Ciudad de Connecticut llega a acuerdo con recluso paralizado
El gobierno de New Haven, Connecticut, llegó a un acuerdo de 45 millones de dólares con Randy Cox, quien quedó paralizado cuando era trasladado esposado y sin cinturón de seguridad en la parte trasera de una camioneta policial tras su arresto del año pasado, informaron el sábado el alcalde municipal y abogados.
Se llegó al trato el viernes en la tarde después de una conferencia de un día con un juez de paz federal, dijo el alcalde municipal Justin Elicker. Ocurrió dos días después que la ciudad despidiera a dos policías que las autoridades afirman que trataron a Cox con negligencia y sin compasión.
“Los errores de la ciudad se han documentado bien”, indica un comunicado de los abogados Ben Crump, Louis Rubano y R.J. Weber, que representaron a Cox. “Pero hoy es un momento para ver el futuro, así que los residentes de New Haven pueden confiar en su ciudad y su departamento de policía”.
Cox, de 36 años, quedó paralizado del pecho para abajo el 19 de junio de 2022 cuando la camioneta policial en que era trasladado frenó con fuerza, enviándolo de cabeza contra una división de metal teniendo sus manos esposadas por la espalda. Cox había sido arrestado por cargos de amenazar a una mujer con un arma de fuego, que después fueron desestimados.
“No me puedo mover. Así me voy a morir. Por favor, por favor, por favor ayúdenme”, dijo Cox minutos después del accidente, según un video policial.
Ya estando en la estación de policía, los agentes se burlaron de Cox y lo acusaron de estar ebrio y de fingir sus lesiones, según videos de vigilancia y de cámaras corporales. Los policías sacaron a Cox de la camioneta arrastrándolo por los pies y lo encerraron en una celda antes de ser llevado a un hospital.
Cinco policías, incluidos los que fueron despedidos, se enfrentan a cargos penales en el caso. Todos se han declarado no culpables.
El año pasado, Cox demandó a los policías y a las autoridades de la ciudad por 100 millones de dólares. Sus abogados lo calificaron como el acuerdo más grande en un caso de mala conducta policial.