Reseña: Allende explora vida de niños solos ante las fronteras en “El viento conoce mi nombre”
PHOENIX (AP) — La escritora chilena Isabel Allende entrelaza hábilmente las historias traumáticas de dos niños separados por décadas y miles de kilómetros en su última novela, “El viento conoce mi nombre”.
El libro es una especie de homenaje a los padres que toman decisiones impensables para salvar a sus pequeños y a los niños que sobreviven algunos de los desafíos más difíciles de imaginar.
Un niño ficticio que aparece en la novela es Samuel Adler, de 5 años, cuyo padre desapareció después del pogromo de 1938 en Viena conocido como Kristallnacht, o la Noche de los Cristales Rotos. La otra es Anita Díaz, de 7 años, quien huye de su El Salvador natal con su madre, pero es separada de ella en la frontera entre Arizona y México en 2019.
En ambos casos, los niños viajan en tren y finalmente se quedan solos, arrancados de sus familias por la guerra o la inmigración mientras somos testigos de los dramáticos sacrificios que los padres deben hacer a veces para proteger a sus hijos e hijas y darles la mejor vida posible.
Allende transita entre el pasado y el presente, entre Europa y Estados Unidos, mientras dos niños muy diferentes en lugares y circunstancias muy distintas buscan la seguridad del hogar y la familia.
Es un libro muy diferente para Allende, quien a menudo ubica sus historias en su América Latina natal, incluida su novela más conocida y exitosa, “La casa de los espíritus” y “Violeta” del año pasado, que se extiende a lo largo de un siglo de historia en América del Sur.
Al principio de su más reciente novela, una turba nazi ataca el barrio judío donde vive Samuel con sus padres. Luego, el padre aparece en un hospital, pero lo llevan a un campo de concentración y la madre envía al niño a un lugar seguro en Inglaterra. Samuel nunca vuelve a ver a sus padres.
Décadas más tarde, en la frontera entre Estados Unidos y México, Anita Díaz, de 7 años, es separada de su madre bajo la política anterior de tolerancia cero del gobierno estadounidense que arrancó a niños migrantes de sus padres. La pequeña es enviada a vivir con otros niños mientras se desconoce el paradero de su madre.
A través de una serie de circunstancias, Samuel y Anita finalmente se conocen por medio de Leticia, una mujer salvadoreña que emigró a Estados Unidos cuando era niña después de perder a la mayor parte de su familia en la masacre de 1981 en El Mozote, El Salvador, por la que murieron ciertos de pobladores.
Allende conoce de primera mano la pérdida de la patria, tuvo que dejar Chile como exiliada dos años después de que Salvador Allende, primo hermano de su padre, fuera derrocado como presidente del país en un golpe de Estado de 1973.
Vivió durante años en Venezuela antes de establecerse en los Estados Unidos y ahora su hogar está en California.
Considerada la autora en español más leída del mundo, Allende es conocida por sus numerosas novelas, entre ellas “Eva Luna”, “De amor y de sombra” y “Largo pétalo de mar”. También escribió “Paula”, una memoria de 1994.
Con “El viento conoce mi nombre” (“The Wind Knows My Name”) — publicada en castellano por Vintage Español y Plaza & Janés, así como en inglés por Ballantine Books — Allende le agrega una nueva dimensión a su ya variada obra.