la locura represiva que su propio accionar ha desatado” e hizo referencia al comunicado de la CIDH que indicó que los cortes de rutas “son modalidades legítimas y protegidas por el derecho a la protesta” y que “el grado de tolerancia adecuado no puede definirse en abstracto y, por lo tanto, corresponde examinar las circunstancias particulares de cada caso”.
Jujuy, limítrofe con Bolivia, es escenario desde hace años de una creciente conflictividad entre grupos izquierdistas y kirchneristas con el gobierno provincial. En los últimos días, vive un clima de gran tensión a partir de las manifestaciones protagonizadas por sindicatos de docentes que exigen aumentos salariales y por distintas agrupaciones -entre ellas de indígenas originarios de esa región- que se oponen a la reforma constitucional.
Debido a la agudización del malestar social, Morales anunció la víspera que dos de los artículos modificados, referidos a las tierras donde viven comunidades aborígenes, volverán a su antigua redacción porque generan “dudas” entre estas últimas y hasta que se pongan en práctica “mecanismos de consulta y de participación”.
El clima de conflictividad promete prolongarse luego de que centrales sindicales resolvieran volver a movilizarse el miércoles ante la Casa de Jujuy en Buenos Aires.